domingo, 31 de marzo de 2013

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 1ª Parte



Enviado por D. Camilo Valverde Mudarra
Catedrático 



El primer día de la semana, María Magdalena
fue al sepulcro al amanecer,
cuando aún estaba oscuro, y vio la losa apartada.

Entonces, echó a correr y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien quería Jesús, y les dijo:
Se han llevado del sepulcro al Señor
y no sabemos dónde lo han puesto.

Salieron Pedro y el otro discípulo corriendo los dos juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro y llegó antes al sepulcro; y, asomándose, vio los lienzos en el suelo, pero no entró.

Luego, llegó Simón Pedro y entró en el sepulcro
y vio los tirados y el sudario
con que le habían cubierto la cabeza,
no por el suelo, sino enrollado en un sitio aparte.

 Entró entonces el otro discípulo, el que había llegado primero y vio y creyó; pues no había entendido aún la Escritura, según la cual,
 Cristo había de resucitar de entre los muertos.
(Jn 20,1-9)

El Domingo de Resurrección o Vigilia Pascual es el día de gloria, es la cima del año litúrgico; es el aniversario del triunfo de Cristo, el final feliz del drama de la Pasión y la alegría inmensa que sigue al dolor. Aquí dolor y gozo se funden, al entroncar en la historia, el acontecimiento más importante de la humanidad: la redención y liberación de la humanidad por el Hijo de Dios. San Pablo afirma: "Aquel que ha resucitado a Jesucristo devolverá asimismo la vida a nuestros cuerpos mortales".

La Pascua Cristiana evoca la judía, que se festejaba y festejan los judíos, como hace tres mil años, la víspera de emprender su salida de Egipto, al frente de Moisés. Así mismo, Jesucristo celebró la Pascua todos los años de su vida terrena, según el ritual del pueblo de Dios, hasta el último año de su vida, en cuya Pascua se sentó a la mesa con sus discípulos, en la cena en que instituyó la Eucaristía.

Al celebrar la Pascua en la Cena, Cristo dio a la conmemoración tradicional judía un sentido nuevo y de mucha más profundidad. La acción salvadora de la cruz no se reduce a su pueblo, alcanza a la humanidad entera, libera a todo el mundo, para entrar en el Reino de los Cielos. La Pascua Cristiana, plena de simbología celebra la protección constante de Cristo a la Iglesia, hasta que se abran las puertas de la Jerusalén celestial.
         
La fiesta de Pascua es, ante todo, la representación del acontecimiento clave de la humanidad, la Resurrección de Jesús tras su muerte asumida libremente, para rescatar al hombre de su caída. Este acontecimiento es un hecho histórico innegable; lo narran todos los evangelistas y lo confirma San Pablo, como el historiador que se apoya, no solamente en pruebas, sino en testimonios.

La Pascua señala victoria, indica que el hombre es llamado a su dignidad más grande, por Aquel que injustamente sufrió la pasión más terrible y la muerte en la cruz. El triunfo del que fue flagelado, abofeteado y crucificado con tan inhumana crueldad.

AMDG

miércoles, 27 de marzo de 2013

DIOS EN MI EXPERIENCIA PERSONAL




Estimado correspondiente: Tengo que dejar claro para los que me hacen el favor de leerme que para mí la Semana Santa es una rememoración de la Pasión, muerte, y resurrección de Jesús. Soy de tal manera adicto a Jesús, que a pesar de “mis constantes meteduras de pata”, mi fe en Él no baja ni medio milímetro. Es que lo que dijo o hizo, está demostrado por milenios.


Por supuesto si dice que el Universo está regido por un tonto, o un poder ciego, no tengo nada que discutir con usted. Cada cual con su forma de pensar, y que cada cual se atenga a las consecuencias. Yo le expongo rústicos argumentos o impresiones. Juzgue usted lo que realmente le conviene de verdad.


Por mi parte, deseo que todos encuentren coherencia en La Creación, y traten de percibir la inteligencia que lo hizo posible, y la infinitud de otras obras suyas, que para nosotros son inalcanzables y de imposible comprensión.


La insistencia en que nada hay que no pueda ser comprendido por el hombre en su limitadísima estancia y vida, nos da una fidedigna impresión de nuestra arrogancia, y el derroche de los dones que hemos recibido.

