miércoles, 20 de noviembre de 2013

Y DALE CON EL ARZOBISPO 2ª PARTE




Todo perfecto, todo en orden 

No entro en hacer apología de nadie, porque solo Dios conoce en corazón de los humanos y su fuego interno. La humildad es muy recompensada por Dios. Esta alegría de saberse amados y distinguidos, hace feliz al creyente. Los que no piensan dejarse arrebatar por el bien, despotrican contra las personas ya que no pueden burlarse de la doctrina de Jesús. Claro que los “progres”……

Los socialistas y comunistas, también dicen lo que quieren, (están en su derecho) y además algunos maltratan a sus mujeres que son aún peor, o las abandonan. Eso por lo visto es lo que está bien según los “progres”. Y el aborto una lacra siniestra de la sociedad que hasta el mismo PP sostiene. Allá ellos. Nosotros solo entendemos a Jesús que dijo: Bienaventurados los limpios de corazón, porque estos verán a Dios.

Ánimo, Sr. Arzobispo y adelante con la doctrina d Cristo. Usted está obligado a soportar estas cosas, que no son solo contra usted, sino que van dirigidas a la entronización del hombre, y a la destitución de Dios sobre las obras de los hombres rebeldes. Nosotros podemos discrepar en lo que sea, (no somos ladrillos, todos igualitos) pero en esto estamos totalmente con usted. No somos simples números, tenemos que afirmar la dignidad del ser humano.

Atacan no solo a usted, sino que las sufrimos todos, los que contra corriente nos dedicamos a enaltecer la doctrina y al mismo común Señor. Y somos los que hacemos hasta donde alcanzan las fuerzas por los más desfavorecidos. Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.
 Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos.

Si no se quiere reconocer, sino mirar lo que a través de los siglos y milenios ha sucedido en la Iglesia, es cosa de los perdidos. Nosotros también somos pecadores perdidos… pero perdonados. Tal vez errados en momentos, pero reconciliados por la sangre de Cristo. 

Los réprobos seguirán en un mundo de tinieblas, rencillas, envidias, etc. Todo un mundo de oscuridad como el que padecen ahora y que no quieren abandonar, aunque lo tengan que hacer (como todos) a la fuerza y sin esperanza de resurrección. No admitimos nada más que lo que nos enseñó el maestro, y afortunadamente para todo hay respuesta saludable. Le animo a seguir adelante, porque tiene usted razón.   

Con todos mis respetos.


AMDG