martes, 26 de junio de 2012

¡Y TÚ, QUE TE CREÍAS!







Veamos: tú te creías muy listo. Te iba bien y eras negociante, constructor, o alcalde, y pensabas que lo de la moral era moralina, y que lo del Cielo y el Infierno eran bobaditas de beatos que todavía creen en un libro que fue escrito hace milenios.

La religión te parecía algo de ignorantes o de fanáticos, aunque ahora poco a poco vas entrando a una Iglesia o lugar de culto cristiano, y rezas para que en la terrible situación en que te encuentras no empeore.

Ahora que la necesitas, te parece bien la justicia, la solidaridad, y hasta la caridad, pues puedes ser uno de los que tengas que acudir vergonzantemente a un comedor de Caritas o al pastor o cura tan denostados para que te auxilie.

La familia a la que despreciabas, y en la que todos te parecían pelmas o tontos, ya te parece algo serio que te puede acoger en caso de extrema necesidad. Y es que como se decía en un cuentecillo que leí hace muchos años: en la fracción de un segundo, cambia la opinión del mundo.

Los que antes se sentían a gusto y prósperos en el carro social, ahora se quieren bajar del tren en marcha sin que les sea posible; y ahí van trampeando como pueden, con una especie de espada de Damocles económica pendiente de un hilo sobre su cabeza.

Los bancos… bueno, los bancos son los bancos ¿para que desbarrar¿ Y así todos a lo suyo sin muestras de solidaridad que solo en el mundo cristiano se da, aunque sea defectuosamente como herencia que cae en manos de pobres mortales que todos somos.

Toda esa parafernalia de conspiraciones de las naciones contra Dios, ya están teniendo sus consecuencias. No, no solo se trata de lo que pasa en África con las matanzas de cristianos, sean niños mujeres o varones o de gentes de otras etnias distintas.

Es la brutalidad del que se llena la boca de palabras como solidaridad, respeto, tolerancia, etc. y se torne en asesinatos y odios mutuos. Lo que se precipita lo tenemos en Europa donde la mentira campa por doquier y los políticos (sálvese el que pueda) resulta una manada de vagos y de extorsionadores. Por lo menos esa es la noción que tienen las masas de la clase política.

En fin el antiguo proverbio judío. “los padres comen las uvas agrias y los hijos tienen la dentera”. Nadie, con dos dedos de frente, duda de que España en buenas manos puede salir del impasse en que se encuentra ahora. Nadie tampoco, de los mismos conocedores, dudan de que se hará con sacrificios y pobreza durante más o menos años.

La revolución merodea por los problemas, y el civismo brilla por su ausencia. Todo ha fracasado, y solo los valores de honradez, honestidad, seriedad, etc. se vuelven a apreciar por las gentes, y una palabra que en mi pueblo durante mi infancia se decía de los hombres íntegros: formalidad. Y esos son valores cristianos. Sin ellos, es la hecatombe tan anunciada.

lunes, 25 de junio de 2012

CON CRISTO NO ESTAMOS SOLOS




Pues verá usted, Carlos: estoy de acuerdo con casi todo lo que me cuenta, y quiero animarle a la confianza de que Dios a los fervorosos los tiene en grande estima. Si es usted tibio, ya sabe que Dios a los tibios los vomitará de su boca. (Apocalipsis 3:16)

Pero si usted, a pesar de la adversidades que según me cuenta, no son tragedias. Permanezca en Dios y en su Cristo. Ya se asomará alguna vez a la ventana de la restauración, así como Noé se asomó a la ventana del arca cuando el diluvio.

Hoy día, todos padecemos dificultades debido a la situación que nos trae muchos parados, escasez y depresión económica. Es raro el que se libra de ella. Existen verdaderas tragedias como las de algunos graduados y licenciados.

Estos, preparados para su labor especializada y obtenida con muchos esfuerzos en sus estudios, aguardan entre unos mil quinientos más, las pocas plazas (unas cincuenta y cinco) de peón caminero, esperando con ello establecerse en algún trabajo al que ya no se le ponen pegas.

Esta situación roza ya (y es de esperar que las gestiones del nuevo gobierno las superen) en la mendicidad y la pobreza sobrevenida de origen. De una mala administración de los recursos de los que creen que el poder es una feria para ellos, en lugar de una gran responsabilidad para la que hay que estar preparado. Gobernar es prever. Y aquí no se ha previsto nada.

