Mi nieto se llama Rafa
Y es alegre y retozón
Más que un caballo trotón,
Pero mi crítica chafa,
Cuando me abraza y agacha
La cabeza el muy bribón,
Para al abuelo tontón
Ablandarlo como gacha.
El tunante me despacha
Con sus besitos sinceros,
Y así se toma sus fueros
Con su confianzuda facha,
Y enseguida se despacha
Con abrazos zalameros,
O me ensaya unos pucheros
Y de gozo me emborracha.
¿Habrá quien le ponga tacha,
Y quienes juzguen severos,
Al que imita a los jilgueros
Con su gracia vivaracha
Que nunca enfada ni empacha,
Ni importan sus desafueros
Ni sus trajines fulleros
Con que su gracia remacha?
ROSA
Es mi cantarina Rosa
Un ensueño angelical
Flor sencilla y natural
Que mi fe y ansia reposa,
Y no alcanzo a hacer su glosa
Porque es bella y divinal
Maravillosa y jovial
Paradójica y mimosa.
Sienten ellos anhelosos
Por su abuelo gran pasión,
Sin pago ni condición,
Pues los dos son generosos
Que son mis nietos preciosos
Alma, vida y corazón,
Que me vuelven la ilusión
De mis años venturosos.
Gracias doy al Dios bendito
Por obsequio tan amable,
Que es mi gozo deleitable,
Del cual nunca quedo ahíto
Y a ningún otro yo quito
Su mérito; ni amigable
Considero despreciable,
Pero Rafa ¡es tan bonito!
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