viernes, 25 de mayo de 2012

COMO TÚ QUIERES


Soneto con estrambote


Es ser muy obediente y ardoroso,

Como quieres Jesús a los que amas,

Y no gustas de imprecaciones vanas,

Sino solo mirar a ti afanoso.



De nada le valdrá correr ansioso,

Al ser sobre el que amante tú derramas

Sobre su alma y su mente, santas llamas

De amor y compasión, tan abundoso.



No aceptas al pedante o vanidoso,

Sino solo al humilde y entregado,

A tu amor en la fe que ya le has dado.



Con agrado sincero y generoso

A todos nos convidas a tu lado,

Y eres ante el Padre mi abogado.



Tranquilo y abrigado

En tu gran salvación y acreditado,

Me presento ante Dios limpio y confiado

¡AY DEL MUNDO POR SUS ESCÁNDALOS!


Tomado del blog DIVINO PLACEBO


Andamos tras lo que solo es una apariencia que enciende nuestros deseos, y hace que andemos por tortuosos caminos, dejando la recta vereda que nos conduce a la vida. Y ponemos nuestros ojos en la apariencia de las cosas. No es necesario insistir en la situación de la moral  mundana comenzando por la sexual.

Pero la Escritura dice sin ambages: Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Yahvé, ésa será alabada. (Proverbios 31:30). Gustará o no a algunos, aunque eso es lo que dice la Palabra de Dios.

Favorecidos por la Gracia de Dios, son los que dejaron de distraerse mirando al mundo, y lo dejaron todo en último lugar, siguiendo por el contrario la senda de Cristo. Es un privilegio que tenemos, y no valoramos debidamente por nuestro propio impúdico descuido.

Seguir el camino del mundo, es seguir la avenida ancha y tentadora del diablo. Al final no muy lejano vendrán los lloros, las congojas y carencias de lo que más sacia el espíritu humano, que es la llenura del Espíritu, y también las carencias físicas, resultado de este desprecio por la verdadera vida.

Pero ya pasó toda esa apariencia y ahora solo queda el llanto y el crujir de dientes. (Lucas 13:28). En ese momento decimos que Dios es malo, que no nos ama y que ¿por qué, no voy a hacer lo que me dé la gana?

La verdad se ha tergiversado. Los políticos y los falsos profetas, pregonan una felicidad sin Dios, que no es posible. Ya vemos a diario los estragos que produce la desobediencia a su palabra en las almas, y también en los cuerpos. Como dice la Escritura: Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. (1ª Corintios 6:20).

Cualquiera puede hoy día buscar un recinto, y con otros pocos más fundar su propia iglesia, en la cual el papa sería.... él mismo. Así vemos la proliferación de tan dispares congregaciones que, aunque tienen un ideario básico común, difieren abismalmente de doctrina y praxis. Engañadores que hacen mercancía de los creyentes, inocentes estos o no.

El apóstol Pedro, veterano que experimentó todo esto en carne propia, amonesta en una carta, la senda de vida que hemos de seguir, sin hacer el menor caso de mundanalidades que aborrecemos por ser dignas de burla y de desprecio. En cambio el apóstol nos indica el camino y el motivo por el que nos conviene, y tenemos el deber de recorrerlo.

Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada (1 Pedro 1:22,23,24,25)