            Por mi parte me limito a obedecer a Jesús que dijo a los discípulos: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. (Mateo 28)

Notemos que es un mandato, y no una opción. De los bautismos ya se encargan curas, pastores y hasta particulares. Prescindo de cualificar esta última práctica en quien no ha sido preparado para ello, pero lo que sí puede hacer cualquier cristiano es presentar a Jesucristo como Señor, y al par de guardar lo que mandó, invitar a otros a hacerlo en orden a su salvación eterna.

Somos todos pecadores perdidos. Los que quieran pueden ser rescatados por la inagotable misericordia de nuestro Dios y esto es axiomático para mí. El mundo, (Kosmos) que está gobernado por el maligno, sufre odios, guerras, miedo al porvenir, etc., cosa que no sucede al verdadero cristiano, que sabe que sus días están controlados por una fuerza Creadora cuyo poder no tiene límite, así como su justicia y amor hacia sus criaturas.

Haga lo que quiera, yo me limito a proclamar al Cristo a pesar de mis caídas (no hay hombre que no peque), sigo mi caminito, y detrás de Jesús ya encontré la paz y la felicidad que muy pocos hombres disfrutan en este “Valle de Lágrimas”.

No me inquieta el número de salvados o de seguidores, y hago mi labor (que no a todos gusta). Lo demás no me corresponde, sino es para llenarme de orgullo y pedantería. Creo que así está bien, mientras no reciba órdenes de la “Superioridad”.

AMDG.  

JESÚS DE LA AGONÍA ENVIADO POR C. MUDARRA



 


¿Eres tú el que ha de venir o esperamos a otro? 
Jesús respondió:”Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído… y feliz el que no se escandalice de mí (Mt 11,2-6)



Esta Semana, llamada Santa, se inicia con el Domingo de Ramos, en que se celebran dos aspectos fundamentales del misterio pascual: La vida o el triunfo, con la procesión de las palmas y ramos en honor de Cristo Rey; y la muerte o el fracaso, con la lectura de la Pasión correspondiente a los evangelios sinópticos -la de Juan se lee el viernes-. Desde el siglo V se conmemoraba en Jerusalén, con una procesión, la entrada de Jesús en la ciudad santa, el denominado «Domingo de Ramos», poco antes de ser crucificado.
        

 La Semana Santa también se compone, aquí, en España, de representaciones y procesiones en conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, fruto de la tradición religiosa y de la piedad popular, sencilla y honda; y, así, con Machado y Serrat canta: ¿Quién me presta una escalera, para subir al madero, a quitar los clavos a Jesús el Nazareno? Y, en Andalucía, por sus calles y plazas, llenas de algarabía y fervor, se ven pasar solemnes en sus tronos los Cristos y majestuosas las Vírgenes, venciendo el cansancio y la fatiga del peso y la caminata.


Mientras por las esquinas y desde los balcones van saltando al aire primaveral las saetas en encendidas gargantas de hombres o mujeres que lloran el dolor de la Madre por el Hijo Crucificado, voces limpias, sin palmas, sin guitarra, que trasmi­ten una emoción tan honda como el arrepentimiento y el llanto: No eres tú mi cantar, pero me lle­gas muy adentro, cantar de la tierra mía que echa flores al Jesús de la agonía”.


En esos cantos populares, sube al cielo el incienso de la fe de nuestros mayores, reflejo de la pena interior que siente la gente al rememorar la Infinita Pasión de Cristo, misterio esencial del nacer, amar y morir del creyente. Es el sufrimiento sin límites del Hijo del Hombre o la pena de cauce oculto y madrugada remota, según otro poeta.
         

El evangelista Juan dice: Existía la luz verdadera, que ilumina a todo hombre”. “Yo soy la luz del mundo; el que me siga, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida(Jn 1,9; 8,12). Jesucristo que impartió la misericordia, que mandó el amor y murió dando el perdón, nos invita que hagamos lo que hemos visto y oído; mirad cómo he amado y lo que yo he hecho; no he hecho una revolución cruenta, no he traído al mundo la agresión y las armas; he cambiado el mundo con la fuerza del amor al prójimo, el gran camino de luz a lo largo de los milenios".


