domingo, 26 de enero de 2014

TRADUCCIÓN DE UN ARTÍCULO POR STEFANIE CLAUDIA MÜLLER(*), ALEMANIA

 


En Alemania crece la critica contra la supuesta "mentalidad de fiesta" de los españoles; en España los medios cada vez son más negativos con la supuesta dureza de la canciller Merkel.

Pensamos que la situación es mucho más compleja de lo que presentan ambos gobiernos y la mayoría de los medios. España no es Grecia, pero España puede ser un paciente crónico si Alemania, junto con Europa, no contribuye a solucionar sus verdaderos problemas.

España no debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el sistema político y económico, hoy en manos de una oligarquía política aliada con la oligarquía económica y financiera, y sin que se aumente la participación ciudadana real en las decisiones políticas.

Para no perpetuar la crisis y endeudar a los españoles durante generaciones, el Gobierno español debe reformar a fondo la administración de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, en su mayoría en bancarrota y completamente fuera de control, sometiendo a referéndum el modelo de Estado.

Este tema es la clave del futuro de España, porque las regiones, ayuntamientos y diputaciones son los responsables de los dos tercios del gasto público ―234.000 millones frente a 118.000 el Estado en 2011, excluyendo la Seguridad Social, 23.000 millones, y este gasto se realiza en condiciones de descontrol, despilfarro y corrupción totalmente inaceptables.

Las razones verdaderas de la crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que ver con salarios demasiado altos (un 60 % de la población ocupada gana menos de 1.000 euros/mes), pensiones demasiado altas, la pensión media es de 785 euros, el 63% de la media de la UE-15 o pocas horas de trabajo, como se ha trasmitido a veces desde Alemania. A España tampoco le falta talento, ni capacidad empresarial ni creatividad. Tiene grandes pensadores, creativos, ingenieros, médicos excelentes y gestores de primer nivel.

La razón de la enfermedad de España es un modelo de Estado inviable, fuente de todo nepotismo y de toda corrupción, impuesto por una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías financiera y económica, y con el poder judicial y los organismos de control a su servicio.

En España no existe separación de poderes, ni independencia del poder judicial, ni los diputados representan a los ciudadanos, solo a los partidos que los ponen en una lista. Todo esto lleva también a una economía sumergida que llega al 20% del PIB y que frena la competencia, la eficacia y el desarrollo del país. Además, detrae recursos con los que podrían financiarse educación y sanidad.

Las ayudas para España, igual que para otros posible candidatos de rescates, no deben ir a bancos ya casi en bancarrota y fuertemente politizados. En la CAM, el Gobierno ha comprometido 16.000 millones de dinero público en lugar de cerrarla; en Bankia, 23.000 millones.

El Ejecutivo acaba de darle 5.000 millones urgentemente para cubrir pérdidas en vez de cerrarla, y además de forma tan extraña que despierta todo tipo de recelos. ¿Por qué se ha utilizado el dinero de los españoles (FROB) en vez de esperar los fondos de la UE? Es lícito suponer que la razón es la siguiente: los bancos no quieren que la UE investigue sus cuentas.

Control estricto, y duras condiciones. Ya el caso de Grecia ha demostrado que las ayudas europeas tienen que estar vinculadas a un control estricto y condiciones duras. Esas condiciones no pueden solamente representar recortes sociales o subidas brutales de impuestos, como hace ahora el Gobierno de Mariano Rajoy con la excusa de Europa.


Se tiene que cambiar más en España que cortar gasto social, que de todos modos es mucho más bajo que en Alemania, y hay otros gastos infinitamente más relevantes que se pueden eliminar. Además, los casos de corrupción resultan tan escandalosos, incluso en el propio Gobierno, que uno solo puede llegar a una conclusión: el dinero de Europa no puede ser manejado por personas tan increíblemente venales.

