domingo, 6 de mayo de 2012

TE AGUARDO MARÍA

Te aguardo como a espléndida alborada
Que desgarra a la infausta noche oscura,
Y hace surgir colores y ventura
Al corazón, y mente enamorada.

Un alma que vivió seca y frustrada
Hasta que de tu luz vivió la albura
De la paz, y la viva luz tan pura
Que pedí  cuando ya desesperaba.

Y te llegaste a mí cual bella hada,
Sin ira ni reproche, tan cordial
Que me abriste la claridad velada.

¡Que feliz me sentí con el cordero!
Al que tú me llevaste, generosa,
Y ya eres para mí sol y lucero.

EUROPA UNIDA SIEMPRE


Me escribe un amigo (todos son amigos míos, aun en contra de su voluntad) diciéndome que hay que salir de Europa, que la Sra. Merkel es una dictadora, y que él quiere que ganen los socialistas en Francia, etc. etc. Y aunque he tratado más veces este asunto, quiero hacer recordar a los viejos que se acordarán, y a los jóvenes que viven en Jauja, las ventajas de estar en Europa.

Solo quiero decirles, que la situación económica es cuestión de un tiempo que se restablezca (para unos, será más largo y para otros, más corto). Los verdaderos enemigos son las posturas fanáticas de unos y otros, y una España dividida en regiones, ideologías, y costumbres, que producen esta gran  ignorancia de lo que significa que Europa esté unida.

¿Tendremos que recordar las catástrofes que produjeron las enemistades, el imperialismo ciego, la anarquía y las utopías que ya vemos (los que lo vemos) han sido fracasos descomunales.

La insistencia del ser humano en ignorar a un Creador que quiere el bien de sus criaturas, es la primera causa  de las guerras y las inquinas entre hermanos. Al despojar a la humanidad de su origen primigenio, hace de los hermanos enemigos mutuos.

Hace poco vi un video, en el que un fulano trataba con argumentos infantiles de demostrar que Dios no existe. Sus palabras agresivas y despreciativas, eran de lo más estúpido que se puede imaginar.

Dios no nos ama porque pasan desgracias, problemas, y muchas cosas más. Esa era su argumentación más o menos. La ignorancia,  azuzada por nuestro egoísmo, se ignoró en su charla.

Bueno, posiblemente él quería que la libertad fuera suprimida en aras de una vida cómoda, y sin pensar nada más que las burradas que él concebía. Quería que se le demostrase que Dios existía.

Sin entrar en tan manido asunto, quiero decirle que me demuestre él que Dios no existe. La pelota queda en su tejado. Las estupideces que dice no me demuestran nada. Yo prefiero creer que Dios existe… y me va muy bien.

¿Queremos una Europa débil, dividida, en perpetuo conflicto, cuando ahora podemos y pueden los que forman parte de Europa comprar y vender, viajar, y que vayan desapareciendo las diferencias, así como la ignorancia y tópicos de unos para con otros?

Una Europa que no está dejando, a pesar de las quejas, que se arruinen los países que por su mal gobierno, hayan caído en la ruina y la desesperanza. Una Europa que no cesa de promover soluciones con más o menos eficacia, para los apuros de los países que la componen.

¿O preferimos que sigan como antaño, las guerras y los millones de muertos, destrucción, y sufrimientos que se produjeron en los enfrentamientos entre las naciones, que ahora conviven con las naturales diferencias y dificultades de adaptación?

No seamos necios y preguntémosle a la historia y a los viejos, que ellos saben decir de los desastres que pintó Goya ya desde hace siglos, y las desgracias  mucho peores que las más duras estrecheces  económicas que todos sufrimos. No hay mayor corrupción que la guerra.

Vivamos en paz, y tratemos de enderezar lo torcido, que al fin y al cabo nos llevará a experimentar los problemas, como vacuna contra otras catástrofes más terribles.