jueves, 12 de julio de 2012

EL CURA

Castelao cura

En la tiniebla lóbrega y lluviosa
De una noche cargada de presagios
Camina por calleja tenebrosa
El cura recitando sus trisagios.

Acaba de asistir a un moribundo
Y ya le espera aviso de otro trance,
Solitario piensa meditabundo,
Haciendo de su vida fiel balance.

No cuenta los esfuerzos ni las prisas
Ni las horas consumidas bendiciendo,
Noche y día su iglesia conduciendo.

Cuenta por el contrario las sonrisas
De los pobres que siempre fue atendiendo
Y de su ángel que le sigue, sonriendo.

AMDG

LAS VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA CRISIS



Como cada cual grazna como le parece, también a mí me ha parecido graznar un poco también. Voy a dar mi opinión sobre lo que está pasando en España. Muchas ventajas hemos asumido desde que la crisis entró en “crisis”.

Los comercios te atienden mejor y las empresas telefónicas han destituido su arrogancia, Las exigencias de los trabajadores y empresarios se suavizan hasta límites impensables hace diez años. Hasta las cajeras de los grandes negocios han cambiado la cara hostil, aburrida, o indiferente, en sonrisas amables porque el puesto no está tan seguro.

Es lamentable que estas mejoras de trato no se produzcan siempre. La crisis las trae. Se dicen burradas sobre la subida de impuestos. Se hacen toda clase de tropelías, escudados los bárbaros en su número, y metidos entre los manifestantes de verdad para impedir lo que ha de ser hecho.

No protestaron antes y ahora todo son quejas, aunque en toda tienda se hagan ofertas que llegan hasta el cincuenta % de descuento lo cual es una rebaja muy importante en el gasto familiar.

Por ejemplo un amigo me comunica que pensaba comprar un colchón en 530 euros y ahora lo ha comprado de rebaja en 230. Eso compensa cualquier IVA. No obstante la opinión distinta es admisible.

En el sector del automóvil (si alguien quiere mirar) la baja de precios y las facilidades son esplendorosas. Se me puede decir que ahora ¿Quién tiene dinero para comprar? Esto es cierto, pero estamos hablando de IVA y otros impuestos. ¿O eso no vale?

Si no queremos valorar las ventajas y somos sumamente “quejicas”, solo cosecharemos fracasos, incluyendo las algaradas que ya hemos visto como son.

En Francia, “Las “compañías republicanas de seguridad” que aquí llamamos antidisturbios, llevaban palos de madera en lugar de las porras de goma . Esta policía nuestra, es mucho más eficaz sin estos extremos, A.D.G.

En todo lugar las represión de inciviles actos, es mucho más rigurosa que en nuestra blanda España, donde la policía se ve muchas veces desbordada por no usar medios antidisturbios más dolorosos y más eficaces. Me alegro de que sea así, y les rindo homenaje de simpatía.

En la televisión he visto como los manifestantes reclamaban sus derechos en filas y ordenadamente y obtuvieron mi simpatía. Las escenas de quema de cubos y rotura de cristales, por energúmenos resentidos que no indignados, me hicieron perderlas.

Nada había que decir de lo anterior. Solo se habla de lo actual que era previsible por todos. ¿O es que éramos tan tontos que no sabíamos que “el que se come la gallina tiene de excretar las plumas”?

¿Creemos que los alemanes no están ya hartos de trabajar para que nosotros vivamos bien? Creemos que “amos p´alante” es la solución. ¿Ahora nos damos cuenta de que estamos entrampados y que nadie quiere ya comprarnos los bonos ni a barato ni a caro?

Dice un amigo mío bastante expresivo: “¿Como pollas vamos a pagar, el marrón que tenemos?” Refiriéndose el hombre muy granaínamente, a la colosal deuda a la que nos han llevado entre unos y otros. Dicho sea de paso, apoyados por los mismos que ahora más se quejan.

LAS TRIBULACIONES DE ESPAÑA ECONÓMICA

 



El rey Carolo tercero
Llenó España de dinero,
Pero vino Carlos cuarto
Y nos dejo sin un cuarto.

Entre Fernando y Cristina
Trajeron otra ruina;
Vino Primo de Rivera
Y nos dejó de primera

Entre Niceto y Azaña
Formaron otra maraña;
Se metió Franco por medio
Para poner el remedio.

Y vino la democracia,
Que es cosa sin sal ni gracia,
Para fabricar ladrones
En todas las direcciones.

 Y sin dar explicaciones
Pararon cinco millones;
Vino Rajoy, y sus huestes,
Lanzando rayos y pestes.

Las cuentas no les cuadraban
En una causa perdida,
Y los pobres trabajaban
Pues en España jodida
Se robaba sin medida.

Y aquí termina la historia
De Perico, un buen obrero,
Que por oír la oratoria  
Y votar a Zapatero
De todos pagó el primero,
Y aquí se acabó la euforia.

Espero un politiquillo
Que tenga algo de vergüenza
Se juegue todo a conciencia
Con su poca o mucha ciencia
Y si no ¡ahí os quedáis!
Los listos… y los “juláis”