Me hablaba un amigo sobre la relación que el Budismo
tiene con el cristianismo, como si cualquier dirección nos llevara a la buena
meta, o la que deseamos. En realidad ese es su pensamiento, y solo puedo
hacerle algunas consideraciones. La acción
del Espíritu de Cristo, no la puede sustituir nadie ni de lejos. Por tanto yo no respondo como teólogo, (Que no tengo
base para ello) sino tratando de ser lógico y consecuente con lo que he
experimentado.
Se dice que el budismo no impone creencias. Si eso es
verdad ¿Qué es el budismo? Algo tiene
que tener para que se acerque uno a él, y eso son
creencias y dogmas al fin y al cabo. A mí
me agrada la meditación de los misterios de Cristo, y puedo comprender el
desprendimiento y todo eso. Es pues, también, una moral como otra cualquiera.
Ahora bien, Jesús fue perfecto, y creo que Él es el que
dijo que era. Nadie puede
artificialmente formular una fábula
como dicen los evangelios, aun admitiendo (que no es así), alguna
mixtificaciones, exageraciones y deseos de que las cosas fueran como las
cuentan. Basado en que Jesús es uno con el Padre Creador, yo sostengo una
esperanza bien concreta.
El budismo no tiene dios, por lo que tanta meditación y
tanto esfuerzo no lleva a nada. Es preferible la vida loca, y por tanto de
gozar de tantos placeres como uno pueda y al final, si va mal la cosa, con un disparo de revólver se soluciona todo. Ya reencarnaremos o algo así.
¡Poner todo el potencial espiritual de La Creación sobre los
débiles hombros de los seres humanos! ¿Es
que no sabemos lo que somos los seres humanos, tan tendentes a la corrupción? ¿Y en estas manos vamos a dejar el destino humano? Permítanme que lo dude; yo no me fiaría de tamaña
temeridad.
Hay quien dice que la carga que el cristianismo
(catolicismo), había puesto sobre sus hombros se la quitó mediante la
meditación. ¿Qué meditaba? Cuando en el cristianismo existe el perdón, y nunca
acaban los becerros gordos, (Lucas 15:30) ¿Qué sabría esa persona de la
misericordia de Dios?
¿Qué el budismo no obliga a nada? Pues no le veo la
gracia. Existen preceptos que también son imposiciones que llevar a cabo. O sea
igual que el teísmo. Este es tan lógico, como que las galaxias están encima
(o debajo) de nosotros. Y el sufrimiento o un dolor de muelas, no se superan
con meditar.
Son realidades que están presentes en cada lugar donde
hay humanos. Una esperanza puede
amortiguar y hacer pasables o
soportables, los dolores comunes, aunque estos están ahí como el alimento, el
agua o la gravedad.
Simplemente existen. Y existen también sobre el que
medita; y como dice la Biblia : Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al
impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no
sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el
juramento. (Eclesiastés 9:2).
Porque la vida transcurre al margen de nosotros, y ella
pone los datos de nuestra vida. Hay sabios que apenas
pueden alimentarse con lo que obtienen, y hay rufianes o fantoches que llegan a
los más altos lugares de la riqueza y la sociedad. El asunto no depende de nosotros, sino en una muy
limitada parcela.
Dice también La Escritura con inmejorable criterio sabiduría y
experiencia: Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la
carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los
prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. (Eclesiastés 9:11).
La compasión, la libertad, la tolerancia y el amor a los
demás, figuran como primeras condiciones del cristianismo por lo cual no veo
ventaja budista alguna. El desarrollo de la razón, se puede hacer desde el
cristianismo auténtico. Normalmente, cuando se contempla un cristianismo de
«guardarropía», claro está que el budismo te parece algo exótico y bonito
¿Que desarrolla la persona? Es un buen método, pero en
su propio lugar. No se pueden contemplar ambas religiones, desde la perspectiva frívola de la búsqueda de cosas nuevas
y exóticas. En definitiva y con
el mayor respeto a cualquiera que quiera ir por sus propios caminos, yo me
quedo con Jesús y con su persona, presente siempre en mi espíritu y mi mente.
Cuando te introduces en Cristo como hermano, como amigo, y vives tu existencia junto a la suya,
las demás cosas quedan tan diminutas, que la comparación aparece ridícula. En
fin; cada cual. Esto solo es una opinión.
AMDG
No hay comentarios:
Publicar un comentario