 Es la luz que debe animar la relación entre todos los pueblos de la tierra, la convivencia universal en un mundo sin fronteras; pues "lo que cambia al mundo no es la revolución violenta, ni las grandes promesas, sino la silenciosa luz de la verdad", proveniente del Dios cercano que nos da la certeza de que no caemos en el olvido, como si el hombre fuera un producto de la casualidad. 


A este Dios, dijo el Papa, debemos acercarnos, para convertirnos en "una de las luces más pequeñas" que él enciende en la historia y así traer, en la vigilia activa de la espera, luz al mundo. La luz que ha venido para iluminar a todo hombre. Yo soy el camino la verdad y la vida”, sigue diciendo Jesús en nuestras calles a través del Cristo de los Gitanos, el Señor del Gran Poder, el del Silencio o el Cautivo.


No ha sido la laicidad, sino la tradición que ha convertido hace siglos la religión católica en fundamento de nuestra vida, como lo expresan con emoción los costaleros que llevan a hombros al Cachorro, a la Macarena o a la Virgen de las Angustias.

                                                                      C. Mudarra

sábado, 23 de marzo de 2013

SOBRE LA ATENCIÓN


A medida que el Espíritu de Dios se impone y llena el espíritu y el alma del hombre, también el cuerpo empieza a incorporarse a este estado de comunicación espiritual. Somos un todo indivisible, en el que todo obra en armonía con el llamamiento de Dios.


La confianza en Dios, y en uno mismo, se robustece a medida del continuo crecimiento espiritual, de manera que los actos son regidos por un único móvil. El que proviene de Dios que otorga por este medio, una capacidad de autocontrol superior a la que posee la gente estándar


La práctica del autodominio, deja de ser una onerosa violación a la tendencia natural, (como nos reprochan los incrédulos) por que un nuevo hombre se ha formado según la voluntad y el imperio de Dios.


La disposición natural del nuevo ser ha sido transformada, y dirigida hacia metas absolutamente superiores. Cuando realiza el bien, es de lo más normal que hay en su condición y nueva naturaleza. Es el nuevo hombre (Efesios 4:24)


No existe ya subordinación a las querencias naturales, que sigan impresas aun desde la caída en el hombre corriente. Dios actúa en nosotros y pone sobre la nueva criatura recreada, unas inclinaciones nuevas para hacer su voluntad, y todo nuestro ser espíritu, alma y cuerpo coadyuva a este divino propósito.


Así afirma y nos constriñe la Sagrada Escritura: En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos naturales engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efesios 4:22,24.


Un mandamiento, imposible de cumplir para la persona inconversa. El “hombre viejo”, aun tiene mucho que decir en nosotros. Pero es perfectamente alcanzable si entregamos a Cristo todo nuestro ser; espíritu, alma y cuerpo, actuando el Espíritu Santo en nuestras mentes y en nuestros corazones ya entregados a Él. (1ª Tes. 5:23).


Un mandamiento que solo exige lealtad y autodominio (posibles de forma natural, al nuevo hombre y a la nueva naturaleza) para que, hacer la voluntad de Dios sin aspavientos ni jactancia, sea algo grato que nos llene de satisfacción.


 Y hasta cuando alguna vez, nos contraríe al hombre natural, porque no comprendamos bien el misterio del dolor y el sacrificio pasa siempre como dice la Escritura: esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria, (2ª Corintios 4:17) Así es que cada cual llevará su galardón.

miércoles, 20 de marzo de 2013

ALGO VIEJO, RENOVADO CONSTANTEMENTE 2ª Parte



En esta edad en la que los adelantos en la técnica nos permiten las comunicaciones rápidas y abundantes, es una temeridad censurar a la ciencia y la tecnología. Lo que no se puede hacer es divinizarlas, aunque nos den cada día una sorpresa con cada mejora y con cada posibilidad ampliada.


Es decir que si ahora no se puede hacer tal cosa, la ciencia lo encontrará cuando tenga suficiente desarrollo para hacerlo. ¿Qué verán nuestros chicos dentro de sesenta años? Si los políticos y las agitaciones de las masas no lo estropean, les espera a los chicos una civilización tecnológica gigantesca. Aun así, la espiritualidad prevalecerá, en cualquier dirección sobre la técnica, que en cierto modo producirá una distinta clase de esclavitud.


