La ciencia ha conseguido
hacer la bomba nuclear, y otras armas cada vez más sofisticadas para matar mucho
y mejor; No es necesario que le haga un siniestro catálogo. Es
palmaria la prepotencia del que más poder tiene, como
sería la del que no tiene tanto poder, y codicia tenerlo para lo mismo.
No hay inocentes, amigo mío;
no somos inocentes. Mire usted su vida por dentro (como yo
la mía), y su misma conciencia le dirá tantas cosas como hizo mal, y cuantas
otras más podría haber hecho mejor. Necesitamos un redentor
y ya está provisto por el Creador de sus criaturas.
¿Ignorancia propia de la
juventud? ¿Miedo de la vejez? ¿Ambiciones disparadas en los maduros?
Todo eso, es el gusano que roe los cimientos de la
sociedad, y solo el seguimiento de las normas
para vida que Dios nos entregó, es la forma de mejorar esta confusión en donde
estamos sumergidos. Pero ¿donde está ese valiente?
Corrupción, injusticia,
venalidad, ignorancia culpable, egoísmo, desprecio por lo que no es ventajoso
para uno mismo, etc. son los puntales donde se asienta
esta sociedad, como muy bien expresaba el magnífico Fernández
Flores en su libro “Las siete columnas”,
que no es ni más ni menos que el espejo de una sociedad que basa
su prosperidad en los siete pecados capitales. Soberbia, avaricia, etc.
Quite usted estos pecados
de esta sociedad, y el desplome es seguro; porque está basada en la marca de
Caín, en el fruto de su propia independencia de Dios.
O llegar a una sociedad genuinamente cristiana que, guardando el amor como
premisa fundamental, haga de este «embrollo», (como nudo gordiano), una
sociedad más tolerable y más cercana a Dios como supremo regidor.
Hay sitio para todos,
decía Gandhi, y es cierto. La ambición es la que pone las barreras,
las alambradas, las fronteras, etc. y como dice el poeta con mucho
acierto según mi criterio.
El hombre, a quien el hambre de la rapiña acucia,
De ingénita malicia y natural astucia,
Formó la inteligencia y acaparó la tierra.
¡Y aún la verdad proclama!
¡Supremo ardid de guerra!.
A.
Machado
Un toque bíblico:
¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna
manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo
pecado. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, no
hay quien busque a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario