domingo, 29 de septiembre de 2013

SOCIEDAD ENFANGADA EN EL PECADO (Una respuesta)


Claro que es como usted dice: la humanidad, desde la famosa Torre de Babel, se ha esforzado en hacerse a sí misma unas leyes y unas ordenanzas que, ignorando a Dios, se muestran impotentes para dar a cada persona la felicidad tan buscada por todos. Las leyes de Dios, aumentadas en sublimidad por Jesucristo, son despreciadas por casi todos. El mundo anda como vemos que anda.

Usted me dirá si el mayor enemigo del hombre no es el hombre. Hemos oído de guerras, atropellos, intolerancia, persecución, auto inmolación, reventando a la gente, aunque le cueste la vida al que lo perpetra. Opresión de los grandes, y abandono de los pequeños. La ignorancia campa por sus respetos, las personas son una triste imagen de lo que podrían ser si las ordenanzas de Dios para vida se llevaran a cabo.

La gente está triste, y por ello tiene que acudir a los “entretenimientos” y los espectáculos de masas como masa que es. Machacados por la tribulación que es renegar de la voluntad de Dios, han de “divertirse” por cuanto su espíritu está vacío y han de llenarlo con espejuelos del diablo que al hombre natural resultan muy atractivos.

Y así dice el Señor a Jeremías y por tanto a todos nosotros: Guarda tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed.  Mas dijiste: No hay remedio en ninguna manera, porque a extraños he amado, y tras ellos he de ir. No hay que insistir en ello, porque ya conocemos las secuelas de la droga, el alcohol, el juego, y tantos vicios como nos rodean sin necesidad de hacer un catálogo de ellos.  Ya son en muchos una enfermedad que les hace sufrir como ninguna otra.

Solo encuentran alegrías en que sus finanzas marchen bien o que su equipo favorito gane al oponente. Goebbel, ministro nazi, decía poco más o menos: la estupidez de las masas solo es comparable con su falta de memoria. Y demostró la realidad de este aserto. Los cristianos no podemos ser solo masa.
Poseemos alma y sentimientos. Y así vemos como masas enormes acuden a un evento maléfico, por cuanto ellos no se perciben de aquello es una trampa del diablo. Ellos creen que socialmente es bueno y espiritualmente también. Gran error, pues son esclavizados por lo que ellos creen que dominan.

La razón es invocada por los más irracionales, y se pone como oponente a la fe. Es como tratar de demostrar que los hombres y mujeres de fe, son tal como ellos nos prefieren irracionales y estúpidos. Nada de eso. Aunque nos juntemos para un acto o un rito cada cual tiene su propia sensación ante los misterios. No somos masa que produce gritos de ¡gol! con tal unanimidad que dan pena. Solo en estas cosas pueden concentrarse los que acuden a cada cuatro pasos a la diosa Razón.

Y estos son los menos, puesto que la mitad larga del globo es analfabeta y su crianza es poco menos que salvaje y lamentable. ¿Estos eran los resultados de la “razón” y la “educación” en “libertad”. ¿Qué razón? ¿Qué libertad? ¿Desde cuando, hacer lo bueno como estipulan las bienaventuranzas está proscrito? Reinan la hipocresía y la sinrazón, el caciquismo es sustituido por la prostitución, disfrazada de indiferencia por los sentimientos de los demás.

Todos a una se prostituyen, y así hacen verdad el clamor de Miqueas y todos los profetas: Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano.

Para completar la maldad con sus manos, el principal demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman.

El mejor de ellos es como el espino; el más recto, como zarzal; el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su confusión.

No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca.

Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa. (Jeremías 2:25)
AMDG.

domingo, 22 de septiembre de 2013

RESPUESTA A UN DISCREPANTE RESPETUOSO

             
         La Iglesia llora 

Como digo a muchos que me escriben, no es molestia que usted me refute, sino que por el contrario también me da pie para construir mis trabajos. Por tanto no se preocupe con la contradicción, porque viniendo como la suya con respeto y educación no es nada que me contraríe. Además yo no tengo la respuesta para todo ¿Quién la tiene? Así pues gracias por su mensaje.

No sé que tiene lo que escribo que levanta ronchas por todo lugar, cuando estoy convencido de que lo que escribo es para todos. No creo que con hacer patente algo que todos o casi todos percibimos, sea motivo para tacharme de tipo esclerotizado o liberal. Ni lo uno ni lo otro.

