sábado, 13 de octubre de 2012

REGENERADO A NUEVA VIDA


No está en mí regenerar mi vida,
¡Oh Dios! de tan divina omnipotencia.
Suministra en mi espíritu paciencia,
Y cambia tú mi mente adormecida.

Rescata ¡oh Cristo! a mi alma compungida,
Que están mis manos llenas de violencia,
Que me ha defraudado torpe ciencia,
Que puse en tu lugar, y hoy confundida.

Entre en tu voluntad, sin más alardes
De falsa ciencia y de mordaz jactancia,
¡Llena mi corazón de temperancia!

Concédeme valor; que tú me guardes
Con tu inmensa bondad y tu elegancia;
¡Llena mi corazón de tu abundancia!

Ya, sin beligerancia,
Será mi noble anhelo por asirte,
Delicia para, limpio, compartirte.