NI DON JUAN NI JUANILLO



Estimado amigo: creo que usted exagera al decir que las mujeres españolas van vestidas como prostitutas. Eso es ofensivo para las féminas y por supuesto más aun para los varones, aunque sé que no ha querido llegar tan lejos como yo le hago ver. Es cierto que a veces vemos muchos extravíos en el vestir y en el proceder de muchas mujeres, que parecen haber perdido el decoro y que se comportan como los chicos.

Desde siempre la mujer ha sido yesca y el varón fuego. Ahora parece que es al revés o por lo menos lo que se pretende es igualar, cosa que de ninguna manera como se contemple puede ser real. Las mujeres tienen mucho más recato. Ese es su misterio que tanto atrae a los varones. Ninguna mujer (las excepciones confirman la regla) se metería porque sí en un baño de hombres, y desde luego es más complicada físicamente que el hombre, y no hace las mismas tonterías que hacemos los varones.

En un vestuario entra una mujer y no ocurre nada. La única que se avergüenza por el error es la mujer. En el varón es al contrario ya que a nosotros nos agrada verlas en “su salsa”, y si es en situación comprometida mucho más. Los varones pasan de estas cosas, aunque también tienen sus pudores y más si la mujer les gusta.

Usted me dirá ¿que es lo que tiene que ver estas cosas con la doctrina cristiana, que a lo que se ve es su tema principal? Ya le digo que es un error tratar de establecer una igualdad que no existe. Ni en legislación ni en la práctica. Tratar de hacer iguales a las personas de distinto sexo es un empeño que muchas personas acometen solo para estar peor que antes.

Es cierto que los musulmanes aprietan, a mí juicio demasiado a las mujeres, pero eso no obsta para que las Occidentales hagan de su capa un sayo y para respaldarlas se haga una legislación totalmente desproporcionada. Nadie hay que sienta como yo las tribulaciones y las restricciones que a sí mismas se hacen las mujeres. Eso no es problema para que trate de mirar las cosas con cierta objetividad, hasta donde me permite mi condición de varón.  

Así que no es que yo sea misógino. Trato de ver las cosas desde un punto de vista cristiano, y la verdad es que las mujeres en su mayoría hacen caso omiso de la condición “cristiana”, y campan por sus respetos frente a sexo, a la honestidad, y a las costumbres cristianas, que están definitivamente perdidas para muchas .

Siento ser tan detestable

AMDG

miércoles, 22 de enero de 2014

¡ANDAMOS CIEGOS Y TENEMOS LA LUZ!


Pasa a veces que tenemos a Jesús ante nuestros propios ojos, y no lo reconocemos en un hermano. No nos damos cuenta ni esperamos que las personas o situaciones que enfrentamos o contemplamos escondan al mismo Cristo que está con nosotros. 

Eso naturalmente nos impide examinar las cosas desde su perspectiva. Andamos ciegos y envueltos en la vorágine del mundo, y de nuestras propias querencias y aspiraciones profanas.

Muchas personas sobre todo mujeres protestan contra el mandamiento de someterse a los maridos, pero como se ve claramente en los versículos citados anteriormente, el mandamiento es de sometimiento mutuo que no es lo que se tiene por el vulgo de «sometimiento esclavista».

Este mandamiento obliga a los hijos con los padres… y a los padres con los hijos: Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Efesios 6,1.

Ocurre que estamos demasiado cristianamente lejos  de la demasiado injustamente criticada «sumisión a la voluntad de Dios» que podría reblandecer, destemplar el buen acero de la voluntad humana, blandido contra las fuerzas de las tinieblas y el debilitamiento. (Teillard de Chardin).


La voluntad de Dios siempre está al cabo de donde acaban nuestras fuerzas y él puede empezar a actuar en nuestras cosas y en nosotros. La mayoría de los males que nos afectan es por causa de nuestro descuido y pecado.   

martes, 21 de enero de 2014

CELIBATO O MATRIMONIO

 
  
Esto lo digo para vuestro provecho; 
no para tenderos lazo, 
sino para lo honesto y decente,
y para que sin impedimento 
os acerquéis al Señor.
(1ª Corintios 7, 32 y ss).