Queremos seguir a Jesús, porque nos parece que Él es el verdadero camino como dijo: Yo soy EL camino, LA verdad, y LA vida. A lo largo de mis años lo he comprobado experimentalmente, y lo aconsejo a TODOS los que en dudas y discusiones andan confusos o con mala conciencia.

Por mucho que queramos, no vamos a convencer al actual Papa de las cosas que dicen de él los seguidores de Lefrevbre, entre los que se emiten los calificativos más denigrantes contra un Papa. Porque si lo dijeran de mí, al ser un pigmeo en estas lides, es más o menos soportable. Uno más. Pero que los mismos que se alzan con el nombre de católicos y se consideran los únicos fieles, el caso es ya más peliagudo.

No entiendo mucho de liturgias y he contemplado muchas. No quiero entrar en ese callejón, que aun a los más avispados ha inquietado y exaspera a veces. Yo prefiero andar prudentemente con todos, sin que estas discrepancias me afecten, y para todos tengo comprensión de sus razones. Parecerá que soy ecléctico, y que trato de conciliar lo que es y lo que no es. Pues ¡que le voy a hacer!

Solamente procuro examinarlo todo y retener lo bueno. Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo. Herejes por causa de cómo ha de hacerse el ritual de la misa, u otras cosas concomitantes o similares en otras confesiones y en otros lugares no es de recibo. Sobre todo ignorar un magisterio de siglos ejercido y reconocido.


AMDG. 

EL SEÑOR ABORRECE POR COMPLETO:



LO QUE EL SEÑOR ABORRECE...

«Hay seis cosas, y hasta siete, que el Señor aborrece POR COMPLETO:

Los OJOS altaneros.

La LENGUA mentirosa.

Las MANOS que asesinan a gente inocente.

La MENTE que elabora planes perversos.

Los PIES que corren ansiosos al mal.

El TESTIGO falso y mentiroso.

y el que PROVOCA PELEAS entre hermanos. »


GUARDAOS DE LA AVARICIA.

viernes, 20 de septiembre de 2013

DIOS Y LA INTELIGENCIA

 



Estimado Señor: Como es natural, y como es común a todos los humanos… o a casi todos, en mi vida hay episodios de lo que no estoy orgulloso. No soy, sino un hombre que se dio cuenta hace ya años de que esto no funciona bien. Los hombres nos hemos dado unas reglas o criterios, que en rigor tienen más de fariseos que de verdadera justicia.

Pero Dios nos dio inteligencia para poder discernir lo bueno de lo malo. No todo es “del color del cristal con que se mira”, sino es bueno o es malo. El que sea malo para uno, lo que es bueno para otro es una falacia. Lo malo es tan malo para el que perpetra una maldad, como que para el que la sufre. En estos casos como dice un proverbio árabe “el bien de uno es el mal de otros”. Pero solo para los bienes bien adquiridos.

Y así dice la Escritura: Bien te ha sido declarado lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el Dios de ti, sino sólo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios? (Miqueas 6:8). Nada más y nada menos. La política no puede acercarse, ni siquiera un poquito, a la sublime declaración de la Escritura sobre toda materia que se quiera discernir.

Sé, y mi edad me lo permite, que en este mundo tan complejo y siniestro nadie está seguro de nada. Hay demasiadas figuras y monstruos pululando a nuestro alrededor. En cualquier momento, nuestra vida y nuestros sueños se pueden ver truncados por un golpe fortuito. He visto demasiados mendigos, que antes eran gente de posibles. Así pues, insisto en que no hay nada de seguridad en esta vida.

Yo sí la tengo. Creer en un viejo libro y seguir las pautas de conducta que él marca, aparece para muchos algo así como locura. Pero bendita locura, que me hace esperar mi final, con la paz y la tranquilidad con que vivo. Hago lo que creo que debo, y dejo a Dios Creador que haga su obra tal como Él ha dispuesto. Faltaría más, que un mosquito dijera a un doctor como se cura una enfermedad.

Termino con un pasaje de la Escritura Santa: Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. (1ª Corintios 1:21). Y eso hago.

AMDG

RESPUESTA A UN ATEO


Los dioses de las gentes
Por lo bien que lo hicieron
Y hay muchos más

Esto dice un ateo entre otra muchas “burradas” más: Los creyentes si los tratas de cerca verás que son escépticos, desconfiados, a veces dudan de todo, excepto en lo que concierne a la fe religiosa, esta se la tragan por las narices sin en el menor reparo, por eso muchas veces resultan desdeñando el conocimiento, en cuanto se opone a sus creencias, en esto actúan ciegamente y son capaces de tirar el conocimiento científico a la basura para justificar sus prejuicios y supersticiones. Sic. Eso dice un ateo militante y agresivo, y muy “científico”.

