Josafat, sin más averiguación, ordena que los levitas y todos los del templo se vistan sus ropas
sagradas y canten alabanzas por la salvación. A todo esto los enemigos ya se
acercaban. Y dice así la
Escritura : Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Yahvé puso contra
los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos
que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros. (2 Crónicas 20:22 y
ss.).
Apenas comienza el cántico
de alabanza y gratitud Dios empieza a actuar. El pueblo judío aun no siendo fiel totalmente recibe auxilio de
Dios tan pronto como lo pide. Nosotros, que éramos extraños, somos hechos hijos
por la sangre de Jesús y tenemos por gracia el derecho de pedir
a nuestro padre todo lo que necesitemos.
Pero como dice el
apóstol: Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante
a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a
otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El
hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. (Santiago 1:7 y 8).
Hace Hacemos agravio a Dios cuando no
contamos con Él para todo, lo fácil y lo
difícil. Es Señor se alegra de
que sus hijos acudan a Él. ¡Nos ama, y está atento a las oraciones de los que le aman! Tenemos el rango de hijos; y si
hijos, somos también herederos.
No dudemos ni caigamos
en la acidia y la desconfianza. Dios provee siempre para nuestra
necesidad, sin poner más condición que la que cualquier padre terrenal pide de
sus hijos… que le amen y se le
sujeten.
Ya los asuntos son cosa
de Él que tiene anchas espaldas para cargar con nuestras flaquezas y nuestra
ignorancia. Él sabe todo, y todo lo que ocurre está bajo el control de su
voluntad. No temamos ni presente ni porvenir. Confiemos en Dios y perseveremos. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si
no desmayamos. (Gálatas 6:9).
Así que, ofrezcamos
siempre a Dios, por medio de Cristo, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de
labios que confiesan su nombre. (Hebreos 13:15) Este es el único camino a Dios y este es nuestro médico, nuestro amigo, nuestro guía, nuestro hermano y
nuestro refugio.
A Él iremos pese a nuestras
debilidades, nuestros pecados, armados de nuestra esperanza. No temamos, pues el se hizo cargo de
nuestras cosas y nuestra seguridad. Él no falla.
POEMA AL CASO
Dime, Padre común, pues eres justo,
¿por qué ha de permitir tu providencia
que, arrastrando prisiones la inocencia,
suba la fraude a tribunal augusto?
¿Quién da fuerzas al brazo que robusto
hace a tus leyes firme resistencia
y que el celo que más las reverencia
gima a los pies del vencedor injusto?
Vemos que vibran victoriosas palmas
manos inicuas, la virtud gimiendo
del triunfo en el injusto regocijo."
Esto decía yo, cuando rïendo
celestial ninfa apareció y me dijo:
“Ciego, ¿es la tierra el centro de las
almas?".
Bartolomé de Argensola
No hay comentarios:
Publicar un comentario