lunes, 9 de julio de 2012

¡CUANTA TEOLOGÍA!



Señor ¡cuanta teología!
¡Cuanta inútil discusión!
Cuando tú, que eres la vía,
No pones nunca objeción
A la recta bonhomía.

Yo no quiero ser vigía,
Y arrogarme la misión
De hundir al que se extravía,
Por mi arrogante visión,
Mientras gime en agonía.

A ti, mi Señor, entrego
Toda ciencia y albedrío,
Y ante ti, me abajo y niego.

No admito credo baldío,
Solo anhelo, sordo y ciego,
Reposo en tu poderío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario