Leo en
los blog que van conformes a la instrucción de Jesús, y me doy cuenta de cuanta
bribonada se esconde tras de tanta parafernalia de cargos, carguitos, y todo lo demás, tan cutre y tan ramplón.
Por
supuesto se puede hablar menos agresivamente, pero es que algunas veces has de
salirte del pentagrama para acusar a los sucesos que pasan diariamente en el
interior de La Santa Iglesia de Jesucristo. Jesús ya lo hizo en algunas ocasiones
Y esto no
lo digo yo por mi cuenta sino la misma Escritura discierne bien entre obispos y
obispas. Por tanto, mirad por vosotros, y por todo
el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para
apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. (Hechos 20,28)
Esto es
muy grave Si no caemos en la cuenta de lo que significa Asamblea de
Dios, podemos caer en lo que a continuación
comento a una página sobre estos asuntos. A mí no me pican chinches de tal y de
cual tendencia, pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién
he creído, y estoy seguro que es
poderoso para guardar mi depósito para aquel día. (2ª Timoteo 1, 12)
Tengo mi
criterio después de analizar todo lo que ha caído en mis manos y ni son tan buenos estos,
ni son tan malos aquellos. Después hay una serie de figurones que van a lo suyo que es ser y figurar, cuando saben igual que
todos que el fin y la muerte es de todos y para todos.
“Endende luego tós los burros podemos sel obispos” Se pone uno a leer todo
el repertorio de revistas digitales y dan ganas de… bueno... dan ganas.
¡Tan
contentas, y tan contentos todos! ¡Ya han llegado a su meta que es ser grandes del mundo! ¡Que
contento estará el Espíritu de Dios!
Ayala estará
por ahí, y si no, pronto aparecerá. ¿Esto es lo que tanto amé desde chiquito?
¿Tan gran verdad es escondida a los humildes?
¡Que plasta de…. Figurones!
Solo hay
una Iglesia de Cristo, y Él sabe que características ha de reunir. Vivamos el Evangelio lo mejor que nos dejen nuestras pasiones,
y encomendémonos todos a la gracia de nuestro Señor Jesucristo.
Disculpen, es que ya ni me puedo aguantar
Las
palabras de la Escritura
son terribles, y se pude uno echar a temblar leyéndolas y meditándolas: Porque
como está escrito, por causa de vosotros el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles. (Romanos 2, 24) No saben, no entienden, Andan en tinieblas... (Salmos
82,5)
Y no soy
mejor que nadie, pero hay hechos que los cristianos tenemos derecho a juzgar.
No a las personas. (1ª Corintios 2,15) Eso es oficio de Dios, mucho más grande y justo, y que
penetra en el interior de los corazones.
Dirijámonos a la misericordia de Dios y esperemos tranquilos. Ya sé, por que Dios permite el pecado; es algo que no puedo comunicar, por que no sé expresarme adecuadamente. Como decía San Pablo: ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? (2ª Corintios 11,29)
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