lunes, 31 de octubre de 2011

SIN SALDO



Se acaba ya mi vida en paz y sin congoja,
Con fracaso y victoria, con pena y alegría;
Una vida que antaño eterna parecía,
Y ahora se manifiesta como una paradoja.

En la fe que sostengo espero trascendencia;
No admito que la vida sea solo una charada;
Una tumba sombría con mi guirnalda ajada,
Y el huero comentario de alguna concurrencia.

En final predecible y en certeza ferviente,
Agradezco por todo,  de nada me  lamento
Porque somos candelas de vida y sentimiento,
Que unidas forman parte de un aura más potente.

No soy más que un humano sin valor ni relieve,
Pero sé que el que ostenta la razón escondida,
Bien sabe lo que hace con nuestra cruz y vida
Y ando en paz hacia el fin, como el que nada debe.

Mis sólidas certezas las tengo ya archivadas,
Y duermo con el sueño de un niño descuidado
Que descansa en su padre sabiéndose mimado,
Y así recibe besos, riñas y carcajadas.

No tengo ningún mérito que presentar en saldo
Pues lo que haya de ser está ya preparado;
No temo ni juicio, ni fuego, que abogado
Está también previsto y de ello yo me valgo.

Y al cabo todo pasa, como está ya previsto
Por el que todo puede y todo lo ha creado,
Que con celo de padre a todos nos ha amado,
Y para nuestra paz nos ha otorgado a Cristo.

sábado, 22 de octubre de 2011

QUIERO, JESÚS CONTARTE



Quiero, Jesús, contarte, pues tanto te he fallado,
Mi tristeza profunda por mi ingrata flaqueza,
Porque bien reconozco tu bendito cuidado,
Que sustenta mi vida con tan santa firmeza.

No es sabrosa mi vianda si no estás tú conmigo,
Ni hay amor que ilumine como me aviva el tuyo,
Ni otro ser que me apremie como tú a ser amigo,
Ni mi alma descansa si no duerme a tu arrullo.

En mí siento tu mano dirigir mis caminos,
La llamada imperiosa de tus dichos hermosos,
De tus bellos consejos, de tus hechos divinos,
De encendidas promesas, y silencios gloriosos.

De tu rico venero, de tu aljibe tan lleno
Con el agua de vida y perfume de flor,
De tus pródigas manos, de tu apoyo sereno,
De promesas tan firmes con que  avivas mi amor.

Tú mi negra amargura transfiguras en gozo;
De esperanza me llenas con divino alimento,
Y rendido te ofrezco con humilde reposo,
Un ramito de amores y un raudal de contento.

Desde ahora prometo, santo Cristo bendito,
Confesar mis vilezas, ser de ti consolado,
Confiar en tu gracia, humillado y contrito,
Y esperar tu regreso con vigor renovado.

jueves, 20 de octubre de 2011

NUESTROS HERMANOS, CATALANES Y VASCOS



Soy un gran amante de la libertad; lo era Jesús que a nadie forzaba. Les decía a todos  lo que les convenía en el orden espiritual, pero en lo demás fue tan amante de la libertad, que nos libró del pecado que es nuestro mayor tirano al servicio del enemigo de Dios y de la humanidad.

Y hablo de libertad porque en todos los tiempos ha habido tiranía contra la libertad. A veces ha sido un tirano caprichoso, y otras uno impuesto por el mismo desprecio a la libertad de los mismos que, por esa causa, son dominados e impelidos a comportarse mal por la fuerza del poder.

Ahora se habla de elecciones, y votaré a quien más se acerque a mi idea de la prosperidad, que creo que el pueblo español puede tener merecido, o no. La derecha es egoísta (la riqueza encallece la conciencia) y la izquierda es vengativa y revanchista (la pobreza y el rencor es mal consejero y conspira contra los que son así).

El asunto es muy simple y muy escabroso. ¡La libertad! Esta es la clave, que es un don que Dios concedió a los hombres. Libertad en Cataluña, para dejar en paz a los que quieran hablar catalán español o turco.

Ellos no caen en la cuenta, de que atraen hacia su región una guerra. Tienen paz, prosperidad, y seguridad, que pueden perder en un momento, provocado precisamente por gente que se declara cristiana y buscadora de la paz. Esos sois vosotros que deshonráis a Cristo.

Cuando la guerra civil, los republicanos no se daban cuenta, a pesar de que estaba advertido, de que los otros no se iban a consentir con la situación, impuesta a golpe de violencia y de imposición.

