miércoles, 22 de agosto de 2012

LAS RELIGIONES Y DIOS



Las religiones, querido amigo, son en su mayoría supersticiones y las supersticiones son a su vez “religiones”. Pero no me negará usted que el vudú tiene su base real (o la que se requiera dar), y sus efectos correspondientes, así como otras muchas manifestaciones espirituales o espiritualistas, también tienen su efectividad buena o mala.

La mafia, la milicia, el ateísmo, la masonería, el socialismo, el comunismo... y tantas “ideologías” como pululan por el mercado intelectual, son también religiones con sus propios rituales y “éticas de andar por casa”. Todo lo que niega, militantemente, la existencia o inexistencia de un ser superior, es religion.

Lo que sí ocurre, es que desde el paganismo (otra religión) hasta nuestros días, en Occidente se habla siempre de religión cristiana. Es natural que se defina así a una determinada tendencia espiritual que todos los hombres reconocen, desde el que no quiere pasar por debajo de una escalera, hasta el que pasa frenéticamente su billete de lotería por las andas de una imagen procesional para que le toque la lotería.

Si empezamos a decir las mismas patrañas que las gentes de mente primitiva, y se debaten nada más que los tópicos al uso como el cura salido o el pastor que saca la pasta a sus “ovejas”, no saldremos nunca del ”topicazo” Eso no es razonar, y nosotros queremos razonar. ¿Verdad? No se trata de imponer la voluntad, la inteligencia o la erudición. Se trata de equilibrio y consciencia.

Vemos como la gravitación universal se produce en sus orbitas marcadas, y no podemos ni figurarnos lo que sería esa ley derrocada unos instantes. Todas las órbitas serían dislocadas, y la anarquía haría que el universo se hiciera trizas en más o menos tiempo.

De igual manera, los átomos y partículas se verían afectados y las células que funcionan haciendo, por ejemplo, un cuerpo en el que no saliera una nariz de elefante y se mantuviera en su figura “normal”, harían lo que les diera la gana y así sería un horror verlas crecer anárquicamente si son ni son.

El orden supone inteligencia. Eso es axiomático, de la misma manera que el cerebro envía sus ordenes al resto del cuerpo, para mantener un equilibrio que le permite vivir y reproducirse. Tan pronto como los pulmones dejen de enviar aire para que respiren las neuronas, el cerebro ya no sirve para nada. Todo tiene un orden, y los elementos están impresos en el ADN. La ciencia lo certifica. ¡Ahora! Tarde pero lo hace ahora.

Un ejército sin jefe, una masonería sin sus grados, una Iglesia sin cabeza no duraría ni medio minuto. Se harían una religión por cada sujeto que militara en la anterior. La palabra iglesia significa asamblea, y en España la palabra Iglesia siempre es aplicada a la Iglesia Católica en el sentido de “religión”. No hay otra explicación.

Naturalmente tiene un jefe como todos, y tiene derramados por todo el mundo gente haciendo el bien por todos lados. Como en un ejército hay gente que no honra su deber. Son humanos y llevan en si mismos su castigo. No existe factura que no haya que pagar. Y como ve, trato de razonar y no me inclino por nada en este diálogo.

En las demás “religiones cristianas” (asambleas), también se hace el bien y se evita el mal,  y nada tiene que ver un fanático que es capaz de todo por imponer su idea. La fe es en una  inteligencia que necesariamente ha de existir, imponiendo orden y hasta el color variopinto de pájaros y flores. No me diga Monod que eso es casualidad, porque eso sí que es difícil de tragar.

1 comentario:

  1. no volver a ligarse, si no ser algo del mismo DIOS, como Jesus encarnado fue entre nosotros.

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