Aquí nos lanzabamos a la buena vida; si nos faltaban dineros se pedían a gogó, y así hemos estado viviendo de comernos la abundancia que el anterior gobierno dejó. Y por favor déjense de burbujas.

Y dejense de atacar cristianos de cualquier clase. Porque digo sin empacho, que son los mejores humanos que existen. A pesar precisamente de su caracter humano. Cuando destaca tanto la prensa y afines sobre la caída de un cristiano, es porque se espera de ellos algo más que de cualquiera otro.

Los ayuntamientos recalificaban terrenos, y de ello vivían como si el dinero surgiera de unos pozos de petróleo que no tenemos, o de unas ricas minas (que tampoco tenemos) para dar a los “nuestros” o sea a los convencidos, comodidad y rumbo de lujo, mientras las deudas se acumulaban.

Lo peor, es que los mensajes demagógicos calan en todos, sean ceporros o finos estilistas. El que no paga se convierte enseguida en un palabrero que hace trampas, y eroga mentiras sobre su economía.Y España, está así.

Y ahora como es natural, los mercados quieren ganar dinero, y la comunidad europea no se fía de nosotros. Ahora solo se tiene en cuenta lo actual sin determinar a sabiendas de origen de la situación que tenemos. O sea, estamos fritos.

domingo, 24 de junio de 2012

NO TE AMO BIEN, JESÚS



No te amo bien, mi Jesús, pues no sé valorar
Tu persona divina,  tu gran humillación,
Tu real misericordia que nos da salvación,
A los que por fe sufrimos desprecio y el odiar.

No quiero en ningún modo la fe devaluar,
Por complacer a un mundo sin fe y sin compasión,
Que del valor eterno dice ser ilusión,
Para al creyente tibio, así desalentar.

Es lacra degradante, hacerse criticar
Por una doble vida de vicio y castidad,
De dudas y temores, de gran debilidad.

Porque el cristiano es fuerte, si contigo engendrar
Sabe, una fe que arribe de tu gran santidad,
Y hacer acción de gracias, ante la adversidad.

sábado, 23 de junio de 2012

ME DUELE (Soneto en arte mayor con estrambote)



Me duele Señor mío mi ruda extravagancia,
Que no alcanza incesante a intuir tu grandeza;
Es un dolor del alma, y mucha la bajeza
Que siento cuando noto, tu amor y tu abundancia.

Duéleme mi Señor, por mi necia arrogancia,
Fallando al ignorarte mi sórdida altiveza,
¡Si solo al adorarte me empapa tu belleza!
Me da seguridad y adoro tu fragancia.

¿Por qué mi Dios, porqué? ¿Porqué, esta discrepancia
Entre el voraz deseo de disfrutarte en pleno,
Y mis locos deseos e insano desenfreno?

El mundo y los deseos, y mi necia jactancia,
Mi piedad apagada, y brillos del obsceno  
Mundo que tanto agobia, y odia al Nazareno.

¡Mi Dios, tan santo y bueno!
Líbrame, ya que puedes, con tu poder eterno,
Del enemigo malo, con tu manto paterno.

jueves, 21 de junio de 2012

AVIVAMIENTO

 

Aviva señor mi amor;
No me hunda en la rutina
Del que cree que todo sabe,
Y a todo lleve ruina,
Y con todo bien acabe.

Susténtame en el reposo
De tu protección divina,
Espolea mi corazón
A tu paz alabastrina,
Libre ya de tentación.

Que disfrute la alegría
Deje mi vida anodina,
Y sea tenido por justo;
Que tú seas mi medicina,
Y que te sirva con gusto.

No me arrolle la codicia
Ni me domine la inquina;
Del diablo, la presunción,
No quiebre mi disciplina,
Ni apague mi abnegación.

Espere tu advenimiento,
Como alegre sonatina
Que alegre mi tardo andar,
De la empinada colina
Que es mi vida y mi avatar.

miércoles, 20 de junio de 2012

NO EXISTE OTRO CAMINO






He recibido casi una lista de denominaciones, y se me dice que todas ellas están en Cristo, y por tanto son tan buenas como otra cualquiera. No estoy de acuerdo. Veamos si puedo explicar mi posición sin ofender a nadie, aunque me temo que ofenderé a todos; no es esa mi intención ni de lejos.  

