domingo, 26 de enero de 2014

NI DON JUAN NI JUANILLO



Estimado amigo: creo que usted exagera al decir que las mujeres españolas van vestidas como prostitutas. Eso es ofensivo para las féminas y por supuesto más aun para los varones, aunque sé que no ha querido llegar tan lejos como yo le hago ver. Es cierto que a veces vemos muchos extravíos en el vestir y en el proceder de muchas mujeres, que parecen haber perdido el decoro y que se comportan como los chicos.

Desde siempre la mujer ha sido yesca y el varón fuego. Ahora parece que es al revés o por lo menos lo que se pretende es igualar, cosa que de ninguna manera como se contemple puede ser real. Las mujeres tienen mucho más recato. Ese es su misterio que tanto atrae a los varones. Ninguna mujer (las excepciones confirman la regla) se metería porque sí en un baño de hombres, y desde luego es más complicada físicamente que el hombre, y no hace las mismas tonterías que hacemos los varones.

En un vestuario entra una mujer y no ocurre nada. La única que se avergüenza por el error es la mujer. En el varón es al contrario ya que a nosotros nos agrada verlas en “su salsa”, y si es en situación comprometida mucho más. Los varones pasan de estas cosas, aunque también tienen sus pudores y más si la mujer les gusta.

Usted me dirá ¿que es lo que tiene que ver estas cosas con la doctrina cristiana, que a lo que se ve es su tema principal? Ya le digo que es un error tratar de establecer una igualdad que no existe. Ni en legislación ni en la práctica. Tratar de hacer iguales a las personas de distinto sexo es un empeño que muchas personas acometen solo para estar peor que antes.

Es cierto que los musulmanes aprietan, a mí juicio demasiado a las mujeres, pero eso no obsta para que las Occidentales hagan de su capa un sayo y para respaldarlas se haga una legislación totalmente desproporcionada. Nadie hay que sienta como yo las tribulaciones y las restricciones que a sí mismas se hacen las mujeres. Eso no es problema para que trate de mirar las cosas con cierta objetividad, hasta donde me permite mi condición de varón.  

Así que no es que yo sea misógino. Trato de ver las cosas desde un punto de vista cristiano, y la verdad es que las mujeres en su mayoría hacen caso omiso de la condición “cristiana”, y campan por sus respetos frente a sexo, a la honestidad, y a las costumbres cristianas, que están definitivamente perdidas para muchas .

Siento ser tan detestable

AMDG

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