Tuvieron la impagable oportunidad de enmendar toda injusticia (por otro lado, común más o menos en todas las naciones) que existía en una España que no gustaba a nadie, y la desperdiciaron.

Análogamente, los dirigentes nacionalistas catalanes y vascos la tienen ahora, y de la misma forma la están dilapidando, promoviendo y exacerbando el odio entre hermanos.

Toda acción tiene su reacción y no valen supuestos agravios, de quienes siempre han admirado a vascos y catalanes y enorgullecido de ellos. Ahora los hacéis enemigos. Sois vosotros los provocadores; los que matáis. Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. (Galatas 6:7)

Ahora Sr. Arzalluz, Sr. Durán,  y demás almas perdidas, les digo algo que tal vez les suene. Cuando Jesús iba a morir, había a su disposición legiones de ángeles que le protegieran. Hizo la voluntad de su Padre con obediencia y renuncia, y se dejó matar para que ustedes vivieran.

Ustedes la han vuelto la espalda a Dios, y Dios les volverá la espalda a ustedes. Les emplazo, para que todos los que han intervenido en poner el temor y la infelicidad en los corazones de tantos hermanos, sean presentados ante el tribunal de Dios.

Habéis agraviado a trabajadores y forasteros en vuestra región, pero hombres como ustedes, españoles; los habéis aplastado, y seguís aplastando bajo la bota mortal de una causa estúpida y nociva para todos.

Ellos confiaban en ustedes para que hicieran justicia, comenzando por el Sr. Pujol y Arzallus. En vano porque la ambición y salirse con la suya, es el común denominador de todos ustedes. Ya queda poco para que, por ley natural comparezcáis ante el tribunal de Dios.

Pagaréis por los muertos, los acongojados, los oprimidos en su propia patria, los que han de andar asustados, humillados, y los perseguidos por vuestra villanía y soberbia. No vendrá vuestro juicio con violencia humana, sino bajo el poder de Dios que es incorruptible. Avisados quedáis; se acerca el juicio.  ¡Temed!  

domingo, 16 de octubre de 2011

INQUISICIÓN, LUTERO Y DEMÁS


Estimado señor: no puedo por más que lamentar el tono y el contenido de lo que me escribe. Si es usted evangélico lo siento más aun, porque se supone que generalmente sabe más de la Biblia y la historia de la Iglesia en sus distintas etapas. Aparte le envío una entrevista que explica mi posición sobre las materias que me lanza, o más bien (y disculpe), me escupe.

Verá usted; de la Inquisición se ha hablado mucho y tal parece que yo soy Torquemada, según me escribe cuando solo soy hombre que quiere explicar la verdad, y si usted quiere, hasta mi verdad.

Lutero instó  a los príncipes alemanes a que mataran a los bautistas rebeldes, que surgieron a mi parecer, por una falsa “interpretación” absurda de la Escritura. Según Dollinger, históricamente los protestantes hablaban de libertad para los lugares donde el catolicismo reinaba, pero donde reinaron ellos la libertad se evaporó como humo. Y también obligaron a los magistrados a perseguir a los discrepantes.

Eso es histórico, y no le cito aquí frases y hechos de Calvino, Lutero, Beza, Farel, Zwinglio, etc. y sus hechos, porque no me agrada de ninguna manera reiniciar algo tan negativo, como actualmente la “memoria histórica” en política, pues estas cosas no se sabe como  empiezan ni como acaban.

Todos hicieron buena la profecía de Jesús: pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios. (Juan 16:2) Basados en el inquirirás de Deuteronomio 13:14 se cometieron las mayores iniquidades por parte de todos y no se puede decir que los cismáticos fueron más clementes que los católicos.

Si me va a contar el número de víctimas ya no sé que decirle, porque se habla del suplicio de Servet individual, y se contrapone a la matanza de san Bartolomé por los soldados del Duque de Guisa. Y eso no vale, sino para convencer a ignaros, y a los azuzados por los enemigos del cristianismo en general y el catolicismo en especial.

Espero que me entenderá si le digo que si es usted cristiano (de la denominación que sea, ni lo sé ni se lo pido), habrá de convenir conmigo, en que lo que nosotros tenemos que hacer si de verdad nos proclamemos seguidores fieles de Cristo, es hacer frutos dignos de arrepentimiento, y dejarnos de lanzarnos unos a otros historias trucadas y adobadas.