Para ello voy a prescindir de toda querencia y me centraré en las palabras de Jesús y de sus discípulos, los escritores de la Escritura cristiana. Así cada cual puede examinar los textos y tomar sus decisiones  

Jesús habla de que el es el mediador único: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6) Es pues clarísimo de que no es un camino o una verdad o una vida; es el camino y es la verdad, y es la vida.

Para mí es muy claro y en esa senda no voy extraviado. Se me puede argüir que Dios es de todos, y el que cree en Dios ya tiene abierto en camino de la salvación.  

Ese argumento es invalidado claramente por el siguiente dicho de La Santa Escritura: A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. (Juan 1:18) Y la Escritura no puede ser quebrantada.  (Juan 10:35) Cada uno haría la interpretación que quisiera y el caos, mucho más profundo que el de ahora, que todavía se respeta algo la Escritura, sería definitivo.

Dios solo puede ser conocido a través de Jesús el Cristo. Toda concepción de Dios fuera de la enseñanza de Jesús es deletérea, incompleta y muy inconsecuente e inconcreta.  

La muy conocida frase de: “yo sé que hay algo”, está bien, pero no aclara nada, ni hace que la presencia de Dios llegue al sujeto. La contemplación de la naturaleza, los fenómenos físicos, el Cosmos sobre nuestras cabezas, no despiertan al verdadero espíritu, sino por la fe en Jesucristo.  

De hecho si se producen persecuciones por causa de la religión es porque realmente no ha habido interés en lo eterno y las cosas de arriba sino que las miras están puestas en dominar y aplastar.

San Pablo por el contrario dice: Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. (Colosenses 3:1 al 4) 

Y yo me pregunto siempre que cuando hay pelea y rebelión así como prepotencia y una imposición religiosa ¿no estaremos vulnerando el precepto de la paz? La Escritura dice claramente algo que ha sido mi gozo y a veces mi tormento a lo largo de mi ya larga vida: Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. (Carta a los Hebreos 12:14) 

Jesús también dijo, y termino: Quien no está contra nosotros; por nosotros es: (Marcos 9:40). Así pues el que no está contra la Iglesia de Dios cuya cabeza es Jesucristo es por nosotros. No que tenga o no tengan salvación eterna, que eso no lo tratamos aquí, sino que no son enemigos, sino apartados de la comunión con Cristo. 

Esta enumeración de citas bíblicas, es solo con el fin de ilustrar a los que ponen en boca de Jesús palabras que él no ha pronunciado. Estas son palabras que cualquiera puede comprender si quiere.

Estas contienen una verdad, que es decisiva para el acercamiento y la consecución de refugio eterno, en el Dios Creador y Sostenedor del Universo.

DIVISIÓN Y CONSECUENCIAS

San Pablo apóstol

Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. (Mateo 12:25) Tanta ciencia, tanta estupidez, tantos títulos, tantos “cristianos” que abogan por la separación de las comunidades que integran esta nación, hasta ahora llamada España, sin mirar lo que los demás integrantes desde siglos y siglos pueden pensar.

Jesús sabía lo que decía cuando habló de la forma que he expresado en el principio. España entera, como barco desarbolado, cruje por sus más fuertes cuadernas como si lo que dice un papel o lo que desea cada cual no fuese destrozado, al fin, por fuerzas que ni siquiera son ponderadas o conocidas.

Tenemos ejemplos de dispersión, que solo han traído muerte, desolación y enemistades, por el prurito de pretender ser diferentes. Cuando un  día fui a Alemania y Suiza y países escandinavos de vacaciones, comprobé que allí también había querellas entre vecinos, ambición, y comían boquerones como nosotros.

En Inglaterra, había establecimientos donde vendían pescado frito como se hacía (no sé si se hace aun) en Sevilla, en mis tiempos juveniles. En todos los lugares que estuve, vi que todo era igual que aquí, solo con las naturales variaciones impuestas por los climas y la adaptación al medio.

Ahora en la Iglesia, veo gran cantidad de “iglesitas” independientes no solo en el campo  llamado protestante, sino en la llamada "roqueña" Iglesia Católica, que tiene tantas tendencias como comunidades se deslizan de ella.