Afortunadamente pretendo ser bastante objetivo y no me dejo llevar por cualquier tontería “venga de done venga”. En todos los colectivos hay gente de distinta formación y por tanto ha de haber diferencias de visión.

Hay gente en la Iglesia que es algo parecido a un águila por su altura en la percepción de los misterios, y gente que solo vuela como las perdices. Dios quiso hacernos distintos. Él sabrá por qué.

“Pero otras diferencias son en teoría más pequeñas y en cierto sentido deleznables, porque se trata simplemente de personalismos, de agrupamientos que, en lugar de comunidades amorosas en el marco de esta comunidad superior que es la Iglesia, acaban formando grupos tribales entre los que es imposible la tarea conjunta porque cada cual quiere su pedacito de gloria, como si la última gloria no fuera la voluntad de Dios y servir a su Iglesia. 
Sic: Josep Miró presidente de E- © Forum Libertas”

Agarrarse desesperadamente al cura que es agrio o desconsiderado en alguna ocasión, o a fantasías que se dicen de los que dirigen alguna congregación especial, echar en cara las “riquezas el Vaticano”, no es prueba ninguna, para dejar de entender que hay un misterio enorme y fuera de nuestro alcance en el Universo, desde la más enorme galaxia hasta el insecto más pequeño.

Por supuesto que hay en todos lugares y tiempos, gente que va a los grupos o idearios con distintos propósitos, pero esos son los que enseñan a todos, y su juicio corresponde a Dios. Están ahí, y sirven queriendo o no, a la Iglesia y a Dios, lo quieran o no.

El que va de claramente sincero, no deja de percibir las maravillas que a cada paso nos inundan y arrollan con su didáctica, y no se fija tanto en los fallos (humanos) de los demás. Europa va hacia su destrucción. Tantos imperios han caído por la molicie,  la inflación, el aborto, etc. que no es fácil que esta certificación, penetre profundamente en los corazones del “Occidente cristiano”. La historia dixit.

Es una falacia que por parte de los gobiernos se trate de producir igualdad y mediocridad, pero eso solo vale con las estacas bien clavadas. Cuando llegan los momentos de crisis, el monigote de barro se tambalea como caña agitada por el viento y no tarda en ser destruido.

España se encuentra en una situación en la que los valores cristianos (digámoslo claramente) están por los suelos, y nadie quiere abajarse a recoger el testigo que nuestros mayores nos han dejado en materia de dignidad real, que daba la formalidad, la caballerosidad y el decoro; que daba la buena educación.

Y en cuanto a lo ridículo de la fe cristiana (aquí no entro en comunidades, fraternidades, o hasta sectas) tengo que decir que los valores de la solidaridad, el dialogo, la palabra dada, la decencia, la austeridad, etc. son ridículas (se puede añadir muchísimas más),  siempre han sido la base de la convivencia, y su negación retrata perfectamente al que lo niega tan indecentemente, y al que en su fe es atacado. Analice cada cual quien es el ridículo y totalitario. Y a veces un monstruo aberrante y dañino. “El sueño de la razón produce monstruos”.

AMDG.      






domingo, 8 de septiembre de 2013

CORRILLO DE CRISTIANOS



Traigo a colación una conversación que un día se suscitó entre unos pocos amigos de distintas confesiones. No se conocían entre sí y al principio había como una especie de velo o cendal que nos separaba a unos de otros. Cuando nadie hizo demostración de tratar de llevar a los otros a sus propias formas de contemplar el misterio de la fe “en Jesucristo” esta desconfianza desapareció al tener todos un común Señor y estar de acuerdo en las cosas principales.

Y ya confiados y cada cual en sus creencias (que no fe), esta separación y desconfianza fue desapareciendo, cuando les dije que igual que los paganos pueden con libertad hablar entre ellos, y esto es cosa general ¿porqué los creyentes, aunque fueran de distinta extracción, no podían reposadamente aportar argumentos de contraste entre ellos? La fe santa se cuaja en estos pacíficos corrillos, aunque en el fondo cada cual esté convencido en su propia mente de su forma de agradar a Dios por medio de la fe. (Hebreos 11:6)

Al principio todos estaban algo remisos, quizás por la presión de sus congregaciones, y tal vez recordando el versículo que dice: Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: !!Bienvenido! (2 Juan 1:10) Es natural que en personas ignaras se pretenda librarles de tal ignorancia para que conozcan bien los basamentos de la fe y ellos tomen su decisión, o queden más asequibles a la acción del Espíritu de Cristo.

