martes, 10 de enero de 2012

ZARAGATERA Y TRISTE

  


Ni mucho menos voy a decir, como Machado, que España (toda) es la que él denostaba, “zaragatera y triste”. En sus tiempos es muy cierto que tampoco en otros países se ataban los perros con longaniza.

De hecho España supo estar al margen en las dos guerras mundiales, lo que ya de por sí demuestra unos gobernantes con sentido patriótico, aunque se les puedan achacar muchos desafueros y defectos en cuanto a la gobernación interna. 

Así parece que es, viendo lo que está ocurriendo. El eslogan “que inventen ellos” se lleva a rajatabla. De moral cívica, nada de nada. No me presuma nadie, esté donde esté. No hay la menor sensibilidad al ridículo.

De ahí la situación que atravesamos, como todos los pueblos culturalmente atrasados. Se me puede objetar la genialidad española que es una maravillosa realidad, pero en asuntos de moral cívica somos unos auténticos cutres; por supuesto, “en general”.

Marche usted por una acera súper transitada, y verá usted a una masa de personas, la mayoría ignaras sobre los asuntos políticos y religiosos, y verá que solo les interesan las pequeñas cominerías. Es así, que sea posible que los tribunos de buen pico y nulos escrúpulos, muevan las masas que los miran como auténticos dioses.

Somos (cada uno en su tierra), auténticos bobalicones, enfangados en los titulillos que nos encajan los que se dicen representantes de la “soberanía popular”. Nos cuentan el cuanto de la buena pipa, y ya todos contentos decimos ¡viva Málaga! aunque el orador se equivoque y esté en un balcón de Sevilla. ¡Que más da!

Conocí en Sevilla, a un portugués que era el culmen de hombre culto, prudente, educado, y respetuoso, lo que hacía que le respetáramos todos los que le tratábamos.

Los que le queríamos a causa de sus excelentes cualidades personales, quedamos estupefactos cuando nos dimos cuenta de que los demás le tenían por hombre pusilánime y antipático. ¿Por ser portugués, o por ser culto y manifiestamente más educado que los demás? 

Ahora el Papa ha venido a España, lo que en un país católico debería ser motivo de orgullo. Las críticas más chabacanas, se han hecho evidentes en boca de “prohombres” de la “cultura” y la política, y las manifestaciones más cutres, como el instante “glorioso” de los gay besándose en determinado momento de la visita. Y por supuesto, ellos piden estridentemente respeto.

Aquí puedes decirle a un tipo toda clase de epítetos vejatorios, pero no se puede pronunciar públicamente la palabra clásica. Si lo haces te conviertes automáticamente en machista o fascista, que para los indoctos viene a ser la misma cosa, merecedora de desprecio y “discriminación”. Eso si no te metes en complicaciones. Y está muy bien.

A Dios (loado sea Él), a su Cristo, al Papa, a toda la Iglesia, se les califica como a cada cual le da la gana, de forma ofensiva hacia la mayoría de la población que es católica, de la forma que cada cual pueda concebir su militancia en La Iglesia.

Si me dicen que tengo que respetar yo lo hago por convicción y no por que nadie me lo diga.. Sin arrogancia diré que tengo el mejor maestro en todo. Los mismos que entierran a sus deudos con la imprescindible presencia del sacerdotes, que llevan sus niños a la primera comunión, etc., son los que les votan a los que sañudamente desacreditan, y persiguen, al fin y al cabo, a la Iglesia de Dios en cualquiera de sus versiones. 


ZOMBIS (IRONÍAS)


    
La Iglesia Cristiana es de lo más retrógrada. ¿A quien se le ocurre decir que los niños que se abortan son personas, y que son seres humanos? Es que es muy conservadora, y va muy atrasada.

¿A quien se le ocurre decir a estas alturas de la “civilización”, decir que no se tiene que trabajar más años para obtener la jubilación y para sobrevivir? ¿Están locos? ¡El hombre es nada; la sociedad lo es todo!

Me pregunto ¿que hace un albañil a los setenta años en un andamio, o un profesor en una escuela o Instituto, entre seres plenos de vida y de agitación como corresponde a su edad? ¿Cuándo van a poder sentarse en su butaca, y ver la tele con sus “maravillosos” programas?

