sábado, 13 de abril de 2013

FANATISMOS Y MÁS



Verás querido amigo: no soy un fanático de nada porque nada en este mundo merece que se fanatice uno y menos...  por nada. Fanatizarse es ir tras una idea, hombre,  o cualquier otra cosa, sin razonar y sin comprobar las consecuencias de tal fijación de ideas.

Lo que si hago es seguir los consejos y ordenanzas de Jesús el Cristo de Dios  porque me va de maravilla llevarlas a la práctica. No se trata de una fe ciega, como si los cristianos fuésemos tontos y engañados. Está comprobado que el seguimiento fiel de sus mandamientos, es ley natural.

Lo que ya no es ley natural son las burradas que hacemos con nuestros cuerpos y almas, por seguir la corriente del siglo que es como conoces aparentemente más divertida quizás que las normas antiguas, pero que nos llevan indefectiblemente a la inseguridad a la lucha y al desasosiego, y a la perdición. Se está muy a gusto con la conciencia tranquila y el sueño pacífico

He visto demasiadas esplendidas personas que por su porte y su gracejo atraían a todos, y después he tenido la pena de ver que con cincuenta años o menos, se iban para siempre y su final ere una negra sepultura. Sé que puedes decir que allí vamos todos, pero es muy distinto ir con una esperanza firme que al azar de la Parca.

Así pues nada de fanatismos, que veo a mi alrededor a centenares. En personas con las cuales hablas y parece que lo haces con una pared. Y no solo en gente mediocre, que muchos comentaristas de programas de mucho fuste, están tan penetrados por el fanatismo que es casi vergonzoso escucharles. Todo el mundo dice que lucha por la verdad, y lo que hacen es proyectar sobre los demás sus fobias y resentimientos.

Si te hablo de partidos políticos, sindicatos, instituciones, no dudarás de que eso esté más manipulado que la carne de buey con caballo. Todo está contaminado de corrupción y fanatismo. Solo hay que leer un periódico, y para más y más, lee los comentarios a los artículos que se escriben en los periódicos. La verdad solo es una, estoy en la verdad, y sé a quien he creído. Y me va muy bien. 

Debes saber claramente, que lamento el tiempo que he estado alejado de Dios. Solo coseché angustia y despiste, porque era como un vendado de los ojos tratando de romper a una piñata. Ahora, limpios mis ojos y mi conciencia por medio de Jesucristo, ya reposo con solo los pequeños inconvenientes normales de la vida. Por cierto, producidos casi todos por los fanáticos de la idea.

"Nunca extrañéis que un bruto
 se descuerne luchando por la idea".

A. Machado