sábado, 2 de noviembre de 2013

¡NO APRENDEMOS!


http://vicios257.blogspot.com.es/2010/01/proposito-de-haiti.html

No aprendemos. Hay una frase que dice que "los pueblos que desconocen su historia, están obligados a repetirla". Cataluña camina hacia su perdición y arrastra a España hacia la suya. 

Unos por fas, otros por nefás, el caso es que vamos de cabeza a la destrucción. El Cristo de Dios no se tiene ya en cuenta para nada, y el enemigo de las almas y los cuerpos, prevalece hasta en las más altas esferas de La Iglesia cristiana y en los gobiernos. 

¿Es que no hemos visto a los esqueléticos seres que pululan abundantemente por el globo terráqueo,  mientras hay páginas y libros en tropel sobre dietas para adelgazar, en el mundo absurdo en que vive la "Sociedad Occidental". 

El camino de Nicola Macchiavello, es más seguido que el de Jesucristo, y el mundo se debate en cruentas guerras y persecuciones. Estas son contra los que quieren llevar a cabo la obra divina de Jesús. Él solo dijo que nos amaramos los unos a los otros como el nos ama. Y así ocurren las más vesánicas matanzas y destrucciones, y esto en lugares donde casi nada tienen, sino orgullo y espíritu de sevicia.

Lo que ocurra a las pobres gentes esclavizadas y abandonadas, no importa a las autoridades elegidas para que se ocuparan de ellos y más, sino solo su posición y mando, No se les  puede confiar nada de  alimentos o dinero para paliar las enormes y  terribles catástrofes y desigualdades.  Y tiene que salir un Che Guevara, para hacer a todos un ejemplo de lo que viene en las generaciones venideras.

La libertad de la que tanto nos ufanamos solo nos sirve para gastarnos en cuerpo y alma, para pudrirnos más y más, y transformarnos en una sociedad insolidaria y reglamentista, precisamente a causa del abuso de unos y otros. 

¿Que hay gente buena? Sin duda. Ellos son la sal de la tierra, que impide que se extienda más el cáncer que nos aflige a todos y viva cada vez más desarrollado en el mundo entero. Y son también la levadura que leuda la masa, y la puede hacer más permeable a la bondad y el amor que debemos tener por los más desdichados y desprotegidos.

Y ahí andamos por el mundo, pretendiendo que la paz prevalezca cuando no cesamos de producir armamentos cada vez más letales, que solo el miedo de unos y la fatal desconfianza de otros, impide que las fábricas se dediquen a producir mantequilla y pan para alimentar y proteger a los humanos, que en cañones para destruirnos.