Las razones de cada uno por las que éramos de distinta confesión, no caben en este escrito, sino en la convicción de que sin una instrucción, aun superficial, no van a entender razones que desconocen casi totalmente. Y bien sabe el Señor que hay mucha ignorancia hasta de lo más elemental.

Y es lamentable la escasez de instrucción, y por ello de conocimientos, que planea sobre la mayoría de la gente. Bien sabemos que no todos son llamados, y de estos pocos los elegidos, pero la ignorancia hace que muchos buenos cristianos sepan menos de la Escritura que un niño de una escuela dominical. Y tengo la alegría de constatar que hubo muchas aclaraciones, y se transmitió por todos mucho espíritu de fe y esperanza.

Esto no es aceptable de ninguna manera, y de ahí las responsabilidad de cada creyente de aportar, correctamente, su mucho o poco conocimiento. Para que la fe no sea, como nos acusan a veces los extraños, una fe ciega y desconocedora de porqué se cree y por qué se actúa.

Es posible que el que habla o escribe no sea muy buen expositor de la doctrina, aunque tampoco hace falta ser un Sócrates para proclamar con entusiasmo la fe recibida de apóstoles y profetas, en el largo caminar de la historia que las Santa Escrituras manifiestan a lo largo de su lectura o mejor aun, el estudio de ella. Y al final está Jesucristo el cual es totalmente infalible en los misterios de Dios, su Padre.

Siendo, como es, la Escritura lámpara a nuestros pies y lumbrera en nuestro camino, es muy preocupante ante la apostasía general, que no se tenga la salvación como asunto principal de nuestras vidas, y término de nuestros esfuerzos. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. (Romanos 10:2) Dice pablo de muchos.

Sin conocimiento se está a merced de lo que se le ocurra decir a cualquier bigardo, que piense que ha descubierto algo nuevo, y quiere embutir a los demás de esa patraña. De ahí la responsabilidad de la Iglesia de Dios, columna y baluarte de la verdad.

Es pues el conocimiento obligatorio de las Santas Escrituras, a cualquiera que se tenga por creyente, tenga en algo la salvación eterna y la presencia perenne de Dios en su vida. Tal conocimiento le ayudará a moverse, en un mundo cruel y perdedor de almas, con los señuelos y espejuelos del placer inmediato y del orgullo de la vida. ¡A Dios la gloria!

AMDG.  

miércoles, 4 de septiembre de 2013

ARMONÍA ENTRE HERMANOS




Es un gran dolor que todos los grupos, iglesias, sectas estén enemistados entre sí teniendo todos el mismo Señor. Está bien ser fiel a los propios pensamientos y conciencias, pero eso no capacita para criticar otras formas de adoración, más o menos rústica, pero sinceras y sentidas. Creo que lo que hacen los  lefebvrianos es pasarse en los calificativos y en el desprecio y hasta odio hacia la obra de Asís. Son cismáticos, y es un misterio hasta donde llegarán.

Hay quien se ríe de las figuras, estatuas de santos o crucifijos. Hay quien es capaz de matar por que estos sean el objeto de adoración, y todos creen que matar en el nombre de Dios es lo que Dios quiere. Curiosa manera de adoración y reconocimiento de la inmensa sabiduría y justicia de Dios. Tenemos al Cristo que nos ha revelado su voluntad ¿Qué más necesitamos para hacerla?

El cristiano sabe que su vida es un pasar, y se apresura a hacer todo lo posible para ser coadjutor de la obra de Dios. San Pablo habla de esto, y es firme en su enseñanza a todas las iglesias primitivas por las que pasaba o establecía y escribía: la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.-1ª Corintios 3:13.-

Debemos dejar que Dios se ocupe de las vicisitudes de los demás y tratar por todos los medios lícitos, de ayudar y comprender el punto de vista de los demás. Donde estén dos o más reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Tratar a otros de forma despectiva porque no profesan la propia fe, o los métodos de uno, es imitar a muchos que, no solo desprecian, sino que perjudican gravemente a los demás que no acepten sus premisas sobre la vida y la muerte, la adoración y hasta la oración. Y lo hacen en el Nombre de Dios.

