jueves, 20 de junio de 2013

CORRUPCIÓN ESPIRITUAL


Todas las cosas son puras para los puros,
aunque para los corrompidos e incrédulos nada es puro,
sino que tanto su mente como su conciencia están corrompidas. 
(Tito 1:15)

Tanto se habla de la corrupción en los medios de la actualidad y parece que todos son puros hasta el tuétano. Todos claman contra la corrupción, pero siempre dando de cara a sus querencias. Parece que ellos nunca han perpetrado alguna fechoría de la que no se sientan orgullosos. Y eso es regla general para todos.

No solo en la “loca juventud” sino en la más avanzada madurez, también la envidia, o el resentimiento, etc., anidan en los corazones en los que solo Cristo con su ejemplo y sacrificio puede purificar tales tendencias. El espiritual busca las cosas del espíritu y el carnal como hombre natural las cosas de la carne (σαρκός).

 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el Reino de Dios.

 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.  (Gálatas 5:18-23)

¡Tantas veces digo que no hay nada escrito tan maravilloso como cualquier versión de las Santas Escrituras, para si se quieren entender los misterios de Dios, sean para el lector claros como el agua clara. Solo los mistificadores pretenden torcer las Escrituras, para intentar hacer que su idea prevalezca sobre la sencilla y genuina lectura de ella. Dejemos a estas personas, y pidamos para que se den cuenta de su extravío.

Cuando hablo de la “carne” quiero decir las inclinaciones del hombre natural, cosa que ya saben los conocedores, pero como se incorporan más indoctos en estas cosas espirituales, es término que hay que aclarar. Sé que no tengo un gran estilo ni mucho menos, pero hago lo posible por llegar a todos.

Los doctos en estas materias, tienen muchas fuentes adonde beber del néctar espiritual, pero no así los menos introducidos en estas cosas. Para todos escribo, y les deseo bendiciones de parte de Jesucristo, Dios, y merecedor de los homenajes de los ancianos, y de todo el Universo. (Apocalipsis 5:7 y 7:10)


AMDG.

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