sábado, 6 de octubre de 2012

AL CRISTO HUMANO




Ya vi las cosas claras y entono alegre canto
Nunca creí del Cristo que fuera tan humano,
Que fuera para mí como un divino hermano,
 Y se acercara a mí, tan portentoso encanto.

Colmado de piedad, de afecto sacrosanto,
Te acercaste a mi vera  tomándome la mano
Plena de iniquidad, y aun siendo un pobre anciano
Limpiando mis bajezas, porque me quieres tanto.

Limpiaste la ruindad de mi naturaleza,
Sacaste la miseria de mi loca cabeza,
Y amándome sin fin me tornaste cercano.

Limpiaste mi interior como fiel cirujano,
Me ofreciste la paz, y me diste certeza
De tu fiel compañía, de tu dulce fineza.

Y de tu gentileza
Aprendí de tu amor, la divina largueza,
Y en la paz de mi alma, me sentí más liviano.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario