domingo, 23 de diciembre de 2012

RESPUESTA A UNA RECONVENCIÓN (2ª parte)



Es claro que Jesús ponía condiciones duras para los que quisieran seguirle, aunque no dijo nada contrario sobre los que, haciendo obras de Dios, no les seguían.  No sé si pecamos, cuando hacemos juicio contra los demás que, aun rústicamente, siguen con Jesús aunque sea de forma débil o casi indiferente.

Es cierto que las condiciones de Jesús son duras de seguir y más si estamos embebidos en las cosas del mundo, pero si el Espíritu nos llama y somos dóciles a su llamada, estaremos en una situación bien privilegiada y, por tanto, no estamos autorizados para juzgar y condenar a otros hermanos que, por convicción o por otro motivo, no nos siguen en nuestra manera de peregrinar por la tierra de Dios.

Termino con un ejemplo de diversidad en las misiones de cada cual: Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas, a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.

Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión (los no judíos), como a Pedro el de la circuncisión (judíos) (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles),

Y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas (Pedro) y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.

Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer. (Gálatas  2: 6 al 10)
              
La profusión de textos bíblicos explica mejor que yo, el rigor de los asuntos espirituales. No estoy tratando de justificar herejías, ni que la gente ande por ahí cada uno por su cabeza y su criterio. Solo digo que está muy mal que unos a otros, y llamándose cristianos, se descalifiquen o se odien. No es esto lo que el Maestro nos dejó dicho.

             Si alguien esta equivocado tome en cuenta lo que San Pablo decía en el caso de comer o no carne: Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Nosotros sigamos el camino recto, y dejemos que a los demás los juzgue quien tiene potestad para hacerlo. Los demás, son cobeligerantes en la proclamación del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.


AMDG

RESPUESTA A LA RECONVENCIÓN DE UN AMIGO 1ª Parte



 

Como vengo diciendo, amigo mío, no es cuestión de ser de esto o aquello. Eso es sectarismo, y yo no quiero caer en semejante aberración. Obviando mi militancia ortodoxa en la que me encuentro seguro, digo llanamente lo que siento. Respeto las distintas formas de seguir al Cristo de Dios, y me baso en unas premisas bíblicas en las que abundo, y en las palabras de mismo Jesús.

En ocasión de que algunos no les seguían, los discípulos de Jesús le propusieron un apartamiento o unas represalias contra los que no participaban de sus “correrías” por la tierra de Israel. Y así les dijo ante sus inquietudes: Quién no es contra nosotros, con nosotros es. Marcos (9:40)

Jesús  no se andaba con medias tintas al tratar todos los asuntos que se le presentaban y ante las preguntas de algunos y no de los más torpes su respuesta no se hacía esperar. Enérgicamente respondía, como el que está seguro de lo que dice. Confundió a los rabinos que le preguntaban sobre las condiciones para seguirle, y convidaba a todos a que lo hicieran.

A los que no querían seguirle no los justificó sino que les dijo claramente: Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;  y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

Gloria de los hombres no recibo.  Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?

Si no les seguían era asunto, si no irrelevante, sí de menor cuantía. Él no entró en si estaban o no errados, sino que en su amor a la humanidad a todos acogía. A los que con mala intención e inquina le buscaban el fallo, les respondía a veces hasta con agresividad; a los que iban rectamente a conocer su doctrina los recibía y les enseñaba el camino a seguir para estar de pleno en su onda.

No era seguirle lo que perdía a las gentes, sino la actitud que mostraban ante su persona y su doctrina. Era casi rudo cuando explicaba las condiciones para seguirle, y no eran cosa menor: quien no está conmigo está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama. (Mateo 12:30.- Lucas 11:23)

AMDG