domingo, 5 de febrero de 2012

ANGUSTIA


En este estado de febril angustia,
Mi corazón gime desesperado
¿Por qué esta desazón que me desgarra?
¿Que cosa puedo hacer en tal estado?

¿Es la razón que falla y no responde?
¿Es la soberbia que a humillar me obliga?
¿Es la melancolía de la vida?
¿Es la esperanza pura fantasía?

Espero solo, en mi interior vencido,
E impulsos tengo de rasgarme el pecho
Para sacarme la serpiente odiosa,
Que silba en mi interior siempre al acecho.

Horror de vida, y un pavor de muerte,
Que igualmente, mi conciencia loca agita,
Me causan la tristeza, que infinita,
Parece no tener final conjuro.

¡Oh mi buen Dios! ¡Oh Cielos! ¡Jesús mío!
Sacadme de esta cárcel procelosa;
Libradme de esta sierpe que me acosa,
Y muerde con monótona fiereza.

¿Cuándo veré la luz?, ¿Cuándo la paz?
¿Es pues fatal, vivir de esta manera?
¿No hay bálsamo que cure poderoso
La angustia que me agobia y me lacera?

Sé que ni el hado esquivo ni fortuna,
Podrán tender amparo que dé fuero.
Tan solo en la esperanza, don del Cielo,
Podré al fin quedar libre, como anhelo.

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