sábado, 16 de marzo de 2013

ANUNCIANDO EL EVANGELIO



Querido Ricardo: en cierto modo y como hablas, tú eres un tonto, y todos somos tontos empezando por mí. Estoy convencido de mis orientaciones vitales, y trato con mis escritos de que la gente vea que mi dirección en la vida es la buena, porque al menos a mí me ha dado un buen resultado.

Además como creo al que dijo que proclamáramos el Evangelio a toda criatura y en todo lugar, lo hago en el convencimiento de que obedezco a una voz que es la verdad, y que no estoy engañado al hacer y obedecer las palabras de Jesús, referidas por sus discípulos.

Espronceda en su obra “El diablo mundo” decía ¿Qué es la vida? Un misterio ¿Que es la muerte? Un misterio también. Y si la muerte es el fin de toda obra que hacen los hombres debajo del sol, la verdad es que es de lo más trabajoso y lo más amargo en ocasiones, hasta que no se hiciera realidad la tierra de Jauja, cosa que no creo que suceda.

Prefiero pensar que hay una inteligencia superior que rige el destino de todo, y el de los hombres incluidos, y a eso me allano y obedezco. (1 Samuel 15:22). A veces meto la pata con mi mal genio o con alguna otra cosa, y es para eso para lo que necesito la misericordia de Dios y los preceptos de Jesucristo.

Se trata pues de elegir entre la nada y la vanidad o de hacer una labor para la cual todos estamos cualificados. El que sabe hablar o escribir, haciéndolo. El que no sabe otra cosa y hay muchas que hacer, portándose como un verdadero cristiano y no dando escándalo con enemistades y aborrecimientos.

Me dices también que ¿Qué es la fe? Bueno lo dice claramente el apóstol cuando dice: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11:1), y añade un repertorio de los que la tuvieron y dieron mucho fruto, aunque ellos padecieran por el nombre de Jesús.

Y termino diciendo querido amigo que si lo que creo es verdad y no tiene porqué no serlo yo vivo en la garantía de que tengo un lugar con el Creador y que la muerte ya me da igual porque sé a donde voy, y con Quién.

              Y si no es así (que lo es) mira lo que produce esta fe que, salvo los casos de personas que han caído en la abyección momentánea o permanente, el resto funda misiones y se presta como nadie a ayudar a los pobres, cosa que San Pablo cumplió cuando le fue pedido por Pedro, Santiago, y Juan, encarecidamente: Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer(Gálatas 2:10)
   
             La Utopía revolucionaria promete mucho, pero en donde domina se ve muy poco de libertad, comodidad, riqueza etc. ... para ese viaje no hacen falta alforjas. Puedes tú mismo comprobarlo, si quieres o puedes. El camino de Jesús es el mejor para el que quiera vivir eternamente: Dijo Jesús: Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás; ni nadie las arrebatará de mi mano (Juan 10:28)
           
            Yo ya elegí, y fui elegido. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. (Romanos 11:29) Aunque os extrañe a los que conocéis mi trayectoria, mi carácter, o mi, temperamento, por ahí he de seguir. Con Él me salvo o con Él voy a donde Él vaya… Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos. (Mateo 20:16).
AMDG