martes, 3 de julio de 2012

CONTROVERSIAS CON MI AMIGO LUÍS

 



Estimado amigo: brevemente trataré de explicarle mi posición para aclararle sus dudas. No me cabe duda de que es usted más cristiano que yo, cosa que en lugar de enfadarme me alegra sobremanera. Me encanta que la gente ame a Jesucristo.

Dicho lo anterior, quiero informarle que yo no soy ni franquista ni anti-franquista. Soy una persona que pretende ser equitativa, y reconocer las cosas que observo. Y escribo diciendo lo que pasa, y doy mi opinión como todo el mundo.

De que Franco era un mediocre no lo admito, ni como general ni como político. Instauró un sistema autoritario que también provenía de una cruenta guerra, de la que algún dirigente perdedor (que no menciono) calificó de exterminio. Hágalo Gibson o Moa.

Como político, supo aunar las muy diferentes ideas de todos los que colaboraron con él, ganó la guerra, y consolidó un gobierno más bueno para unos, y menos para otros. Naturalmente, los perdedores discrepaban, pero consiguió morir en la cama a pesar de los enemigos que tenía. Descansen todos en paz.

En cuanto a mí concierne, soy muy comprensivo con los extravíos de los demás. O trato de serlo. No podemos juzgar las cosas justificándolas o denostándolas. Simplemente observemos, y notaremos que la sociedad nunca, y digo nunca, ha sido justa. Siempre hay primeros y últimos. Unos más altos y otros más bajos. Unos más inteligentes y otros mas atrasados.

Yo tengo mis convicciones claras, y siempre abiertas a nuevas experiencias o conocimientos que me hagan comprender mejor los misterios de la religión. Estas nuevas aportaciones y mis meditaciones a la sombra y inspiración del Espíritu Santo de Dios, me permiten penetrar cada vez más en los misterios (no enigmas) de Cristo.

Hago poemas a María la Virgen madre de Jesús. Le canto poemillas más malos que buenos, pero ahí están. Le canto a Cristo, al Padre, a María, a mi madre, a mi padre carnal, y a todo lo que la inspiración me dice.

Nunca he querido escribir sobre temas más apartados del cristianismo, pero como estoy seguro de que no todo termina con la muerte, mi esperanza me incita a que mis escritos estén directamente entroncados con el cristianismo. Mi fe y mi vocación, me obligan que mi escaso arte esté dedicado a mi Dios.

Esto me ha procurado muchas incomprensiones, incluso de los que eran más afines a mi pensamiento, pero yo no me siento obligado por ello y por tanto, aun gustándome mis amigos, si alguno se va, pues amigo como dice la copla.: “y si se va… que se vaya”.