Ser cristiano es acoger la verdad de todo, sin intentar desvirtuar las cosas en beneficio de no sé qué causas o percepciones. Es como ahora, que parece que solo Franco mando matar gente, y los republicanos eran unos angelitos candorosos, y defensores de la libertad y la verdad.

La historia es la gran chivata, y dice las cosas más o menos manipuladas, según quien las escribe, pero algo se saca de ella si se lee con cordura y lógica.

Sentido común, conocimiento, y valoración de las situaciones, nos dará a todos la perspectiva necesaria para entender nuestros fallos y los de los demás y, como Jesús, comprenderlos y aliviarlos.

VUELTA A ESCLARECER RESPUESTA






                 Considerado señor: no puedo por más que lamentar el tono y el contenido de lo que me escribe. Si es usted evangélico lo siento más aun, porque se supone que generalmente sabe más de la Biblia y

Verá usted; de la Inquisición se ha hablado mucho y tal parece que para usted yo soy Torquemada, según me escribe cuando solo soy una persona que quiere explicar la verdad, y si usted quiere, hasta mi verdad.

Lutero instó  a los príncipes alemanes a que mataran a los bautistas rebeldes, que surgieron a mi parecer, por una falsa “interpretación” absurda de la Escritura. Según Dollinger, históricamente los protestantes hablaban de libertad para los lugares donde el catolicismo reinaba, pero donde reinaron ellos la libertad se evaporó como humo. Y también obligaron a los magistrados a perseguir a los discrepantes.

Eso es histórico, y no le cito aquí frases y hechos de Calvino, Lutero, Beza, Farel, Zwinglio, etc. y sus hechos, porque no me agrada de ninguna manera reiniciar algo tan negativo, como actualmente la “memoria histórica” en política… o religión, pues estas cosas no se sabe como  empiezan y como acaban.

Todos hicieron buena la profecía de Jesús: pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios. (Juan 16:2) Basados en el inquirirás de Deuteronomio 13:14 se cometieron las mayores iniquidades por parte de todos y no se puede decir que los cismáticos fueron más clementes que los católicos.

Si me va a contar el número de víctimas ya no sé que decirle, porque se habla del suplicio de Servet individual, y se contrapone a la matanza de san Bartolomé por los soldados del Duque de Guisa. Y eso no vale, sino para convencer a ignaros, y a los azuzados por los enemigos del cristianismo en general y el catolicismo en especial.

Espero que me entenderá si le digo que si es usted cristiano (de la denominación que sea, ni lo sé ni se lo pido), habrá de convenir conmigo, en que lo que nosotros tenemos que hacer si de verdad nos proclamemos seguidores fieles de Cristo, es hacer frutos dignos de arrepentimiento, y dejarnos de lanzarnos unos a otros historias trucadas y adobadas aunque no por ello menos reprobables.

Ser cristiano es acoger la verdad de todo, sin intentar desvirtuar las cosas en beneficio de no sé qué causas o percepciones. Es como ahora, que parece que solo Franco mando matar gente, y los republicanos eran unos angelitos candorosos, y defensores de la libertad y la verdad.

La historia es la gran chivata, y dice las cosas más o menos manipuladas, según quien las escribe, pero algo se saca de ella si se lee con cordura y lógica.

Sentido común, conocimiento, y valoración de las situaciones, nos dará a todos la perspectiva necesaria para entender nuestros fallos y los de los demás y, como Jesús, comprenderlos y aliviarlos.

Atte.
la historia de la Iglesia en sus distintas etapas. Aparte le envío una entrevista que explica mi posición sobre las materias que me lanza, o más bien (y disculpe), me escupe.

viernes, 14 de octubre de 2011

NO HAY DERECHO A ESTAS EXIGENCIAS

 

No sé si esto de ser cristiano es algo que permanece en un claroscuro, de tal forma que cualquier forma de  simpatía por la figura de Jesús les basta a muchos para sentirse “buenos cristianos” la moral cristiana parece ser en muchos, un tipo de moral permisiva, o de medias tintas, vista como una soldadura entre cristianismo y sociedad.

Ya Jorge Rieju habló del pesimismo en la sociedad que, a pesar de ser próspera, anda entre la paranoia a perder su opulencia, a la estupidez de pretender ser lo más grande, ignorando el minúsculo puntito que es nuestro planeta en medio del Universo Creado. En los pobres ya es un caso sangrante.

