miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿CRISTIANOS O LOROS?



                   La repetición exhortante de las palabras bíblicas tienen su propia virtud, porque hay mucha gente que no lee La Biblia y cree que no le interesa leerla, cuando puede por este método comprobar las excelencias de sus textos, y de su valor espiritual y práctico para la vida libre y valiosa. El desprecio a estas palabras, trae siempre calamidad y muerte.

Lo que ya carga, es la repetición verbal de estos versos y pasajes bíblicos, y lo poco que se practican. Todos van a sobresalir, porque todos creemos que tenemos algo nuevo que decir, cuando hace siglos que estas cosas han sido dichas y ejemplarizadas sobradamente por muchos santos y mártires.


¿Creemos que es fácil en muchos países ser cristiano? Sea de la clase o la observancia que sea son perseguidos y salvajemente asesinados, y los templos más o menos bonitos, grandes o chicos. Aquí somos arrogantes, débiles, acomodaticios, y muy poco obedientes a la doctrina de Jesús.


Aquí tenemos dirigentes más o menos buenos, tenemos fácil acceso a las iglesias, o mejor dicho templos o asambleas, y nadie se mete con nosotros. A lo más que tenemos que hacer frente es a alguna que otra burla o ironía y hasta por la militancia cristiana, que nos insulten o nos persigan, pero de forma incruenta y casi inadvertida.


Pues bien, ni eso somos capaces de soportarlo. Jesús nuestro Maestro divino nos dejó muy buenos ejemplos (su Evangelio), para que pudiéramos andar rectamente sin tropiezos, y con la paz que Él ofrece. Somos quejitas, criticones, y exigimos a los demás lo que nosotros no somos capaces de ofrecer.


Decimos que los clérigos y los oficiales de las distintas denominaciones son así o asá, y que han hecho esto o aquello. Nos agarramos a ello, como un gato a un chorizo que cuelga, pero nosotros no somos mejores que aquellos a los que criticamos quizás con razón.


Es necesario que los responsables de las Iglesias, Parroquias y grupos, cuenten con muchos cristianos dispuestos a estudiar la Biblia, y el conjunto de la doctrina y vida cristianas como prioridad en sus vidas. La flojera de todos, hace que los dirigentes no puedan hacer nada con tal material. Gente criticona y díscola, que se enfada en cuanto el dirigente no les sitúa en un lugar privilegiado.


No hay nada que hacer con esto, y lo que se hace es más parecido al mundo que a lo que es realmente la vida cristiana. Se critica al obispo,  cura o pastor, etc. y hasta los dirigentes de grupos anexos, pero nadie hace como hizo Mateo. Dejó todo abandonado y siguió a Jesús. Lo que Cristo le ofrecía, era para Mateo lo más importante, y lo que era su anhelo de toda su vida.  Surgió Jesús y se acabaron las alcabalas. Y las críticas.


SOBRE REBELIONES Y DISCREPANCIAS 1ª Parte

SOBRE REBELIONES Y DISCREPANCIAS



Acabo de leer en un mensaje de cristianos, que es necesario obedecer más a Dios que a los hombres. Como si esto fuera una novedad para los cristanos. Nadie que tenga cabeza cree en otra cosa. Si algunos dicen otra cosa es que están atrapados por otro “jefe” que los zarandea a modo usando sus mismos deseos y sus mismas apetencias. Ya sabemos quién.

Solo a Dios se ha de obedecer, pero hay que distinguir lo que es obedecer a Dios y lo que es obedecer a los hombres. Los hombres buenos adoran y obedecen a Dios, porque su adoración no es ni más ni menos que el reconocimiento de su existencia, y su potestad para hacer a  los que le aman que obremos el bien. A ellos obedecer e imitar.

Pero hoy día, todos dicen a una ese titulillo que sin dejar de ser verdad, todos se aplican de manera que en unos o en otros esto ha de ser falso. Si todos o casi todos divergen en materia de praxis o de pensamiento, eso quiere decir que o son falsos todos o solo uno es verdadero.

La Iglesia de Dios (no hay nada más que una) no tiene nada más que un camino que recorrer. Este es el camino de Cristo.  Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6). Así que el que sigue a Cristo (no por pertenecer a una congregación), ese es el que está en lo cierto. En las congregaciones hay de todo, y no todo es de recibo.

Jesús dijo claramente: El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. (Juan 14:21) Nada más y nada menos. Son palabras de Jesús incontestables para el cristiano y ahí se encuentran todos los depósitos de sabiduría, poder, y gracia.

Buscar en otro lugar o persona estas características de Jesús el Cristo, y tratar de componer algo mezclado, es ir por un camino distinto del que Dios ha preservado para nosotros los que le amamos, y seguimos sus ordenanzas para nuestro bien total ahora, y en la Vida Eterna.