SEMÁNTICA
Por encima de estos pasaron las
veleidades de los poderosos
Bueno,
bueno, “ahora que ya había aprendido a decir pinícula;
van ahora y le ponen flyn”.
Y es que los intelectuales de salón no
saben que decir para que nada cambie y todo parezca que ha progresado. Decía el
mariscal Joffre ante un mapa de Francia cuando el avance alemán: “parece una
gran conquista (la de los alemanes) pero se reduce a solo este
territorio”.
Claro
está, comparado con el mapa de Francia lo que habían logrado avanzar los
alemanes en la primera guerra europea parecía mínimo los primeros días. Cuando
al fin empezaron a quejarse aquellos vampiros, de que les
faltaban “efectivos”, es decir hombres que llevar a la hecatombe, fue
cuando empezaron los generales “limogés”, es decir, separados del mando, ya que
en Limoges (Francia) estaba el mando supremo francés.
Ya
faltaban hombres para gastar. 70 millones de movilizados y 9 millones de
muertos. La Batalla
del Ebro fue una escaramuza comparada con las de Verdún, Artois, Somme, y la
desesperada “batalla del emperador”
comenzada al final de la guerra como un último esfuerzo
alemán para doblegar a sus enemigos.
Así
los intelectuales de la
Izquierda y de la derecha,
cambian los tercios para que nada cambie para ellos.
Los jubilados serán de nuevo crucificados,
para que el dispendio por los altos niveles continúe sin que nadie haga nada
por detenerlo. Es que no hay dinero es el "Supremo Argumento".
Y los culpables de esta catástrofe económica “rajando” hasta por los
sobacos. Sean quienes sean. No entro en eso.
Claro
está, es de lo más tonto meter al zorro en el corral
para que guarde las gallinas. “Hoy por mí, mañana por ti”.
¡Vamos al trato! Y así seguimos con el vergonzoso
asunto de los pinganillos, mientras los funcionarios se quedan sin paga de Diciembre
que ellos ya han pagado a lo largo de su vida
laboral. ¡Esto, justicia se llama!
Hay
falta de “efectivo” que gastar, pero eso no va con las cosas del bombo y del luxury del Estado. Esperando
estamos todos que alguien le eche valor, y diga el clásico “hasta aquí llegamos”. “Con
todas las incomodidades, follones o peligros, esto se va a arreglar de la manera que queda arreglado y
bien arreglado”.
Lo que ocurre es que el suicidio es para los desesperados, y
en las altas esferas nadie está desesperado, porque
se garantiza todo lo garantizable… y “p’alante”. La gente común está “mas tiesa que la
mojama”, y las tiendas (y por ende las
industrias) o se cierran, o se larga gente a la
calle. Y lo malo es que no se contempla un
panorama a corto que alivie las penas del ciudadano “soberano”. ¿Soberano? ¡Ja!
Así que a
tirar de semántica y llamar como dice la Escritura cristiana: llamar
a lo bueno malo, y a lo malo bueno. Y a derrochar, que la gente mientras
pueda tirar solo irá detrás de los agitadores profesionales (esos sí que ganan),
y será incapaz de votar a un tipo que “diga y haga”,
y lo apoye para que haga lo que haya que hacer. Esto se eterniza y “catapún, chi chin, ladran, luego cabalgamos”. Lo siento de veras, así lo veo a estilo cateto. Ya saben.- La
semántica.
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