Hay dos, entre tantos versículos bíblicos, que a mí me llenan de perplejidad. Son versículos disuasorios, que ponen coto a cualquier intento de ser coherente con la Escritura, y por otro lado son estímulo para los que, valientemente, se meten hasta el cuello, en un mar de dificultades para hacer la voluntad de Dios.

¡Ser discípulo de Jesús! ¿Usted quiere serlo? Pues aplíquese usted el siguiente versículo bíblico: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14: 26) Bueno, a ver como se come esto. ¿Cómo puede exigirse tal renuncia.

Lo primero que se nos viene a la mente, es la absoluta soberanía de Jesús, y la voluntariedad de la fe en Él para hacer un esfuerzo semejante. La exigencia para un hombre del mundo, es simplemente absurda y fuera de razón, como dicen muchos de los que me escriben.

Solo la fe decidida y esperanzada puede recorrer un camino que es angosto y con numerosas dificultades. La gloria de la Victoria suprema, es para los bienaventurados suficiente estímulo para hacer buenas esas exigencias de Jesús.

Por supuesto que la maravillosa oferta puede ser rechazada por cualquiera. Tal vez no la ha conocido nunca, pero hay juicio como dice San Pablo en la secuencia de las postrimerías: Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio…  (Hebreos 9: 27).

Así pues hay premio al que se entrega en su totalidad a Cristo mientras que hay damnación a los que se rebelan: el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;

tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios. (Romanos 2: 6 al 11)

Se pueden creer o no, estos asertos de la Escritura Santa (Biblia), y de lo que declaran los hombres que siguen, institucionalmente o no, estas cosas de La Revelación. Desprendámonos ante todo de las banderías y de las agrias discusiones. No pensemos que con nuestras predicaciones o escritos etc. ya hemos ganado la plenitud de la compañía de Cristo Jesús.

Siervos inútiles somos, y lo que teníamos que hacer, eso hicimos. (Lucas 17:10) A pesar de esto, se nos dirá a los bienaventurados que entremos en el reino definitivo de los Cielos: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. (Mateo 25:23) Los dichos de Jesús se creen o no, pero no se ignoran por los que pretenden confesarse seguidores.

FANÁTICOS Y TODO ESO.


Desconocido amigo: no le conozco pero le agradezco sus palabras. Dice que soy un fanático ¿De qué soy fanático? ¿De Jesucristo? Sí que lo soy. No quiero vivir una vida sin rey ni Roque, ni fe ni conciencia. Soy feliz con mi fe (que no es creencia de ignorante), y recomiendo a todos que se entreguen a esa forma de fe.

Si consideramos que la vida es corta y es milicia, que decía el Santo Job, nos daremos cuenta que hasta a los que mejor les va, viven plenos de miedos y paranoias. El dinero es un diocesillo que lo mueve todo, pero no da vida; la sabiduría espiritual, sí, da vida. Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores. (Eclesiastés 7:12) Usted podrá tener mucho dinero, pero si no tiene paz y esperanza de una vida eterna, va usted aviado.

Y ya no le digo de los que la vida es para ellos una “perra vida y un perro sufrir”. Como dice el apóstol: Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, ¡oh amados! estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. (2ª Pedro 3:13, 14). Eso espero y sobre todo espero a Jesús como mi amigo, de verdad, sin condiciones ni reproches.

En multitud de ocasiones he hablado del esfuerzo que me cuesta creerme que un organismo humano, tan bien hecho, o el Universo, o la luz, o tantas cosas surgieron por arte de birlibirloque. La verdad que he querido darle crédito a los ateos, como una opción más, y no he podido por mucho que he esforzado mi mente y mi espíritu.

Y en cuestiones sociales, la fe dice a todos: no mates, no juzgues mal, no hagas juicios temerarios, respeta a tu mujer/marido, amarás a los demás y serás solidario, etc. Que a usted no le guste tal o cual clérigo, sea de la observancia que sea, es otra cosa; igual a usted le parece malo, y en cambio es una buenísima persona.

Una vez adelanté de mala manera a una furgoneta, y tuve que parar un poco más adelante por un obstáculo que la monja que la conducía vio, y yo no. Pero amigo, había que oír a la monjita de marras.  Por la furia (justificadísima) de la monja, no puede usted calificar a los clérigos y “clérigas”, y menos a la Iglesia, como no puedo yo calificar a todos los no creyentes, ateos o agnósticos, por los crímenes de “Jack el destripador”. Y menos a la monjita.