Buenos o malos deben de poderlos ver tranquilamente sin el apremio del trabajo, y temas que a ellos a esas alturas de la vida ni les va ni les viene. Pero eso es lo que defienden los cristianos en todos los lugares de la Tierra. ¿Quién ha visto mayor despropósito? Es que los locos de Dios somos así.

Hay que ser rancio para proclamar que hay alimentos para todos, y que el cuidado del planeta le corresponde a todo habitante en él. Los más ricos también. Pero eso es cosa de los “Verdes”. Esos sí defienden la abolición de la cacería sangrienta de ballenas, y crías de focas, etc., cosa encomiable, pero ni es la prioridad del mundo, y eso lo defendemos todos sin tanta bambolla.

Por supuesto importa  un comino que se maten tantos millones de seres humanos, en muchas peores condiciones que el simple mazazo en la cabeza. ¿Por qué se meten los curas en estas cosas? Y para colmo, querer que se consideren a los enfermos ancianos y se les respete y cuide.

Lo razonable es que en esta sociedad de zombis, cuando los viejos no sirven para producir, se les finiquita y ya está el problema arreglado. ¿Es que no lo ven claramente?

Y como se jubilarán a los setenta años (vaya usted a saber los que llegan a esa edad), se acaba casi con la mitad de las pensiones y los arreglos de los alifafes de los viejos. ¡Que cuestan un dineral!

¿A quien se le ocurre en estas condiciones que existen de adelantos y “progreso” proclamar tan claro que los chicos (y sobre todo las chicas, porque son las que paren) hagan “guarrerías”, a pesar de que no tienen ni discernimiento para saber lo que cuesta la comida en casa, ni la cinta que llevan en el pelo? ¡Dejémoslas y animémoslas! ¿Que importan las frustraciones, los desencantos, y las secuelas de estos actos?

Las masas no tienen importancia, Se pueden machacar si es por el interés del progreso; los sentimientos, aunque sean carnales, tampoco. Todo por la progresía. ¿Qué se han creído esos arrogantes clérigos, para decirnos lo que hay que hacer o no?

¿Que no tienen pan? ¡Que coman tarta! como decía María Antonieta. Es muy fácil; y mientras les sigan proporcionado latiguillos y consignas, la gente marcha al son de trompeta y a tambor batiente por donde los quieren llevar.

El Pastor bueno, que vela por las ovejas y busca su bien a costa de su vida, es despreciado y tenido como nada por las gentes que, después se quejan y entonces sí que creen… que la culpa de lo que les pasa la tiene Él.

Precisamente el que les da la vida, les guía, y les da alimento sólido y no recetillas roñosas y de la altura de una pulga, cuando pueden ser (haciendo lo que se les indica), robles que acojan a todo tipo de animal, porque tiene y le sobra fuerza para sostenerlos a todos.

La Iglesia solo ha de darles “consuelitos” espirituales, que todos saben que son tonterías  para ricos. Bueno, no sigo, porque hay para diez tomos. Esto está así y mientras los cristianos no lo seamos de verdad, así seguirá.

Oímos decir por todas las publicaciones y predicaciones; hay que hacer esto o aquello, con la aprobación de todos, (¡que bien habla este predicador!).

¿Para cuando, ese haz de energía ecuménica de que hablaba Rubén Darío, y pasar de la teoría a los hechos? La única receta buena, de conocimiento general entre nosotros, es la oración universal por la unción del Espíritu Santo, que proviene del Padre y del Hijo, y actuar de inmediato. Eso sí, que es LA SOLUCIÓN.

Pero no nos preocupemos, que nada de eso turbará nuestro “nirvana espiritual”, ni sacará del estado de Zombis a los demás. Seguiremos criticando a la jerarquía, a los beatos, a los meapilas etc. y dando crédito a todas las injurias que se quieran verter (ciertas o no) de los cristianos, porque para eso, sí tienen que ser superhombres y perfectos como los robot.   

Que el Señor haga que me equivoque es estas profecías caseras. ¡¡¡Con que placer lo recibiría!!!   

AMDG.