sábado, 21 de abril de 2012

NO A LAS INCITACIONES EXTERNAS. SOLO AHINCO

 EL HIJO PRÓDIGO
 

Como te vengo diciendo, nunca faltan incitaciones a interrumpir la ejecución de nuestros propósitos mejores, como es el trabajo serio y que vemos que tan buen resultado ofrece a los que anteriormente se lo han propuesto firmemente. Las incitaciones de que hablo, son motivo de perdida de precioso tiempo y, sin darse cuenta, entregarse a la disipación y a las estúpidas “distracciones”.

En muchos jóvenes, la falta de una ética basada en una buena espiritualidad, es motivo de disipación y “entretenimiento” en cualquier bobada o truhanería. Y siempre que tú te sumes a estas trasgresiones de tu plan a largo plazo, irás poco a poco cayendo en una espiral de desaciertos, que te hará aborrecible a los demás personas con algo de conocimiento del devenir de la vida.

Cuando un amigo o amiguito es un necio, hay que "darle puerta" para que se aleje de ti, ya que solo es un obstáculo enorme para tu desarrollo personal. La junta con otras personas es cosa de mucha selección, ya que en este campo de las relaciones un error lleva a otro, y cuando menos lo espera uno, se encuentra prendido en sus filosofías y malas costumbres. Ser amigable no es ser "compadrito” de todos.

Unos tienen un curso que aprobar, otros unos servicios que cumplir, otros unos ejercicios de autodominio que le lleven a dominar y ser señor de las circunstancias, en lugar de esclavo de lo que digan otros. Eso es lo que Jesús decía, con palabras naturalmente espirituales. El que hace pecado, esclavo es del pecado. (Juan 8:34)

De esos descuidos en la auto confianza y autocontrol de cada pensamiento y acto, derivan las consecuencias que conocemos de jóvenes entregados al vicio de la droga, la bebida, y otros vicios que ya les roban la libertad, les hacen perder todas su opciones a destacar por su virilidad, confianza en sí mismos y consecuente conducta. Su porvenir queda contaminado y en precario. Y ya no hablemos de espiritualidad verdadera que tanto aborrecen los jóvenes, aun  sabiendo que es el único camino para ser hombre auténtico.

Es inteligente procurarse placeres que sean compatibles con el propósito principal de vida que se haya adoptado de antemano. Placeres  de los que se puede hacer una lista interminable. Es lícito facilitarnos metódicamente el máximo de contentamiento posible, pero independientemente de él debemos oponer a las sugestiones de afuera una negativa inquebrantable, una negativa de principio, sorda y obstinada. Para ello contamos con la inestimable ayuda de nuestros mayores.   

Al principio estos mayores pueden aparecer como desfasados, pero te puedo asegurar que ellos, bien elegidos por su veteranía y conocimientos, y por el solo interés que ponen en tu felicidad, ya son algo que debes valorar como un auténtico tesoro. Nunca te encaminarán por camino errado.