¿Qué es el reloj sideral, y porqué los eclipses se pueden prevenir con casi siglos de anticipación? La ciencia sabe el como, pero no el porqué de este orden tan milimétrico. ¿Y el misterio de tanta propaganda contraria a las adicciones, y las gentes van más y más en busca de su perdición? No conozco a nadie que siga escrupulosamente las prescripciones de su médico. Antes o después, las incumple para su mal. Y claro vuelta otra vez al médico.


Berlusconi, es un tipo al que le gustan las juergas y las practica. Y ahora de nuevo le eligen millones de italianos, y el rey de España dicen que  tiene una (o varias) amantes (todos los reyes las han tenido abundantemente). Por eso la Iglesia necesita a Cristo. No hay hombre que no peque dice la Santa Escritura.  (1 Reyes 8:46)  ¿Por qué nos escandalizamos tanto cuando sabemos que esto pasa? ¿No hay suficientes atropellos a la Ley sin que nos estremezcamos?


La Iglesia se compone de millones, y no es de extrañar que alguno que otro salga “rana”.  Lo que no podemos es generalizar, y menos ir contra una doctrina porque alguien por una causa u otra la vulnere. Los cristianos no somos iglesia porque somos muy buenos e intachables, sino porque necesitamos a Cristo y porque somos pecadores… perdonados.

Tal vez alguien en la Curia Romana también haya quien las tenga (las amantes ).  Berlusconi cuenta con la comprensión y hasta la envidia de muchos (más o menos disimulada), y los cristianos grandes o chicos, con las críticas más feroces de quienes no tienen hábitos morales, ni ley ni roque ni dios, ni temor ni vergüenza.

La envidia de la virtud
Hizo a Caín criminal
¡Gloria a Caín hoy el vicio
Es lo que se envidia más.
A. Machado


Es así que los vicios, y aun los contra natura se buscan vehementemente sabiendo, como saben todos, que son adictivos y que una vez se posesionan de nosotros ya no hay marcha atrás. Las clínicas para desintoxicar del tabaco, de la ludopatía, del sexo, etc. evidencian la realidad de lo que rústicamente expongo.


Tantas lacras más, que hacen que la humanidad batalle contra sus propios cuerpos y almas, son testigos estridentes  de adonde nos lleva la desobediencia a la luz y prevenciones  del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. En resumen del pecado. El que hace pecado, esclavo es del pecado. (Juan 8:33-35) ¿Como es posible que no se entienda esto cuando lo vemos cada día?

AMDG

ALGO VIEJO, RENOVADO CONSTANTEMENTE 1ª Parte

                    

                  Estimado ateo, o agnóstico, que en este caso viene a ser igual en mi opinión. Se trata de que la ciencia y toda la parafernalia de investigaciones, se junten para desacreditar la Biblia que es de todos los cristianos, cualquiera que sea su observancia o adscripción.

Creo, que aquí se trata de desacreditar la religión (la llamaremos  así) por los medios que sean necesarios. El cristianismo, y la existencia de Dios cualquiera que sea la forma de concebirlo es una característica de la humanidad. Compare cualquier "ideología" (que al fin y al cabo, es otra "religión"), con los preceptos de Jesús. Verá que todas las ideologías o sistemas quedan en ridículo ante la majestad del Cristo.


La religión sea como sea es sin duda una necesidad del humano y viene implantada en sus genes. Usted me dice, que es porque no se conoce “científicamente” la realidad. Bien supongamos que es así, pero dígame que ha averiguado la ciencia en esto de los misterios. El hombre moderno, culto y sabio, ve la piedra como un amasijo de mineral. Nosotros miramos una catedral y los muros del templo de Jerusalem, y vemos otra cosa totalmente distinta.


Y hablando de esto ¿han averiguado ustedes quien hizo el Universo? ¿Solo? ¿Mediante reacciones químicas o formación física? ¿Por conglomerado o por una “fuerza ignota”? Tenemos al inventor de la “teoría” del Bing Bang, y poco menos que le adoramos. ¡Que inteligencia, caballeros! Y todo por una “Teoría” más o menos bien estructurada.


