sábado, 5 de mayo de 2012

SER CRISTIANO, ES SER LIBRE




Estimados amigos: realmente, en muchos puntos puedo estar de acuerdo con ustedes. Pero tengamos en cuenta la historia del Partido Socialista, y veremos que no ha dado ni una en el clavo en toda su historia. Todo ha sido fracasar, por no tener en cuenta la condición humana.

Yo tengo mis utopías como todos, pero no me lanzo a imponerlas. Bastantes tragedias se han producido, por hacer aceptar a las trágalas una idea social, un imperio, un nacionalismo, etc.

Por mi parte, cuando hubo las primeras elecciones, a pesar de las burradas que decía sobre todos el Sr. Guerra, yo les voté por que me dije que hombres jóvenes con nuevas ideas, podrían hacer algo por España y la democracia.

La decepción ha sido mayúscula, no solo en el aspecto económico sino también en el aspecto moral. Que las chicas puedan abortar, que los niños aprendan a copular desde muy temprana edad, la hostilidad hacia la Iglesia y sus principios más acreditados como el matrimonio, la pureza mental y física, etc.

¿Para que seguir enumerando virtudes, ya muy acreditadas por cualquiera que tenga en algo el honor y la decencia? No se trata de ideología, que siempre es buena... si la intención es buena.

Se trata de los valores naturales, que siempre han sido contrastados como buenos para cualquier sociedad. Las fantasías y los experimentos sociales se han mostrado inútiles, cuando no perniciosos. La sociedad evoluciona, conservando las costumbres y las ideas tradicionales, adaptándolas al momento actual.

La sociedad española, es fundamentalmente cristiana. El hecho de que muchos pretendan, por resentimiento contra la Iglesia, hacer daño a las almas de los niños y de las muchas personas que quieren vivir en paz y armonía, no desvirtúa que tienen que emplear la violencia contra ellos.

El cristianismo tiene muchas cosas de las que avergonzarse, y de otras tampoco puede enorgullecerse, pero a pesar de todo esto siempre ha sido benéfica y coherente. La Inquisición tuvo más que ver con la política que con la religión, así como en la Unión Soviética, la Iglesia se tuvo que plegar de algún modo al poder político.

En la Antigua Unión Sovietica, pasado el poder que les reprimía y que les hizo claudicar (son humanos como todos), sé que pasado el inicuo poder que les oprimía, ha vuelto a juntar gentes desde más de cuarenta kilómetros, para estar presentes en una predicación o un culto ortodoxo, católico o protestante, etc.

Y no lo hacían en cómodos automóviles, sino en los más rústicos y abarrotados medios de transporte. Carretas, caballerías, y hasta a pie, han ido de todas partes. Cuando se ha hecho una predicación de una hora, han pedido que se les dé más, porque en ese tiempo no se sentían llenos para sus expectativas.

Comparemos situaciones, y veremos lo que puede un cristianismo ferviente y decidido. Si los viéramos, nos avergonzaríamos de nuestras facilidades a la hora de practicar la religión, y lo que tienen, y han tenido que esforzarse en otros países.