domingo, 16 de diciembre de 2012

DIVAGACIONES


Juntos, aunque no revueltos


Nos juntamos en una terraza, para celebrar juntos una “fechoría” de Santi que había recibido un premio. Naturalmente ¿como no? surgió la siempre esperada pregunta sobre el fundamentalismo de cada Iglesia cristiana, y la importancia que estaba cobrando la secularización y el regreso por otra parte  a las fuentes primitivas.

Ramón que es el más sesudo y tranquilo del grupo adujo en la defensa de sus criterios- es que no se puede creer lo que no se cree; se puede aceptar tal o cual dogma, pero creerlo me parece que más de un clérigo de cualquier observancia, tendría muchos problemas para aceptar algún que otro dogma sin analizarlo y ponerlo en cuarentena por lo menos.

-El hecho de que no coincidan, aunque sea en el ritual, hace pensar que tampoco coincidan en otras materias más peliagudas- dijo Fernando Aguado -Solo creo que cada cual tiene una distinta forma de ver las cosas, y que supongo que está condicionado a la forma de vida y de comunión, y a las costumbres de cada lugar-.

-Yo no veo grandes diferencias entre unos y otros. Todos dicen lo mismo, aunque comprendo que siendo más bien indiferente a estas cosas de costumbres o de reglas, no capte bien la importancia que cada cual concede a los procedimientos-

Eso pasa porque cuando se está fuera no se aprecian las diferencias- Es normal, que los que están dentro de la vida del Evangelio presten mucha atención a los matices; las pequeñas cosas pueden alterar muchas grandes. Apuntó Juan, que es cristiano, aunque no muy comprometido.

 Martín, siempre tan taciturno y tolerante, aportó.-Tengo parientes cercanos y buenos amigos que aunque no hacen el cumplimiento dominical cristiano, no dejan de ser gente honesta en su ética y en sus formas de contemplar las relaciones humanas que al fin y al cabo son las que mayormente dirigen la actividad de una Iglesia- 

Estos corrillos eventuales, permiten comprobar que aunque todos digan lo que quieran sobre el hecho “religioso”, la mayoría tiene sus opiniones sobre todas estas cosas espirituales. No son tan indiferentes como aparentan.

De hecho se ha comprobado que cuando el 11-S con el derribo de las Torres Gemelas de N.Y., entró mucha más gente en las Iglesias a raíz del terrible atentado. El hecho espiritual está dentro de cada uno de nosotros. En unos, el Reino, en otros la inquietud espiritual. En todos trabaja Dios a su manera.