En cambio, a las personas que dejaron huella en el alma de las gentes los menospreciamos, porque se dice que no se pueden certificar “científicamente” sus enormes aportaciones al saber humano. ¿Se pueden tener por ciertas, las “teorías” que acuden al palenque de la “ciencia” cada año? El cristianismo abolió la esclavitud. Solamente por eso, ya  se merece respeto y gloria.


Por cierto ¿que es científicamente? Si andan con teorías y hasta hace poco no averiguaron que la luz marcha en forma de partículas y de ondas. (Dicen). No entiendo mucho de esto pero algo se dice. ¿Por qué tal proporción de cloruro de sodio en el mar? Son muchos misterios en los que la ciencia sabe el como (cuando lo sabe)  pero no el porqué. Y conste que soy un admirador de la ciencia.


La enemistad contra la Iglesia cristiana no es por motivos de base, sino que se buscan motivos para esa animadversión. Tengo odio contra la Iglesia? Pues busco motivos para defenestrarla. Buenos o malos, son argumentos que en mentes simples hacen su mella.


Los cristianos, predican el amor, la misericordia, el perdón de pecados, la vida eterna. Ustedes contemplan la entronización de la “razón” apartando la religión, que no es, ni de lejos, incompatible con el concepto de que alguna inteligencia tiene que haber hecho esto. ¿O qué?

AMDG  


sábado, 16 de marzo de 2013

ANUNCIANDO EL EVANGELIO



Querido Ricardo: en cierto modo y como hablas, tú eres un tonto, y todos somos tontos empezando por mí. Estoy convencido de mis orientaciones vitales, y trato con mis escritos de que la gente vea que mi dirección en la vida es la buena, porque al menos a mí me ha dado un buen resultado.

Además como creo al que dijo que proclamáramos el Evangelio a toda criatura y en todo lugar, lo hago en el convencimiento de que obedezco a una voz que es la verdad, y que no estoy engañado al hacer y obedecer las palabras de Jesús, referidas por sus discípulos.

Espronceda en su obra “El diablo mundo” decía ¿Qué es la vida? Un misterio ¿Que es la muerte? Un misterio también. Y si la muerte es el fin de toda obra que hacen los hombres debajo del sol, la verdad es que es de lo más trabajoso y lo más amargo en ocasiones, hasta que no se hiciera realidad la tierra de Jauja, cosa que no creo que suceda.

Prefiero pensar que hay una inteligencia superior que rige el destino de todo, y el de los hombres incluidos, y a eso me allano y obedezco. (1 Samuel 15:22). A veces meto la pata con mi mal genio o con alguna otra cosa, y es para eso para lo que necesito la misericordia de Dios y los preceptos de Jesucristo.

Se trata pues de elegir entre la nada y la vanidad o de hacer una labor para la cual todos estamos cualificados. El que sabe hablar o escribir, haciéndolo. El que no sabe otra cosa y hay muchas que hacer, portándose como un verdadero cristiano y no dando escándalo con enemistades y aborrecimientos.

Me dices también que ¿Qué es la fe? Bueno lo dice claramente el apóstol cuando dice: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11:1), y añade un repertorio de los que la tuvieron y dieron mucho fruto, aunque ellos padecieran por el nombre de Jesús.

Y termino diciendo querido amigo que si lo que creo es verdad y no tiene porqué no serlo yo vivo en la garantía de que tengo un lugar con el Creador y que la muerte ya me da igual porque sé a donde voy, y con Quién.

              Y si no es así (que lo es) mira lo que produce esta fe que, salvo los casos de personas que han caído en la abyección momentánea o permanente, el resto funda misiones y se presta como nadie a ayudar a los pobres, cosa que San Pablo cumplió cuando le fue pedido por Pedro, Santiago, y Juan, encarecidamente: Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer(Gálatas 2:10)
   
             La Utopía revolucionaria promete mucho, pero en donde domina se ve muy poco de libertad, comodidad, riqueza etc. ... para ese viaje no hacen falta alforjas. Puedes tú mismo comprobarlo, si quieres o puedes. El camino de Jesús es el mejor para el que quiera vivir eternamente: Dijo Jesús: Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás; ni nadie las arrebatará de mi mano (Juan 10:28)
           
