jueves, 2 de mayo de 2013

CREER Y ADORAR

  


Muy estimado amigo: hablas de Dios con una desenvoltura  digna de mejor causa. Dios es alguien al que la Revelación y la Naturaleza, el Cosmos en general, revelan como autor de todo lo que se ve y se palpa. Una inteligencia que forma parte de un misterio inalcanzable para nosotros. La Revelación da cuenta, a su manera, pero verídicamente, de la existencia de Dios y la forma con que para conseguir en libertad, hemos de hacer y pensar. Todo en la más estricta índole de bondad y amor.


El que unos “científicos” con sus falaces teorías (que son refutadas o relevadas por otras más aproximadas a la realidad) naveguen por el terreno de la inteligencia, y descubran misterios y aplicaciones de lo que existe, no quita que solo puedan descubrir y no crear. Pueden hacer una oveja u otro animal a base de los conocimientos sobre los fenómenos físicos y genéticos, pero nada pueden hacer sin lo que ya está más que creado.


La misma naturaleza y la filosofía humana revela quien es Dios, y su obra lo declara abiertamente. Es quien da vida y abrigo a los humanos. No es solo el Dios de la galaxias y del infinito que sospechamos existe, sino el cercano que vela por sus criaturas. La grandeza de la creación se reduce a ser la demostración de su existencia y la obra de su potencia.


Es el señor de la historia y no solo de esta, sino que se dirige con amor a los corazones de todos nosotros, y propicia nuestra amistad con Él para la eternidad, mediante la cercanía a sus criaturas por medio de Jesucristo. Es Dios de los sufrimientos, de las alegrías, y de todo lo que al humano es grato y espiritual. Como dijo Jesús. Dios es espíritu, y los que le adoran han de hacerlo en espíritu y en Verdad. Es como el quiere ser adorado. Así lo dice la Santa Escritura:

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. (Juan 4)

Es muy fácil si uno quiere y no se rebela contra la Naturaleza comprender lo que es Dios el autor y consumador de todo. Solo hay que mirar un elefante o una ballena, o un mosquito o una  bacteria. Todo está equilibrado y todo tiene su razón de ser. Únicamente un corazón y una mente rebeldes, pueden sacar conclusiones erradas sobre la soberanía y el amor de Dios.

AMDG.