Pretenden ser católicas, pero ni obedecen al magisterio ni entre ellas se avienen en cuestiones, no solo de procedimiento, sino en materias doctrinales que no es ninguna broma. Pretende seguir siendo católicos, pero no obedecen a sus ministros que al fin y al cabo, son los están siempre al pie del cañón.

Tal cual pasa en las iglesias protestantes, evangélicas, etc. etc. Si son capaces de unirse contra los católicos ¿porqué no se avienen entre sí? Ellos se han procurado su propia doctrina, que todos dicen que es la "buena". Eso produce entre los de afuera un malestar y un tedio, que los hace despreciar lo que de bueno tienen en sí estas congregaciones.

Yo procuro entender a todos, y todos llevan (como decía mi madre) “su parte de razón”. Arregui en el pseudo-catolicismo que practica y expande a los cuatro vientos, tiene sus razones que no quiero refutar. Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. (1ª Timoteo 5:17) Esa es mi respuesta.

Todo el que lleve el nombre de cristiano, hará bien en seguir su conciencia (informada) pero no despreciar al que quizás es mejor que él. Y sobre todo, no pensar que lo que cree es más cierto que lo que creen los demás cristianos que aman a Jesús.

lunes, 18 de junio de 2012

NO ES DISCUTIBLE


                        Señor: Le he enviado a los distintos trabajos que he realizado anteriormente, y que abundan sobre los enunciados que me envía en su mensaje; o más bien en varios de sus mensajes. No voy a insistir en demostrar la existencia de Dios, porque es una cosa tan natural como la existencia del Universo. 

Por otra parte, yo no tengo porqué demostrar nada. Mejor prefiero que a mí me demuestren que Dios no existe, y así nos ahorramos un montón de esfuerzo.  Todas las propuestas que se hacen en términos de mejora de la humanidad, han fallado clamorosamente hasta hoy.

Bien o mal ejecutadas, han fallado; cualquiera que tenga una información básica lo comprende bien, porque es algo que salta a la vista de cualquiera medianamente preparado.  

No hace falta ser un Sócrates para saber que todo lo presente en nuestro entorno, hasta la más lejana de las Galaxias es originaria de una Inteligencia Suprema, que crea y gobierna todo el magnífico aparato del universo.

En lo que respecta a mi persona, yo creo porque no me es posible creer otra cosa que La Inteligencia Creadora es el que llamamos Dios, que está muy por encima de nuestras posibilidades de comprensión.

Si usted mira lo que es el planeta Tierra comparado con el resto del Cosmos, se dará cuenta de que la comprensión nuestra no es lo más adecuado para entender tan sorprendente y sobrecogedor tinglado de la Creación.

No insista usted en que el clérigo hizo esto o lo otro, o si el pastor fulano se ha hecho un capitalito a costa de las gentes, o que la fe es algo irracional... ¿Hay algo más racional, que pensar que lo que existe tiene un orden y un origen?

Es tan sorprendente, como que sabemos que cada edificio, cada carretera, cada cachivache ha sido hecho por alguien ¿Hace falta, para entender esto, que se estudie un paquete de libros de los mejores filósofos, para entender el gran misterio de la vida y los sentimientos y aspiraciones del espíritu y del alma? 

Lo que no puedo hacer, de ninguna forma, es desmontar uno por uno, metódicamente, para dejar impoluto el misterio de Dios (que es tan evidente como el Everest y la Luna), todos los prejuicios y atavismos de la raza humana. ¿Qué hay fanatismos de todos los colores? Claro que los hay, como en todo. Pero ¿que tiene que ver un mal comportamiento de seres libres con la existencia de Dios?

domingo, 17 de junio de 2012

APURÉ DEL INFIERNO LOS PLACERES



Apuré del infierno los placeres,
Engañado, y sabiéndolo de sobra,
Pero el mísero orgullo que en mí obra
Me impidió arrepentirme y me absolvieres.

Ahora derrotado  y en congoja,
Vuelvo al hombre que sin apelaciones,
Enfrentando la muerte y los sayones
Me dio vida con rara paradoja.

Entregó su naturaleza humana
En prueba de su amor recio y divino
Por mi vida ruin y anticristiana.

¿Que hacer, para pagar su augusta entrega
A Dios que se desprende de su altura,
Por mí se apoca, y con la muerte juega?

