domingo, 24 de junio de 2012

NO TE AMO BIEN, JESÚS



No te amo bien, mi Jesús, pues no sé valorar
Tu persona divina,  tu gran humillación,
Tu real misericordia que nos da salvación,
A los que por fe sufrimos desprecio y el odiar.

No quiero en ningún modo la fe devaluar,
Por complacer a un mundo sin fe y sin compasión,
Que del valor eterno dice ser ilusión,
Para al creyente tibio, así desalentar.

Es lacra degradante, hacerse criticar
Por una doble vida de vicio y castidad,
De dudas y temores, de gran debilidad.

Porque el cristiano es fuerte, si contigo engendrar
Sabe, una fe que arribe de tu gran santidad,
Y hacer acción de gracias, ante la adversidad.