Como arroyo que mana en las montañas,
Y al valle riega y da de su agua pura,
Así me llega suya la frescura
Que me aviva y me sana las entrañas.
Tal que alondra que tiembla bajo el frío
De la noche inclemente, interminable,
Y vibra cuando el sol calienta amable,
Así mi pecho canta lo que ansío.
Mi alma vive seca e indecisa,
Hasta que de María se derrama
Aroma que me torna el llanto en risa.
Y templada, pacífica, y sumisa,
En la paz y el reposo del que ama
Ya goza sus amores y su brisa.
Y al valle riega y da de su agua pura,
Así me llega suya la frescura
Que me aviva y me sana las entrañas.
Tal que alondra que tiembla bajo el frío
De la noche inclemente, interminable,
Y vibra cuando el sol calienta amable,
Así mi pecho canta lo que ansío.
Mi alma vive seca e indecisa,
Hasta que de María se derrama
Aroma que me torna el llanto en risa.
Y templada, pacífica, y sumisa,
En la paz y el reposo del que ama
Ya goza sus amores y su brisa.