jueves, 20 de octubre de 2011

NUESTROS HERMANOS, CATALANES Y VASCOS



Soy un gran amante de la libertad; lo era Jesús que a nadie forzaba. Les decía a todos  lo que les convenía en el orden espiritual, pero en lo demás fue tan amante de la libertad, que nos libró del pecado que es nuestro mayor tirano al servicio del enemigo de Dios y de la humanidad.

Y hablo de libertad porque en todos los tiempos ha habido tiranía contra la libertad. A veces ha sido un tirano caprichoso, y otras uno impuesto por el mismo desprecio a la libertad de los mismos que, por esa causa, son dominados e impelidos a comportarse mal por la fuerza del poder.

Ahora se habla de elecciones, y votaré a quien más se acerque a mi idea de la prosperidad, que creo que el pueblo español puede tener merecido, o no. La derecha es egoísta (la riqueza encallece la conciencia) y la izquierda es vengativa y revanchista (la pobreza y el rencor es mal consejero y conspira contra los que son así).

El asunto es muy simple y muy escabroso. ¡La libertad! Esta es la clave, que es un don que Dios concedió a los hombres. Libertad en Cataluña, para dejar en paz a los que quieran hablar catalán español o turco.

Ellos no caen en la cuenta, de que atraen hacia su región una guerra. Tienen paz, prosperidad, y seguridad, que pueden perder en un momento, provocado precisamente por gente que se declara cristiana y buscadora de la paz. Esos sois vosotros que deshonráis a Cristo.

Cuando la guerra civil, los republicanos no se daban cuenta, a pesar de que estaba advertido, de que los otros no se iban a consentir con la situación, impuesta a golpe de violencia y de imposición.

Tuvieron la impagable oportunidad de enmendar toda injusticia (por otro lado, común más o menos en todas las naciones) que existía en una España que no gustaba a nadie, y la desperdiciaron.

Análogamente, los dirigentes nacionalistas catalanes y vascos la tienen ahora, y de la misma forma la están dilapidando, promoviendo y exacerbando el odio entre hermanos.

Toda acción tiene su reacción y no valen supuestos agravios, de quienes siempre han admirado a vascos y catalanes y enorgullecido de ellos. Ahora los hacéis enemigos. Sois vosotros los provocadores; los que matáis. Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. (Galatas 6:7)

Ahora Sr. Arzalluz, Sr. Durán,  y demás almas perdidas, les digo algo que tal vez les suene. Cuando Jesús iba a morir, había a su disposición legiones de ángeles que le protegieran. Hizo la voluntad de su Padre con obediencia y renuncia, y se dejó matar para que ustedes vivieran.

Ustedes la han vuelto la espalda a Dios, y Dios les volverá la espalda a ustedes. Les emplazo, para que todos los que han intervenido en poner el temor y la infelicidad en los corazones de tantos hermanos, sean presentados ante el tribunal de Dios.

Habéis agraviado a trabajadores y forasteros en vuestra región, pero hombres como ustedes, españoles; los habéis aplastado, y seguís aplastando bajo la bota mortal de una causa estúpida y nociva para todos.

Ellos confiaban en ustedes para que hicieran justicia, comenzando por el Sr. Pujol y Arzallus. En vano porque la ambición y salirse con la suya, es el común denominador de todos ustedes. Ya queda poco para que, por ley natural comparezcáis ante el tribunal de Dios.

Pagaréis por los muertos, los acongojados, los oprimidos en su propia patria, los que han de andar asustados, humillados, y los perseguidos por vuestra villanía y soberbia. No vendrá vuestro juicio con violencia humana, sino bajo el poder de Dios que es incorruptible. Avisados quedáis; se acerca el juicio.  ¡Temed!