El cristiano en su convicción de que le espera una vida infinitamente mejor no cae en vanidades que solo llevan a la perdición. No ha de ser chismoso, comprender los puntos de vista de los demás, aunque sostenga brava y pacíficamente la Verdad. Estimular cualquier capacidad que promueva la paz entre los hombres, y no tratar de imponer la verdad relativa propia.

Asís y el respeto mutuo, son un claro ejemplo de lo que a mí me encantaría que sucediese en todo el mundo. Somos como hormiguitas en un inmenso Universo y cada cual se atribuye a sí mismo un papel que no le corresponde. Dejemos a Dios que haga su obra, y no tratemos de interferir en ella. Es una inmensa estupidez y hacer la obra de Dios por nuestras manos como si fuéramos alguien.

Todo está previsto, sobradamente conocido, y decidido desde lo que llamamos eternidad. Hagamos nosotros la proclamación de nuestra fe en las condiciones apropiadas, y dejemos que el Señor haga su obra a su propio aire, porque muchas veces hemos querido hacerla nosotros, con los resultados que conocemos por la historia y la actualidad.


A Dios no se le puede negar, lo llamemos como queramos. Él está ahí y nada de lo que hagamos unos seres creados, en un mundo minúsculo entre trillones de galaxias, podrá torcer lo que Él tiene previsto y conocido. Hagamos profesión de nuestra fe sin alharacas ni jactancia, y lo demás dejemos que lo aclare, el que juzga con perfecta justicia y misericordia. A Él sea el imperio por los siglos y al Cordero. Amén.  

domingo, 1 de septiembre de 2013

PENUMBRA Y LUZ



                                                     ….cuando no sabéis lo que será mañana.
Porque ¿qué es vuestra vida?
Ciertamente es neblina 
que se aparece por un poco de tiempo,
y luego se desvanece.

(Santiago 4:14)

 Mi amigo Carlos se empeña en que "la vida es una neblina" y le dice a Homobono que “eso está en tu Biblia”, como si la Biblia fuera patrimonio de nadie en particular. Y es cierto que la vida es como una neblina, que al que no ambiciona las excelencias de la vida eterna, le parece eterna por lo molesta, y porque le impide desarrollarse. 

El que cree sabe, y digo bien, “sabe”, que después de la neblina aparecerá el sol que la levantará, y al fin resplandecerá, reinando sobre la oscuridad y el frío de las pasiones y los desencantos. Como una fortaleza resplandece a través de la fe y somos capaces de entrever entre la niebla la magnificencia de lo que nos espera.

Conocemos, en el espíritu cristiano, que estamos en medio de una neblina, aunque que a través de ella percibimos que esta luz que nos envuelve, es originaria de otra sublime fuente que resplandecerá para nosotros y brillará tan pronto como esta neblina sea levantada. Homobono le dice que vivimos en fe. 

No es una fe sin fundamento ni ceguera ante la realidad, sino porque aun no estamos en condiciones de recibir directamente la luz del Sol de Justicia, en toda su plenitud y que resplandece en la eternidad, por encima de esta neblina que es la vida. La fe abre un boquete, aun chiquito, para que la luz sublime nos ilumine en medio de la tenue claridad del amanecer, cuando la neblina se empieza a levantar. 

Es a través de la claraboya de la fe, como se puede vivir en la esperanza, para disfrutar uno por uno los días de nuestra travesía por esta vida que nos ha sido concedida. Llegará el momento en que los rayos divinos nos iluminen en su plenitud, y nosotros demos gloria a Dios en la evidencia de su presencia.


Carlos se ríe de lo que él llama nuestra ingenuidad, y esto lleva a Homobono a surtirle de toda suerte de argumentos; para los que somos de Dios, las sutilezas son  superfluas, porque para nosotros la fe es la evidencia, y en ella vivimos flotando por entre los claroscuros de la niebla, para intuir y saborear el infinito haz de luz que a cada creyente ilumina. No es ingenuidad sino certeza de que hay un Creador y Jesús (el verbo) nos los dio a conocer. 

El resplandor eterno, es para nosotros la Vida Eterna, y la inefable presencia de Dios en las divinas y perennes moradas. En esa convicción y gozo vivimos. No nos plegamos a la burda idea de que somos una sutil gasa que se extingue. O como dice el poeta "cendal flotante de leve bruma". Preferimos La Vida, a una muerte que reine para siempre. Para nosotros el sol de justicia no se extinguirá jamás.

AMDG