Su grandeza despliega,
Al bajar de su trono y su grandeza,
Compartiendo nuestra naturaleza.




viernes, 15 de junio de 2012

¡OH QUE VENTURA!

   

¡Oh que ventura la mía
Si tengo bajo su manto
Un refugio del espanto
 De la lucha y la agonía!

Si mi admirable María
Me acogiera con un santo
Beso que sería mi encanto,
Y llenará de alegría.

La flor de mi corazón,
Se la dedico a la Santa  
Madre de Jesús amado.

Yo no pongo condición,
Solo digo que me encanta,
Soñar que vivo a su lado.

EL VALOR DE LA MUERTE DE CRISTO.





Hay muchas elucubraciones y más ignorancia sobre lo que la muerte de Jesús significa fuera del contexto de la salvación y redención por la fe. Esto último por supuesto es para el ser humano la fuente de todas las gracias que puede recibir, ya que la sangre de Jesucristo nos libre de todo pecado. (1ª Juan 1:7)

De las consecuencias de este sacrificio de Cristo en el corazón de Dios solo puede entenderse –en mi opinión- como Dios entregó a su hijo inocente, para salvar a sus criaturas culpables y hacerlo solo por la fe en su sangre. (Romanos 3:25) ¿Dios sufrió por nostyros no solo en la carne de Jesús sino en su propio Espíritu? Pensemos.

Cuando la pascua primera en Egipto, el ángel hería a los primogénitos de los egipcios pasando de las casas de los israelitas, no porque estos fueran mejores o peores que los egipcios, sino porque la sangre untada en los dinteles les hacía pasar de las casas israelitas sin herir. Y de ahí les llegó la libertad tan ansiada. Era la sangre y no otra cosa lo que les salvaba del justo juicio de Dios

La Creación –contra lo que muchos piensan- no es un mito, y para ver claro no hay que mirar solo nuestros caprichos y desvíos de la moral del bien y el mal, sino solo mirar a un elefante o a un hormiguero. La libertad concedida al hombre, y la inteligencia para no depender solo de los instintos, es algo muy peculiar en el reino animal, en donde se empeñan en encerrarnos muchos “clarividentes”.

He aquí que somos inteligentes, y ese don no sabemos ni como emplearlo acertadamente. De ahí que surjan escuelas de filosofía, y tantas ideologías como afirman ser las idóneas para que el hombre encuentre, una adaptación perfecta a la Tierra para su existencia, y llegar con su pensamiento tan lejos como es posible. Nuestras carencias las resuelve La Ley.

Esta posibilidad, y profundizando en ella, le lleva cierta e inexorablemente a Dios. Ya no hay un punto más lejano y a la vez más cercano. Con Dios nos tropezamos siempre y a cada paso, queramos o no. Podemos rechazarlo pero no hacer que desaparezca.

Jesús, el Cristo, no vino solo a morir para nuestra salvación sino a enseñar al hombre a caminar por un terreno en el que encontraría la paz de su destino, y la fuerza para ir adelante en medio de las incomprensiones mutuas que toda persona abriga hacia las demás.

La muerte enemiga y cruel había sido vencida por la muerte de aquel prodigioso maestro que sabiendo su misión, afirmó su rostro para ir a Jerusalén (Lucas 9:51) donde sabía perfectamente los terribles suplicios que había de padecer.

A pesar de ello, en el huerto de Getsemaní se angustió hasta sudar gotas de sangre, clamando al Padre para que le librara de aquellos padecimientos. Pero conocía la voluntad de su Padre Eterno, y a ello se entregó sin más resistencia. Como hombre, padeció las angustias de la muerte, y su resurrección es nuestra resurrección.

jueves, 14 de junio de 2012

AMIGOS DE VERDAD



A veces doy la impresión de que muchas personas me refutan, pero es que de esas refutaciones o mensajes insolentes saco la materia para poder afirma mi fe, y darle al remitente una versión más real de la que el supone solo por lo que escribo, o por lo que ve en otros que hablan con el mismo lenguaje que yo.

Solo causo esa impresión porque pocas personas se molestan en refutarme. Tengo afortunadamente muy buenos amigos, tanto que a falta de mis dos hermanos mayores fallecidos, encuentro en ellos un tipo de hermandad que no depende de la familia, sino que nosotros hemos hecho tal familia.

