jueves, 25 de agosto de 2011

REFLEXIONEMOS SOBRE LA LIBERTAD Parte 1ª



Autor: Salvador Casadevall

No vamos a hablar de la libertad en sentido político. Sino del uso de mi libertad para hacer lo que me pide el Señor.

Empecemos con unas preguntas: ¿Qué sufre el hombre actual?

¿Qué vive el hombre de hoy?

En la actualidad ¿qué se entiende por libertad?

Algunas personas entienden por libertad, hacer lo que se les antoja, hacer todo lo que quieren.

Porque soy un joven libre, porque soy un hombre libre, porque soy una mujer libre. Total no hago mal a nadie. Hago lo que quiero.

Otras personas le dan otro enfoque más interesado: libertad es poder hacer lo que me conviene.

Otros es hacer lo que hacen todos. Total, todo el mundo lo hace.

¿Por qué no lo voy a hacer yo? ¿Qué problema hay, de que yo ejerza la libertad haciendo lo que me place? ¿Por qué no puedo vestirme a la moda? Todos la llevan.

Y así cuando me quiero acordar y sin darme cuenta es normal que vaya enseñando el ombligo o la espalda, allí justamente donde cambia de nombre. Me pongo un arito en la lengua, otro en la nariz, otro...otro....

Todos lo hacen, todos lo llevan.

La libertad mal entendida no solo afecta a la persona que la ejerce mal, sino que también invade e hiere el ejercicio de la libertad de toda la sociedad.

No puedo ser un padre de familia si hago todo lo que se me antoja, si hago lo que me conviene, si hago lo que hacen todos y no lo que debo hacer como padre.

Esta actitud no solo produce estragos en él, como persona, sino que su familia es la primera en salir afectada en su vivir como familia. Los hiere a todos, los perjudica a todos.

El ejercicio de la libertad no es algo exclusivo, sino que es algo que también la ejerzo yo, para que cunda en los demás. Sea ejemplo a los demás.

Hoy, muchos nos creemos libres. Muchos nos creemos que gozamos de gran libertad pero sin embargo estamos esclavizados en muchas cosas.

¿Por qué? Porque la libertad mal entendida, esclaviza. Provoca en las personas esclavitudes.

Veamos algunas: la esclavitud de los instintos. Si vamos al diccionario dice: la actitud que emana hacía un fin sin previo conocimiento, sin reflexión previa.

Es lo que hacen todos los animales.

El gorrión hace su nido por instinto. Como lo viene haciendo desde el principio de los tiempos y lo seguirá haciendo así, hasta el fin de los tiempos.

El perro hace de perro y el caballo instintivamente hace de caballo. Seguir el instinto sin reflexionar, es hacer lo que hacen los animales.

El hombre es el único animal creado que sabe, que sabe.

Y por ello al instinto le debe poner el conocimiento, la reflexión.

Y todo el saber de lo que sé o saben otros.



DISCUTIDORES AIRADOS



 

Recibo muchos mensajes y comentarios adversos, y muchos agrios y agresivos sobre lo que escribo, pero eso no me impedirá exponer lo que es la verdad. Si no fuera así no escribiría. Me gusta más leer. He contestado a un mensaje insultante y descarado, más o menos de la siguiente breve manera.


La verdad es clara, y existe. El relativismo es una falacia. Hay verdades incontestables, como son la noche y el día. El cristal corriente es más frágil que el acero y comer cuando hay hambre es mejor que morirse por causa de ella.



Después podemos matizar todo lo que queramos pero el agua es agua y el fuego es fuego. Una vez establecidas estas premisas voy a herir un poco la sensibilidad del correspondiente con solo palabras bíblicas, para que se entere de este negocio de la salvación.



Dice Jesús sobre este mismo caso cuando se le presentó. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. (Mateo 7:6)


Como es natural, todos comprendemos que a los que solo quieren pendencias no hay que darles motivo para discutir, como si nuestros argumentos fueran dirigidos a una pared, que ni quiere conocer sino disputar.



Este señor dice que no le importa lo que diga Jesús. De ahí que como a mí si me importa, y mucho, no pueda haber cambio de impresiones, porque una parte está dispuesta a todo con tal de salirse con la suya. Si la verdad se expone, él la contraría con una mentira y tan frescos.



Cualquiera de los que me lean podrá decir. Entonces ¿por qué le escribe usted a la gente con sus admoniciones y enseñanzas? Efectivamente después de lo dicho es bobada escribir a gentes como este mencionado señor, si no fuera por obligación y por el galardón: Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. (Daniel 12:3)



Pero hay otro versículo, que expongo a continuación,  en el cual se dice algo que nos obliga a tener que entrar en semejantes situaciones. Dice la Escritura: Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. (Eclesiastés 11:1). De hecho, este verso es tan efectivo y real como el anterior citado. ¡Y funciona!



La obligación del cristiano es proclamar el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, y eso es lo que puede provocar las situaciones como la expresada arriba. Termino con un versículo, que da la pauta de lo que hay que hacer.

 

Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a su perversa voluntad. (2 Timoteo 2:24-26)