En principio, según leo en las Escrituras entiendo que:

El creyente que pretenda seguir a Jesucristo con todas sus consecuencias, debiera imitarle así como a Pablo y quedarse soltero, si lo está. Por supuesto si tiene el «don». Es un consejo evangélico.

El creyente que no pueda contenerse por poseer un fuerte (o normal) impulso genésico, que tenga una mujer por esposa, o la mujer un hombre por esposo, «con tal que sea en el Señor». Es un consejo evangélico.

El creyente que esté casado al convertirse, no se separe, si su cónyuge consiente en vivir con él, con tal de que el otro no trate de llevarle a una distinta forma de vivir y sobre todo, disuadirle de seguir siendo cristiano.

Puede ser que con su conducta de buen discípulo de Jesucristo, haga que el otro consorte se convierta en vista de su buen comportamiento como cónyuge, y de las ventajas que este proceder procura a sí mismo y a los demás.

A la hora de buscar esposo/a, la persona creyente soltera, ha de cerciorarse de que su futuro cónyuge es cristiano de veras y no simplemente nominal. Que su matrimonio tiene posibilidades reales de supervivencia y progreso.

Considero que la costumbre de buscar fuera novia o novio mundano en la posibilidad de que puede algún día convertirse, es  perjudicial y puede resultar dañina para el cristiano. En ocasiones, estas uniones se buscan por nerviosismo o impaciencia.

AMDG

Seguirá

domingo, 19 de enero de 2014

CADA CUAL MIRE COMO HACE


 

El dicho de Jesús, de que renunciemos a todo para seguirlo a Él, no implica que desamparemos a nadie de los nuestros, porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. (1ª Timoteo 5:8) Se trata de que  prescindamos de toda persona o cosa, que estorbe nuestra vocación y llamamiento. Ya tiene la vida suficientes contrariedades, como para expiar nuestros pecados a base de suplicios que no sirven de nada.

Solo el mérito de Cristo Jesús, avala nuestra salvación y premio eterno. Nosotros haremos bien, siguiendo sus instrucciones como la que sigue: Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. (Hebreos 13:16).

Según mi experiencia, solo practicando el bien continuamente, y recogiendo alguna que otra ingratitud, rechazo, etc., basta sin necesidad de hacer expiaciones por nuestra cuenta. No tratemos de desvirtuar el sacrificio de Cristo con «añadidos» innecesarios.

Este escrito, pretende situar el tema o materia de los matrimonios en un contexto de comprensión mutua, que no excluye discrepancias, pero que no quiere ser agresivo con los que no compartan las ideas que aporto en él. Comprensión y receptividad de lo bueno de los demás.

Es un aporte de ideas, para reflexión e información, que inviten a cada lector a pensar y buscar intercambio de estas reflexiones, o para mejor asentamiento de la correcta doctrina. Quiero aclarar y no confundir. Titánico esfuerzo, y osada pretensión.

No es bueno que se establezcan conceptos rígidos que, por ser controvertidos y, para más gravedad, de importancia vital en la vida de todos, hombres mujeres y niños, son de muy delicado tratamiento.

La gran multitud de reglas y costumbres que rigen la vida de las iglesias cristianas, se establecen como un corsé mental. Hay personas que por su escasa instrucción, por flojera mental o falta de interés por las cosas espirituales, necesitan ir a remolque de alguna organización que les lleve, sin necesidad de pensar por sí mismas. Y verdaderamente hay muchos que necesitan de estas muletas espirituales.

Este modo de andar en «religión» de tantos, se tiene que apoyar en costumbres y doctrinas que el cristiano inmaduro, tiene por dogmas y mandamientos del Señor, cuando no son más que una forma aleatoria y circunstancial de procedimiento. No necesariamente mala, y tal vez muy buena, pero no determinante, y creo que ni exclusivamente la única vertiente, por donde hacer correr el torrente de la espiritualidad.

Solo que es rígida, y desde luego excluyente. Y no olvidemos que la rígida costumbre, inmovilista y arriscada en asuntos de importancia accesoria, es la peor enemiga del verdadero progreso, tanto cultural como espiritual. La historia nos lo demuestra.