domingo, 7 de abril de 2013

VIVIR COMO CRISTIANO (Epístola)






Estimado correspondiente: me permito sugerirte, que en los espacios para comentarios puedes poner tus impresiones sobre lo que yo escribo. Sería mejor, a mi juicio, porque todos podrían ver lo que respondo y por qué. Y si me refutas creo que aprenderé. No obstante, haz lo que te parezca más apropiado para ti.

Verás; aunque estés todo el día en la Iglesia de tu preferencia o te confundan con el conserje, de tanto verte por allí, no avanzarás demasiado en la lucha espiritual que dices has emprendido. Por supuesto que la asistencia a la Iglesia, con los demás hermanos, es muy provechosa y hasta preceptiva.

            Tal como decía San Pablo: No dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre sino exhortándonos, y tanto más cuando veis que aquel día se acerca. (Hebreos 10:25). Y es que la congregación tiene bendiciones porque Jesús nos exhortó a reunirnos como hermanos. Los que descuidan esta regla van desencaminados por el camino de Dios, porque somos su cuerpo y nada debe faltar a tal cuerpo de Dios.

Ser cristiano no es un privilegio en el mundo para nadie, porque se encontrará en soledad espiritual, y las gentes en abrumadora mayoría toman las cosas de Dios a “beneficio de inventario”. Es lo que hay, pero recordemos que Cristo dijo claramente: Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. (Mateo 7:13,14) Eso dijo Jesús, tú verás.

 Así pues La Iglesia cristiana no es sitio tan seguro como crees, si no te acercas en las condiciones provistas; si no estás en Cristo, porque al estar en El y Él en ti, ya eres Iglesia tal como dice claramente San Pablo: Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. (1 Corintios 12:27). Jesús quiso que su Asamblea o Iglesia, fuera un solo cuerpo como en otros pasajes se ejemplifica.

Solo una añadidura: Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. (1ª Corintios 12:13)
AMDG.

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