            Yo ya elegí, y fui elegido. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. (Romanos 11:29) Aunque os extrañe a los que conocéis mi trayectoria, mi carácter, o mi, temperamento, por ahí he de seguir. Con Él me salvo o con Él voy a donde Él vaya… Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos. (Mateo 20:16).
AMDG

martes, 12 de marzo de 2013

LIBERTAD SIN IRA




Verás querido Julio; es que como no cobro por escribir porque nadie quiere pagarme, (todo hay que decirlo) me encuentro en un terreno de libertad estupendo, y mientras no vulnere ninguna de las leyes vigentes sobre la materia de que me hablas, no hay necesidad de que nadie me diga o imponga lo que tengo que escribir. Mi verbo no es gran cosa, y lo que digo viene abundantemente reseñado en los periódicos, revistas, videos y toda clase de medios de comunicación. Nada nuevo, me dices.

Mi negocio no es cobrar dinero y honores (que por otra parte no merezco), sino exponer en un medio como es Internet, mi sensibilidad y sobre todo mi fe cristiana. Ese es mi mejor negocio que me proporciona un dormir tranquilo, y una paz familiar y entre mis amigos, que es un gran placer.  

Dicho esto, (como decía D. Manuel Fraga) creo que hablar de las cosas con independencia y en relación con mi sensibilidad cristiana, puede resultar provechoso para alguien, porque si no, más me valía irme a los videos de trompazos y otros temas porque resulten divertidos.

En lugar de ello, me pongo al teclado a explicar que a mí me resulta gratificante en sumo grado, la exposición de mis motivos para que todo el que lea mis escritos, (modestos pero verídicos), saque provecho espiritual de ellos.

Ya sé que hay mucha gente escribiendo, sobre estos temas espirituales, y algunos con gran pericia en todos los detalles. Yo soy más torpe, y me limito a decir lo que todo cristiano puede oír y leer, ya que en lo que explico todos estamos más o menos de acuerdo. Además, acepto que se me refute con argumentos.

Esto me permite ir a las más variadas sensibilidades religiosas, ya que meter doctrina con baqueta o bautizar con manguera no es lo mío. El cristiano vive entre las angustias propias de una sociedad de pecadores perdidos, y rescatados a la vida por la sangre de Jesucristo. Ese es el precio de la libertad que pagó la sangre de Cristo. Y esa libertad, errada o no, la quiero respetar y comprender.

Solo conociendo la historia, puede uno comprender las tonterías (por no llamarlas burradas) que se han cometido a lo largo de los siglos por unos misterios que tienen su origen en un humilde carpintero, que era y es el verbo de Dios, y que hecho hombre nos dio aparte de otras muchas maravillas aun más provechosas, la libertad de elegir y de dejarse ser elegidos.

En materias polémicas, aunque tengo mis propias  convicciones, no deseo meterme. Eso queda para los polemistas indoctos, que creen tener la piedra filosofal para todo. Yo modestamente me limito a reflejar “para todos” los que siento y lo que veo. Si yerro en algo no es caso extremo, y por ello me siento cómodo con lo que escribo, que no es por mi parte dogma de fe.

Bien sé, que como dijo Santo Tomás de Aquino: “todo lo que he escrito es paja”, ya que a montones nos llegan datos, noticias, aspectos desconocidos de la vida, etc., y es por esto que lo que hacemos no tiene más importancia que la que Dios le dé, y eso es para mí lo importante, principal, y básico. Lo demás es “vanidad y apacentarse de viento” como muy bien dice la Escritura Santa. (Eclesiastés 2)  

AMDG

domingo, 10 de marzo de 2013

ALABANZA CONFIADA ( 3ª PARTE)




Josafat, sin más averiguación, ordena que los levitas y todos los del templo se vistan sus ropas sagradas y canten alabanzas por la salvación. A todo esto los enemigos ya se acercaban. Y dice así la Escritura: Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Yahvé puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros. (2 Crónicas 20:22 y ss.).

Apenas comienza el cántico de alabanza y gratitud Dios empieza a actuar. El pueblo judío aun no siendo fiel totalmente recibe auxilio de Dios tan pronto como lo pide. Nosotros, que éramos extraños, somos hechos hijos por la sangre de Jesús y tenemos por gracia el derecho de pedir a nuestro padre todo lo que necesitemos.