Son persona inteligentes, increíblemente francas, que solo quiere decir que son humildes sin manifestaciones estentóreas, y me hacen sentirme bien entre ellos. Lamentablemente, cada cual está en sus asuntos y en el lugar o país no muy cercano, y echo de menos la camaradería que me encantaría tener con ellos.

Y digo esto, porque entre la multitud siempre se puede sacar personas de una valía extraordinaria, y de unos corazones sensibles y que sorprenden por su denuedo en hacer las cosas bien.

A estos benditos amigos, las palabras honestidad, honor, decencia, ética etc., les hablan de su edad juvenil, y de la comprensión que ahora tienen de las vicisitudes de la vida. Ahora no solo entienden, sino que comprenden y asumen las flaquezas de otros.

Ellos me hacen pensar y adoptar una actitud no juzgadora, y más tolerante con los demás. En otras ocasiones alguien que me parecía una persona detestable por una expresión o una actitud pasajera, al conocerla mejor y contrastar su espíritu, me he dado cuenta de sus valores y me he dicho en algunas ocasiones ¡Este es más humano y honesto que yo!

Y es que, al mirar con ojo bueno a las personas, nos damos cuenta de que son prisioneros del mismo que trata de aprisionarnos a nosotros, el diablo del orgullo. Y no quiero que pase tal cosa. Ellos despiertan en mí una oración, con el deseo ferviente de que conozcan a Jesucristo igual que yo le conozco o mejor.

Y esta oración se concreta, sin palabras ni posturas, en un deseo ferviente por su felicidad, por su entrega a las directrices amantes de Jesús, y por su eterna salvación. Ellos no saben el amor que les tengo, porque si lo supieran se lanzarían al amor hacia Dios, y el deseo de estar con Él siempre en una vida de presente eterno, tal y como Dios vive.

Solo espero en la promesa de Cristo, y en que Dios me haga digno de esta amistad, que me honra y me distingue. Mi oración es pensar: Encomienda tu camino a Dios y confía en Él y Él hará. (Salmo 37:15) 

domingo, 10 de junio de 2012

LLANEZA SIN PRESUNCIÓN



No, mi estimado señor: sus mensajes no me hacen amargarme, sino que son una excelente ocasión para expresar mi fe a los cuatro vientos. Mi fe no es arrogancia, es una forma creo que viril y espiritual, de vivir el tiempo que se me ha concedido para estar en esta esfera de la vida.

Ni tampoco soy un hombre enfermizo de mente, al que le gusta creer cualquier cosa. He andado por muchos caminos, y he ido apartando de mi mente y mi corazón de cualquier locura o estupidez de las que tanto abundan. Jesús es una realidad, y consecuentemente el seguirle es “acertar de todas, todas”.

Y me permito refutarle, porque hablo como San Pablo decía a sus oponentes: Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: (Filipenses 3:4) y desgrana una serie de características y hechos en la vida, que él tenía en mayor y mejor calidad que ellos.

Jesús tampoco era remiso para responder a quien en calidad de “enterado”, pretendía juzgarle y condenarle por sus palabras y sus hechos. Solo Él, que vivía entre gente del templo que le acechaba para hacerle caer en un “renuncio”, podía decir estas palabras que por si mismas denotan su condición divina: ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? (Juan 8:46)

Ya dice la Escritura muy claramente que no hay hombre que no peque (1º Reyes 8:46) ¿Cómo podía ir Jesús contra la Santa Escritura? Simplemente que era el Mesías prometido, y en sus largos diálogos con su Padre sabía lo que podía o no decir. Jesús no improvisaba, como puede creer cada cual. Él tenía puestas muy en orden sus ideas y sapiencias espirituales.

Toda actividad de Jesús fue precedida de unos diálogos con su Padre. No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. (Juan 5:30) Por eso podía decir que lo que hacía es lo que había aprendido de su Padre. Era la obediencia elevada a la potencia de Dios. Para Jesús solo había una sola cosa, la voluntad del Padre.

Escribo para edificar y no para destruir. Puede usted tomar estas palabras; si le convencen bien para usted, y si no quiere llegar a un compromiso con Jesús, es cosa de su responsabilidad. Páselo bien.