Verá usted; para engendrar una “boutade”, no hace falta meterse en estos berenjenales religiosos; le sugiero batallar con la política, que se presta a toda clase de especulaciones y opiniones. Ahí sí que hay un buen filón, para los que quieran dar su opinión. Le aconsejo pues que se emplee a fondo con estas materias políticas que dan tanto de sí. El mundo no lo hicieron los albañiles, como usted jocosamente me dice de broma,   


El reloj lo hizo el relojero
El mundo lo hizo Dios
No hay reloj sin relojero
No hay mundo sin Creador.

ANTIGUA COPLILLA DE MI NIÑEZ QUE AUN VALE

domingo, 9 de octubre de 2011

AGAPITO MAESTRE Y LA MORALIDAD


No tengo casi tiempo u ocasión de leer a D. Agapito Maestre, pero en los más destacados o leídos, me  ha llamado la atención un artículo suyo en el que habla de la inmoralidad extendida por todas las capas de la sociedad; sobre todo, hacía hincapié sobre los políticos y defraudadores del fisco.

Y tiene razón. Espero que si vuelve a gobernar el PP, (que no debiera haber dejado de hacerlo), y “el miedo guarda la viña”, las experiencias debieran servir para algo, y las cosas podrían ser ya de otra manera, en esos niveles en los que se vigilan tan estrechamente unos a otros.

Y en esa esperanza reposamos los que de una u otra forma queremos una justicia verdadera, que no se va a implantar hasta que no llegue el antiguamente llamado “maestro de justicia o rectitud” entre los esenios.  Que es de sobra y probadamente el Cristo de Dios esperado. No hay conducta mejor, ni semejante, en ningún ser humano filósofo o estadista.

La conducta cristiana, que solo es lo que recomendó Jesús que siguiéramos es la única posible, pero Él no dijo nunca que la seguirían grandes masas, sino que dijo: porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. (Mateo 7:14).

Son pocos los que se toman en serio el capítulo tan decisivo en la vida del hombre y de los Pueblos, que se manifiesta en toda conducta personal  y culturas mundiales en general. Esto determina el vivir de las gentes, y es notable lo que un cristiano de veras es capaz de hacer por los más necesitados.

El humanismo sin Cristo quiere emular al amor cristiano y a fe de que hay muchas personas que de alguna manera ayudan a los necesitados por compasión o por ética personal. Esas personas aunque no piensen como cristianos, son, si no aliados en el propio sentido de la palabra, sí co-beligerantes contra la pobreza y la injusticia.

Es loable, aunque carece de la motivación necesaria para darse en la totalidad de la persona que ayuda; solo el cristianismo es capaz entre todos de amalgamar los buenos sentimientos humanitarios, con la entrega a algo que en el fondo es amor de la mejor especie conocida por los humanos.

Así pues, vemos a personas motivadas, cristianas y bastante cumplidoras, que tienen que ser amonestados continuamente para que revisen y entren profundizando en la Escritura, y teniendo a esta por bandera y forma de vivir.

Esto, multiplicado e interiorizado por muchos, sería un antídoto contra la inmoralidad general, que ya no se trata solamente de la materia sexual, sino que también abarca otras clases de moral como la de no tomar lo que no es de uno, y ser serio y no deber lo que no se puede pagar, porque eso es robo aun siendo inconsciente. No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. (Romanos 13:8) Nada más fácil.

Y si un pueblo no tiene una moral, cristiana u otra, que aborrezca el robo, que reservase la libertad individual dentro de unas leyes, no hechas “pro domo sua” por los políticos de un bando prevalente, o por el dictador de turno.

El Contrato Social de Rousseau, ni es tan malo como dicen los críticos, ni tan bueno como afirman los apologistas. Simplemente, se restringen las libertades individuales en beneficio de todos. Es la ley que en Inglaterra obliga a circular por la izquierda a los automóviles, y en Europa continental por la derecha.

Orden y respeto, no son tan difíciles de acatar, cuando sabemos que si hay una emergencia en nuestro hogar, podemos llamar a un médico, a la policía, a los bomberos etc. Y Dios sobre todo y en todos.

sábado, 8 de octubre de 2011

CARTA AL SR. ARREGUI (DISCREPO)



Sr. Arregui ataca al obispo Munilla              

Veamos Sr. Arregui: Le conozco por sus escritos . Escribe bien, es famoso, y tiene sus ideas sobre lo que tiene que ser la Iglesia Católica. Creo que cuando se hizo sacerdote, prometió (tendido en el suelo) que obedecería al superior sin más averiguaciones, pues el estado eclesial de este, le permite a él, sea quien sea, ver desde una panorámica más amplia. Y simplemente porque es su superior.

