Estimado señor: no puedo por más que lamentar el tono y el contenido de lo que me escribe. Si es usted evangélico lo siento más aun, porque se supone que generalmente sabe más de la Biblia y la historia de la Iglesia en sus distintas etapas. Aparte le envío una entrevista que explica mi posición sobre las materias que me lanza, o más bien (y disculpe), me escupe.
Verá usted; de la Inquisición se ha hablado mucho y tal parece que yo soy Torquemada, según me escribe cuando solo soy hombre que quiere explicar la verdad, y si usted quiere, hasta mi verdad.
Lutero instó a los príncipes alemanes a que mataran a los bautistas rebeldes, que surgieron a mi parecer, por una falsa “interpretación” absurda de la Escritura. Según Dollinger, históricamente los protestantes hablaban de libertad para los lugares donde el catolicismo reinaba, pero donde reinaron ellos la libertad se evaporó como humo. Y también obligaron a los magistrados a perseguir a los discrepantes.
Eso es histórico, y no le cito aquí frases y hechos de Calvino, Lutero, Beza, Farel, Zwinglio, etc. y sus hechos, porque no me agrada de ninguna manera reiniciar algo tan negativo, como actualmente la “memoria histórica” en política, pues estas cosas no se sabe como empiezan ni como acaban.
Todos hicieron buena la profecía de Jesús: pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios. (Juan 16:2) Basados en el inquirirás de Deuteronomio 13:14 se cometieron las mayores iniquidades por parte de todos y no se puede decir que los cismáticos fueron más clementes que los católicos.
Si me va a contar el número de víctimas ya no sé que decirle, porque se habla del suplicio de Servet individual, y se contrapone a la matanza de san Bartolomé por los soldados del Duque de Guisa. Y eso no vale, sino para convencer a ignaros, y a los azuzados por los enemigos del cristianismo en general y el catolicismo en especial.
Espero que me entenderá si le digo que si es usted cristiano (de la denominación que sea, ni lo sé ni se lo pido), habrá de convenir conmigo, en que lo que nosotros tenemos que hacer si de verdad nos proclamemos seguidores fieles de Cristo, es hacer frutos dignos de arrepentimiento, y dejarnos de lanzarnos unos a otros historias trucadas y adobadas.
Ser cristiano es acoger la verdad de todo, sin intentar desvirtuar las cosas en beneficio de no sé qué causas o percepciones. Es como ahora, que parece que solo Franco mando matar gente, y los republicanos eran unos angelitos candorosos, y defensores de la libertad y la verdad.
La historia es la gran chivata, y dice las cosas más o menos manipuladas, según quien las escribe, pero algo se saca de ella si se lee con cordura y lógica.
Sentido común, conocimiento, y valoración de las situaciones, nos dará a todos la perspectiva necesaria para entender nuestros fallos y los de los demás y, como Jesús, comprenderlos y aliviarlos.
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