Pero como dice el apóstol: Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. (Santiago 1:7 y 8).
                     

Hace              Hacemos agravio a Dios cuando no contamos con Él para todo, lo fácil y lo difícil. Es Señor se alegra de que sus hijos acudan a Él. ¡Nos ama,  y está atento a las oraciones de los que le aman! Tenemos el rango de hijos; y si hijos, somos también herederos.


No dudemos ni caigamos en la acidia y la desconfianza. Dios provee siempre para nuestra necesidad, sin poner más condición que la que cualquier padre terrenal pide de sus hijos… que le amen y se le sujeten.


Ya los asuntos son cosa de Él que tiene anchas espaldas para cargar con nuestras flaquezas y nuestra ignorancia. Él sabe todo, y todo lo que ocurre está bajo el control de su voluntad. No temamos ni presente ni porvenir. Confiemos en Dios y perseveremos. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. (Gálatas 6:9).


Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Cristo, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. (Hebreos 13:15) Este es el único camino a Dios y este es nuestro médico, nuestro  amigo, nuestro guía, nuestro hermano y nuestro refugio.


A Él iremos pese a nuestras debilidades, nuestros pecados, armados de nuestra esperanza. No temamos, pues el se hizo cargo de nuestras cosas y nuestra seguridad. Él no falla.

POEMA AL CASO

Dime, Padre común, pues eres justo,
¿por qué ha de permitir tu providencia
que, arrastrando prisiones la inocencia,
suba la fraude a tribunal augusto?
 
¿Quién da fuerzas al brazo que robusto
hace a tus leyes firme resistencia
y que el celo que más las reverencia
gima a los pies del vencedor injusto?
 
Vemos que vibran victoriosas palmas
manos inicuas, la virtud gimiendo
del triunfo en el injusto regocijo."
 
Esto decía yo, cuando rïendo
celestial ninfa apareció y me dijo:

“Ciego, ¿es la tierra el centro de las
almas?".

Bartolomé de Argensola

sábado, 9 de marzo de 2013

ALABANZA CONFIADA 1ª PARTE





y dijo: Yahvé Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos,
 y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones?
¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?
    Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová,
Con sus niños y sus mujeres y sus hijos.
    … Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo
Todo Judá y los moradores de Jerusalén
Se postraron delante de Yahvé, y adoraron a Yahvé

 Tenemos por mala costumbre y peor actitud hacia Dios, el hábito de pedir sin dar gracias hasta que no consideramos que Dios ha hecho nuestra voluntad y se ha amoldado a nuestro capricho. Y es cierto que cuando alzamos la vista hacia Dios suele ser normalmente porque estamos en un gran apuro.

Y también es cierto que cuando se nos concede o no la petición lo metemos en el fondo más profundo de nuestra alma, hasta otra ocasión en la que volvamos otra vez a tener necesidad y no alcancen nuestras fuerzas. Bien, eso es propio de nuestra humana debilidad, que prevalece sobre las consideraciones que el Espíritu de Dios pone en el corazón del cristiano.

La vida de piedad es poco frecuente en la mayoría, que se limita a pedir solo cuando la necesidad apremia y la angustia aprietaEn la prosperidad el hombre se olvida de Dios porque se siente fuerte y arropado por amistades, dinero, posición laboral, o estado, que le permite ver el horizonte de su vida sin muchas nubes.

Ahí Dios no hace falta y nada tiene que hacer. Y lo dejamos olvidado. Decimos a veces: “no nos escucha”. ¿Le escuchamos nosotros a Él, que es más merecedor que nadie?

Pero llega el momento de la tribulación, que a nadie falta, y entonces sacamos del cajón nuestra ya muy debilitada piedad y acudimos al Señor. Eso está bien y así lo recomendó Jesús: Y yo os digo: pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lucas 11:9 y ss.).
                
En la situación de impotentes acudimos al Señor. Ya hemos dicho que es lo que él mismo mandó, pero si no recibimos nos enfadamos. Si recibimos bendición, la mayoría de las veces lo achacamos a que la situación no era tan mala como parecía, Si es enfermedad o trance, se dice que fue la estampita, el curandero o la echadora de cartas que ya lo vaticinó.

AMDG