Yo también tengo mis perplejidades, y sin embargo me parece que lo que se dice en la jerarquía de la Iglesia (la que sea) debe ser respetado. Si mezclamos el sentimiento nacionalista (todo lo respetable que se quiera) con la misión de la Iglesia Universal, el potaje está más que contaminado. Y realmente ensucia todo. No se queje tan dolido, que no es para tanto.

Su acto de desobediencia, Sr. Arregui, es inaceptable, y por muchos motivos no edifica a la Iglesia, porque da a muchos inocentes o necios, ocasión para que ande cada uno por ahí, predicando su percepción particular sobre los misterios de su religión. ¿Dónde está la humildad, la paciencia, y la esperanza de la resurrección?

Dios es Dios de orden, y no se persuade a las gentes que se puedan interesar por el Evangelio, por medio de las percepciones particulares, porque como se dice en otro lugar: entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,  (2ª Pedro 1:20)

Por muy estimables que sean las formas de ver la misión de la Iglesia por su parte, Sr. Arregui, la obediencia es la mejor de todas. El mismo Cristo, quería que el Padre lo exonerara de los sufrimientos de la cruz y de la muerte, pero aprendió que la obediencia era la mejor forma de cooperar con su Padre Dios. Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. (Hebreos 5:7)

Usted puede elegir, como yo he hecho. Usted debe practicar la humildad y la renuncia al mundo, obedeciendo, y no sacando al público las faltas de su superior, con lo cual se descalifica a sí mismo. Le han dicho que se calle; ¡cállese! Lo que dice o tiene que decir, no es tan importante ni ha descubierto la pólvora sin humo. Teólogo de fama ¿y no sabe lo que es morir al mundo?

Yo también -y cualquiera- tengo mis opiniones sobre lo que se puede mejorar y lo que no, pero un servidor no ha jurado obediencia a hombre  ni institución, porque libremente me someto a lo que otros me dicen, y sé que es bueno. Algunas veces francamente mejorable, pero “el que la lleva la entiende”.

Los prelados tienen más responsabilidad, y cuentas más estrechas que dar en el día del juicio. Y por tanto, toda desobediencia y porfía deben desecharse, porque también a nosotros se nos pedirán también estrechas cuentas. ¿Y que pasa si se equivoca usted? ¿O es infalible? Si para usted no es el Papa, ¿Cómo puede pensar que lo es usted?

No quiera ser notorio, porque si era franciscano, no veo en que imita usted al fundador ni a Jesús, que sufrió toda clase de afrentas y contradicciones y calló como cordero llevado al matadero. No abrió su boca. Imítelo con paciencia, reverencia, esperanza de vida eterna, y fe.

Haga lo que debe, y no pretenda ser más listo que sus superiores. Eso es buscar el mundo. Y el mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. (1ª Juan 2:7)

Todos tenemos nuestras formas de ver lo que hay en la Iglesia de Dios, “columna y baluarte de la verdad” y conocemos los fallos (propios de humanos) en ella, pero usted se ha pasado en mucho. A unos les parece que la Iglesia avanza lentamente, otros que demasiado rápido, y llaman al Papa “anticristo” (Lefebvrianos), con un descaro que ni una persona de denominación diferente, admite contra una persona, que se supone que es el referente de ellos. Y lo hacen desde adentro, y además invocando la más rigurosa ortodoxia.

¿Porqué la Iglesia de Dios ha de evolucionar si su mensaje es el mismo como dice la Escritura: Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. (Hebreos 3:8) Todo pensamiento propio, todo juicio propio deben desaparecer del cristiano. De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. (Juan 12:24) ¡Muera usted al mundo! Arrepiéntase y humíllese un poquito, que le conviene.

¿No ve usted, Sr. Arregui, que está dando pábulo al mundo para usarlo a usted contra su propia Iglesia? Se ha convertido (a mi parecer, y con harto dolor y reverencia se lo digo), en un bigardo que cencerrea, libando de los aplausos de cada cual que se cree que sabe mejor que nadie lo que la Iglesia necesita.

Pido humildemente disculpas por mi atrevimiento, pero tal como usted, y sin estar bajo ninguna disciplina eclesial sino en la fe de Jesucristo, también tengo derecho a decir lo que pienso.

En Cristo  


 



Jose Arregui, teólogo franciscanoRetrato oficial del obispo