domingo, 19 de mayo de 2013

PASÓ LA SIEGA.- TERMINÓ EL VERANO

        

¡Padre Bendito! Nosotros nos hemos rebelado, nos hemos amotinado contra tu autoridad, y al salirnos de tus manos tenemos que bregar con la vida sin norte y sin guía. Detestamos tu paternidad y orientación, y nos vemos abocados a la autodestrucción.

No de otro modo podemos explicarnos el cúmulo de angustia, carencias, y frustraciones que padecemos; todos provenientes de este abandono de su protección y amor, que hemos despreciado, de tal manera, que lo hemos convertido en un tal odio que, al no poder proyectar contra Él ¿quien subirá a ti? (Romanos 10:6)) lo descargamos sobre sus servidores.

¿Pero es que no estamos viendo como se ponen rejas y se instalan cámaras de video, así como alarmas y otros mecanismos para protección de nuestros semejantes? ¿Qué seguridad tenemos en este mundo peligroso, en el que solo la policía y la cárcel persuaden precariamente de los destrozos que nos amenazan cada día?

El trabajo que se puede perder, los peligros de quedarte sin una ocupación remunerada, y no poder llevar a tu familia los bastimentos necesarios para su vida y su desarrollo. Todos estos, y muchos más elementos nocivos componen la vida de todos, y si esto es seguridad que lo vendan ellos como seguridad. Yo no lo veo así. Máquinas infernales de destrucción se ciernen sobre nosotros, y seguimos postrados ante los idolillos que nos ofrecen por los más distintos canales.

Y es que en la seguridad crece la jactancia y el orgullo,  que creemos que proviene de nuestro propio poder, y que solo es resultado de que nos vayan bien las cosas. ¿Cómo van a andar bien las cosas si padecemos una codicia en cada cual, que de no extirparla Tú nos haces ser crueles unos contra otros? Son los cimientos de unas falacias y mentiras más que evidentes, y que todos nos tragamos como si fuesen verdades. Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. (Jeremías 8:20)
  
El mundo se agita, se enconan unas naciones contra otras, y así contemplamos tantas tragedias cotidianas. Ciudad contra ciudad, aldea contra aldea, familias enemistadas, amigos disgustados que han convertido el cariño y la comprensión mutua en rigor y distanciamiento. La muerte reina sobre la humanidad; La presencia de Dios, tan precisa para vivir, ha sido puesta fuera de nuestras vidas por nuestra causa y desprecio. Solo somos reos de alejamiento voluntario.

Ten Señor misericordia de todos nosotros, porque solo podemos estar bajo tu misericordia. ¿A quién iremos? (Juan 6:68) Somos endebles en fe y en esperanza, y nuestras vidas transcurren en días, meses, y estaciones baldías y sin provecho. ¡Retén tu indignación! porque no podríamos resistir tu ira tan merecida.

Solo Tú puedes comprender la atrocidad de nuestro extravío y nuestra postración, tanto como personas, y también como sociedad. Muerte, injusticia, violencias, imperan más o menos ocultas. Solo podemos esperar en ti, y en el amor que tienes por tus criaturas; por ello insistimos en oración atribulada y continua.

Y acabo


Hoy por hoy es realidad el versículo con el que termino este trabajo: Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. (Génesis 6:5) ¿Nos suena?

ADORACIÓN SIMPLE Y VERDADERA


  
ADORACIÓN SIMPLE Y VERDADERA


Soy un devorador de literatura religiosa y en toda ella hay un lugar común con respecto a la adoración. De alguien que oraba mucho, se decía que tenía “rodillas de camello”, y que era un verdadero adorador; otros de distinta posturas, repeticiones, y hasta llanto, etc.
  
Todas las considero aceptables y muy buenas, si se hacen con el corazón contrito y humillado. (Salmo 51) Dios no desprecia esta forma de adoración. Podemos estar seguros.
  
Esta, creo que es la mejor de ellas; reconocer nuestras flaquezas, acciones, pensamientos, etc., confesarlos de verdad, y darnos completa cuenta de que Dios es perfecto y omnipotente, y que -por nosotros mismos,- solo valemos para incordiarnos e incordiar a los demás.
  
Nos vienen  la mente pensamientos indescriptibles de venganza, codicia, etc., -¿para qué hacer un catálogo?- Todos estamos bajo esa misma maldición, apesar de una Ley divina que es completamente para nuestra instrucción, y poder vivir en libertad de vicios y esclavitudes, que al fin y al cabo, son la misma cosa.   
  
             Oración.- Te doy gracias Señor, porque mi debilidad me hace comprender mejor mi condición humana, y el lugar que me corresponde en esta esfera de la vida; y porque también me hace ver quien eres, y la altura infinita que posees, así como tu bondad con toda La Creación.





Somos tan petulantes que queremos depender de la “suerte” o del “hado fatal”. De ninguna forma podremos desposeerle de su poder, su control, y su soberanía. ¡Padre Santo! Él es todo, y sería precioso, si eso fuera también como el apóstol dice, “en todos”. (1ª Corintios 15:28)

Por eso esperamos la venida del Cristo; para que Él, con el poder que posee, vuelva los corazones de toda la tierra hacia el Padre y hacia sus hijos. Mientras, solo podemos decir como el poeta ANTIGUO:
  




Tus casos falaces Fortuna cantamos;














Estados de gentes que giras E trocas;


Tus grandes discordias, tus firmezas pocas,En los que en tu rueda quejosos Fallamos.